JAVIERADA DE LOS ENFERMOS
La llegada en silla de ruedas y con muletas de muchos enfermos daba a entender a las claras que no era una Javierada cualquiera. Luego en las ofrendas, cuando un bastón hizo su aparición junto al pan y el vino en el altar, portado por quien tenía dificultades para caminar, todavía lo atestiguaba más. Pero la Misa Navarra, cantada por el Grupo Solidario, oficiada por el Arzobispo y seguida con fervor por todos los conrgegados en el Auditorio de Javier eran al nota dominante de que se iba a vivir una jornada diferente de oración, fervor y recogimiento.
TRAS LA EUARISTÍA, APERITIVO MUSICAL
Este recogimiento se rompió cuando al término de la Eucaristía el Grupo Solidario se soltó con una jota vibrante a San Francisco Javier, seguida de una aurora de Turrillas escrita con letra al Sano Javier y con un par de habaneras para pasar al ágape compartido por organizadores, sanitarios, cuidadores y público en general . Allí, mientras se daba buena cuenta de unas biandas muy abundantes, regadas por vinillo de la tierra, se cantó, se bailó y se dio rienda suelta a la alegría que todos lo enfermos habían experimentado sin dolor en esa ocasión. Vimos dejar las muletas a un lado y plantarse en la pista a más de uno de la mano de cualquier monja o miembro voluntario de la Cruz Roja para bailar el pasodoble "Pamplona, perla del norte", habaneras como "La bella Lola", temas nostálgicos como "Hace un año!, "No volveré", populares como "Clavelitos", "El vals de las flores"...
UN GRUPO MUSICAL MUY ANIMADO
El acordeón en manos de Martín Barbarin sonó de maravilla junto con el bajo eléctrico bien tocado por Elio Rico. El cuarteto de guitarras formado por Javier Beorlegui, Pascual Rodríguez, José Luis Lacunza y José Ramón Sánchez, muy conjuntados haciendo perfectamente la labor secundaria de acompañamiento. La bandurria de Ángel Ind, bien amplificada, luchaba en solitario para imponer su ley. Los cuatro coralistas, unos fenómenos, destacando las jotas del dúo chantreano formado por Fernando Garayoa y José Antonio Montenegro, gracias al buen montaje de la megafonía llevado a cabo por el artista de sonido Jesús Nicolay. El organista del grupo alternaba la bandurria y el teclado para seguir al arzobispo en sus intervenciones y acompañando los cantos del pueblo.
JOSÉ MARI AICÚA, BUEN ORGANIZADOR
Un jornada muy emotiva, muy bien diseñada por el organizador y animador José Mari Aicúa, párroco de la iglesia San Franisco Javier de Pamplona, delegado de Misiones de la Diócesis, hombre de confianza del Arzobispo. El mismo puso la voz en off a una preciosa proyección en que presentó la vida de San Francisco Javier de una forma muy humana y natural, que llegó al corazón de todos.
Por cierto, José Mari Aicúa, no es un secreto, hay que decir que canta muy bien...
El Grupo Musical Solidario fue despendido con un fuerte aplauso, acompañándole una persistente lluvia hasta el autobús donde le esperaba Laura Peche, experta y joven conductora del viaje, que quedará en la mente de los enfermos por haber disfrutado de una jornada sin dolor, con mucha alegría y mucho jolgorio, a pesar de la lluvia de última hora, que no empañó para nada la fiesta.
CON UN RECUERDO ESPECIAL PARA ROSARIO BAIGORRI, FUNDADOR DEL GRUPO SOLIDARIO
UNA JAVIERADA PARA DISFRUTAR
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