MÁS DE 50 MÚSICOS CELEBRARON EL "DÍA DE ACORDEONISTA" EN OCHAGAVÍA

 

 

 

David Iriarte no faltò a la cita y dice que lo pasó genial todo el día



 



JORNADA COMPLETA, EMOTIVA, MARATONIANA, ENCUENTRO ANUAL DE CONVIVENCIA CON LA PRESENCIA DE DESTACADAS FIGURAS DEL ACORDEÓN





 

La jornada comenzó a las 11,30 con una ronda por el pueblo, comida en la Sidrería Kixkia y de nuevo pasacalles y más rondas hasta bien entrada la noche



Rosario Baigorri, recientemente fallecido, ha sido el gran ausente ese año

 

ENRIKE ZELAIA INTERPRETÓ MEDIA DOCENA DE PIEZAS MAESTRAS Y ENTREGÓ A CADA UNO DE LOS ASISTENTES UN LIBRO DEDICADO PERSONALMENTE 

 

 

Por la mañana de las 11,30 a las 15 horas: kalejira por todo el pueblo, incluida la residencia de ancianos con pasacalles y rancheras improvisadas pero armonizadas perfectamente.

Se congregaron en Ochagavía más de 50 acordeonistas ¡¡a pesar del sirimiri!!

Comida en la "Sidrería Kixkia" que se portaron muy bien y en los postres Enrike Zelaia entregó a cada acordeonista un libro dedicado personalmente uno a uno y les deleitó con 6 piezas maestras que hicieron romper al auditorio en aplausos y vítores. Después a tocar y más tocar el acordeón hasta que  las 20 horas en que algunos como mi amigo David Iriarte decidió retornar a Berriosuso. Pero allí se quedaron otros 30 acordeonistas que estuvieron hasta bien entrada la noche.

 



Beatriz Dufur, acordeonista de Mezquíriz

Hubo ilustres, como Angel Luis Moreno, profesor del Conservatorio Pablo Sarasate; Daniel Huarte, profesor de la Escuela de Música de Tafalla; Jorge París, luzaidarra, profesor de la Escuela de Burlada; Jeyri de Garaioa, el maestro del mussette navarro; Mikel Iparragirre, de Elizondo; Jaime Elizondo: un Enrike Zelaia de Jaurrieta... Y faltaron grandes, grandísismos acordeonisatas como Iñaki Diéguez (de Irún), Juanjo Tomasena (de Etxalar), y otro de valcarlos, Bittor Valencia. Todos maestros y los que se quedan en el tintero, porque falla la memoria, pero todos grandes músicos.

En defintiva, una jornada de covivencia en fechas en que el tiempo todavía no es estable ni garantiza que va a ser bueno,  pero que no impidió, a pesar del sirimiri,  sacar a relucir el arte  y talento de nuestros virtuosos magos del acordeón...

 

 

Antonio Merino, acordeonista de los Auroros de Pamplona