Ser o no ser (To Be or Not to Be) es una película cómica estadounidense de Ernst Lubitsch estrenada en 1942. El guion (escrito por Lubitsch y Edwin Justus Mayer) adapta un relato de Menyhért Lengyel. El título hace referencia al monólogo de la tragedia Hamlet de William Shakespeare. La película se estrenó dos meses después de que su protagonista Carole Lombard muriera en un accidente de aviación.
VIENE A CUENTO POR LO CÓMICO Y POR LO TRÁGICO QUE LE OCURRE A NUESTRO OSASUNA ESTE FIN DE SEMANA EN QUE SE LA JUEGA A UNA CARTA SIN ESTAR DE MANO, PORQUE GANANDO PUEDE PERDER
RAZONES PARA SEGUIR SIENDO
A partir del lunes ya habrá tiempo
para pedir responsabilidades y emitir críticas hacia directiva, cuerpo técnico
y jugadores. Pero lo que ha quedado reflejado y muy claramente es que si
Osasuna merece seguir en Primera es sólo por la afición y por todo eso a lo que
llamamos “Osasunismo”. Si de los jugadores dependiera la valoración final de la
temporada, los “rojillos” merecen por méritos propios bajar a segunda, al igual
que por la directiva y cuerpo técnico. Por eso digo que cuando acabe la liga,
sea en primera o en segunda, no podemos pasar página y mirar para otro lado
como ha sucedido en las últimas temporadas.
Osasuna como institución está
enfermo. Necesitamos una reconstrucción total, empezando por los principios
básicos de un club como el nuestro. Cantera, esfuerzo, sacrificio,
responsabilidad y ambición deportiva deben ser los pilares del nuevo Osasuna.
Hacen falta jugadores de casa que transmitan esos valores a los pocos de fuera
y no al revés como hasta ahora. No se puede salir derrotado a los partidos, ni
conformarse con perder de poco como se ha llegado a decir este año en sala de
prensa. No vale con salvarse en la última jornada o tener vagancia por luchar
por cotas mayores si se da la casualidad de que nos hemos acercado a ellas.
Osasuna se ha convertido en un
equipo del montón, por donde pasan jugadores que resultan baratos de fichar.
Osasuna debe construirse sobre la cantera, sobre jugadores navarros que mueven
e invitan al aficionado a acudir al estadio. Gentes que tienen lazos de unión,
personas unidas por el osasunismo y que de la grada al campo y del campo a la
grada se transmiten esos valores que hacen luchar hasta el minuto 90. Osasuna
no puede asustarse ante un Valencia o un Sevilla en su propio estadio cuando
los navarros se juegan la permanencia. ¿Dónde ha quedado ese cántico que dice
qué miedo me da ser del equipo que sea y jugar en El Sadar? Yo lo cantaría todos
los días, no sólo ante el Real Madrid.
Pero dejando todo esto para el
lunes que viene, vamos a dar motivos y razones por las que creer en la
salvación. Apelamos a los recuerdos, porque del presente poco o nada podemos
rescatar. Ahí está el problema… Así que el domingo vamos a bajar todos a El
Sadar emulando y recordando días como la victoria en copa del rey por 3-0 al
Valencia con goles como el que marcó de falta directa Álex Fernández, días como
el del último ascenso con goles de Pablo Orbaiz y Miroslaw Treziak, remates de
Milosevic y Pandiani, lanzamientos lejanos de Raúl García, el gol en la final
de copa que anotó Aloisi, la “chilena” del Chengue Morales, los mano a mano de
Ricardo, las cabalgadas por banda de Marcovic o Delporte… Desplazamientos
masivos a Burdeos, Leverkusen, el año del ascenso a Gijón… Viajes en autobús
que todos recordamos alguno y que nunca olvidaremos… Esas tertulias con los
amigos de cada lunes, los “robos” arbitrales… Todas esas cosas que a diario nos
hacen vivir el osasunismo y que por mucho que digamos: “Ya me da igual lo que
le pase a esta panda de inútiles”, luego lleguen partidos como el del domingo y
tengamos ese nerviosismo que no nos deja dormir. Osasuna es sufrimiento, pero
también nuestra ilusión diaria. Sólo por eso, no podemos dejar que baje a
Segunda División, vista quien vista la camiseta del equipo a día de hoy.
Está claro
que la afición no marca goles, pero que nadie pueda echar en cara el descenso a
los aficionados, eso sí está en nuestras manos. Si morimos, lo haremos con la
cabeza bien alta y estaremos en mejores condiciones para volver a levantarnos.
Otras aficiones tiran huevos, piedras o saltan al césped a pegar a los
jugadores, mientras que nosotros seguimos apostando por Osasuna y mostrando el
camino a sus jugadores, aunque como ha de pasar en este caso tras el pitido
final ante el Betis, para alguno el camino sea la puerta de salida a su casa.
Asier, Cotelo, periodista deportivo
MÁS QUE SOSPECHAS
Es tiempo de sospechas, todo el mundo sospecha de todo el mundo y todo el mundo cree saberlo todo del otro. Es lo que ocurre habitualmente en los finales de temporada.
Hay sospechas y declaraciones como las del presidente del Valladolid asegurando que sabía lo que iba a pasar en los partidos de la penúltima jornada, con el empate de Osasuna incluído. Y esto es más que una sospecha, es una afirmación.
¿Que hay apaños? Los ha habido, lo hay y los habrá. Eso lo sabe todo el que está en el mundo del fútbol, incluido un Javier Tebas que desde que llegó al cargo de presidente de la LFP aseguró que no únicamente sabía que había cosas raras sino que iba a terminar demostrándolo y castigando a los infractores. Pero desde que lo dijo ha pasado mucho tiempo y no ha pasado nada. Ni pasará.
Jesús Riaño, periodista deportivo
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