LA PEQUEÑA CARLA SE HA IMPUESTO AL TENIS Y AL PÁDEL (Cap.1º)

La pequeña Carla Semprún Torréns cuando 

tenía un año. Ahora la moza ya tiene cuatro... 

Tengo verdadero cariño hacia la mejor tenista navarra de todos los tiempos. Le he hecho muchas entrevistas mostrándose siempre encantadora. Cuando me comunicó la noticia de su matrimonio con Pablo Semprún le felicité, lo mismo que cuando me dijo que anda a caballo entre ejercer de mamá y gerente del negocio de pádel en Pamplona y Madrid. A us 43 años es el mejor regalo que puede recibir de la la vida: retirada del tenis y del pádel, poder disfrutar de su hija Carla, que ha cumplido 4 primaveras... ¡Enhorabuena, guapísima!

LA MEJOR TENISTA NAVARRA DE LA HISTORIA

Cristina Torréns Valero es una ex tenista profesional nacida el 12 de septiembre de 1974 en Pamplona.

La tenista navarra ganó 11 títulos del circuito challenger, 6 en individuales y 5 en dobles y, 4 del circuito profesional WTA, 2 en individuales y 2 en dobles.

Cristina Torréns llegó a ser número 27 del mundo y actualmente es gerente del club de pádel Pablo Semprún, en Itaroa, donde aprovecha para seguir empuñando la raqueta de vez en cuando, aunque esta vez sea de pádel.

Cristina recuerda su pasado profesional con cariño e, incluso, reconoce que lo echa de menos. "Ahora te das cuenta de lo bien que vivías en aquella época. Incluso cuando pasabas la Navidad en Australia disfrutabas mucho". Justamente el país oceánico es su preferido de todos, y han sido muchos, en los que ha estado jugando y al que espera volver con tiempo para poder conocerlo con tranquilidad. Por su deporte tuvo que viajar mucho y es algo que recomienda encarecidamente a todo el mundo ya que cree que sirve para "abrir la mente".
Viajaba por todo el mundo durante 10 meses y, los dos meses que no viajaba, estaba concentrada entrenando.
Ahora echo de menos estar cada mes en un país diferente. Estar con gente diferente, cambiar de aires. Pasabas las Navidades en Australia y pensabas que querías tener unas fiestas normales, en tu casa. Y ahora te das cuenta que se pasa mucho mejor la Navidad allí que aquí. Además teníamos mucha exigencia física y, sobre todo, mental. En el tenis teníamos que ganar cada semana, ahora en tu trabajo también tienes presión pero es totalmente diferente a la del deporte.

La última época para mí no fue buena. Cuando te retiras es por que, a no ser que seas Steffi Graf, los resultados no acompañan y las lesiones tampoco. Mi familia siempre me ha ayudado a pensar que el tenis no lo era todo en la vida y que iba a llegar un momento en el que se iba a acabar. Ahora estoy en una etapa diferente pero buena. El tenis me dio mucho, aprendí una barbaridad de cosas y ahora en esta etapa también estoy viviendo otros aspectos que están enriqueciendo mi vida. Estoy contenta.Enseguida los deportistas pasamos al olvido. Por ejemplo, si tú preguntas a los niños de hoy en día por Corretja, que lo ha sido todo en el tenis, es difícil que sepan quién es ya que si no eres Nadal ya pasas a un segundo plano.
El deporte te enseña, te educa y te da valores, me ha dado disciplina y a pelear cuando las cosas no van bien.

 

El pádel vive un buen momento. Además, creo que es un deporte que se está asentando bien y que está creciendo. Para como esta todo, los clubes de pádel somos privilegiados ya que vive un boom.Mi cantante favorito español es Joaquín Sabina y también me gusta mucho Coldplay y como solista internacional me encanta Ben Harper.
No leo tanto como me gustaría, el último libro que leí fue el de Ken Follet. Antes, al viajar, leía muchísimo.Me gustaría que la información en los medios no fuese tanto fútbol y más otros deportes. Si ves el Telediario, de 15 minutos, 14 son fútbol.
Tengo ganas de volver a Australia. Está muy lejos para ir, pero todo el mundo debería ir.

PABLO SEMPRÚN, SU ESPOSO, CAMPEONÍSIMO DE PÁDEL

Hablar de Pablo Semprún es hablar de uno de los mejores jugadores españoles de pádel. Un gran profesional que compartió pista con los mejores de este deporte y que a los 39 años decidió colgar la pala pero sin desvincularse definitivamente del pádel, ya que posee clubes deportivos y la empresa Optima Sport Media a través de la cual organiza eventos deportivos.
En 1989 pisó por primera vez una pista de pádel junto a su amigo Tato Goya y allí comenzó el “amor” por este deporte. Con Juan de Gregorio primero y luego con Arturo Jiménez jugó los primeros años de forma amateur, hasta que se hizo profesional junto a Alberto Rodríguez Piñón, con quien formó dupla durante tres años.

Los grandes dominadores del circuito español en esa época eran Arenzana y Juan Fontan, mientras las mejores parejas argentinas eran Alejandro Lasaigues y Roby Gattiker, Auguste-Mariano Lasaigues, Rovaletti-Maquiarrain, Sanz-Siro.
Recuerda que durante su carrera ha ganado torneos con distintos compañeros, pero “con Piñón, Rovaletti y Belasteguin fueron con quienes obtuve los mejores resultados. Pero mis mejores recuerdos sin duda los tengo con Pablo Rovaletti. Fuimos amigos tanto dentro como fuera de la cancha, cosa harto difícil. Recuerdo que ganamos los Internacionales de España en el 98, que era el torneo más importante, pero hubo muchos y de todos guardo muy buen recuerdo. También la final del campeonato del Mundo por parejas en Madrid, con Piñón. Nunca he visto ni de cerca tanta expectación y gente viendo un partido de pádel. Y no me puedo olvidar de mi último campeonato de España con Willy Lahoz, cuando les ganamos a Juan Martin Diaz y Piñón”.

En el año 2004 abandonó la práctica profesional del pádel.

 “Con 39 años pensé que tenía que hacer otras cosas en la vida y que ya lo había estado estirando bastante. Acostumbrado a ganar o ser finalista en casi todos los torneos, no me llenaba el perder en las rondas anteriores. El año que jugué con Hernán Auguste ganamos cuatro torneos y en tres finales a Belasteguin-Díaz y para mí no fue un buen año. Después jugué un año y medio más y me retire estando entre las cuatro primeras parejas en el ranking. Sigo pensando que incluso me sobró ese último período. Ya no pensaba sólo en el pádel y eso influyó en mi rendimiento, a pesar de lo cual gané el campeonato de España con Willy”.

Al hacer un balance del pádel actual y la evolución que ha experimentado, Semprún dijo que “el cambio ha sido bueno en cuanto a la organización de torneos y ahora son bastante más profesionales. El nivel medio sin duda que ha subido y que hay muchas más parejas, pero en cuanto a las parejas de arriba creo que sin duda faltan jugadores con mayor calidad y carisma para que no sigan ganando los mismos desde hace diez años. Eso no ocurre en ningún otro deporte”.

Considera que el pádel, para lo joven que es, “está muy bien posicionado” y que es “increíble la cantidad de gente que asiste a los torneos profesionales, que practica este deporte y la cantidad de empresas sólidas que hay en éste ámbito. Pienso que nuestro deporte goza de muy buena salud, los jugadores de arriba ganan un muy buen dinero y si los comparamos con otros deportes conocidos mundialmente, la comparación es todavía mucho más desproporcionada a favor del pádel”.