Alicante se convierte en la primera ciudad de la Comunidad Valenciana en ofrecer esta disciplina musical
Se trata de un triunfo obtenido tras siete años de reivindicaciones. Ocho aspirantes se convierten en los primeros alumnos al superar la prueba previa.
El Conservatorio Profesional de Música José Tomás impartirá por primera vez estudios oficiales de instrumentos de pulso y púa, después de haberlo autorizado la Conselleria de Educación. De esta manera, además, se convertirá en el primer centro de la Comunidad Valenciana en ofrecer esta disciplina artística. Hasta ahora, la práctica de estos instrumentos no podía enseñarse de manera oficial en la provincia ni, por tanto, existía ninguna titulación que acreditara los conocimientos de una persona en esta materia. Quienes querían aprender de manera profesional la práctica de pulso y púa no tenían más remedio que desplazarse a otras ciudades como Murcia, Madrid y Zaragoza, tal y como señaló el director del conservatorio alicantino, Ángel Casero, con lo cual la puesta en marcha de estos estudios implica un gran avance.
La titulación oficial de instrumentos de pulso y púa se venía demandando desde hacía siete años, según explicó el director de la Orquesta de la Federación Alicantina de Plectro Mar y Montaña, Manuel Hernández. El miércoles se realizaron las pruebas de admisión de los aspirantes que deben conformar la primera promoción de alumnos. Las pruebas constaron, según indicaron desde el Conservatorio, de una lectura a primera vista, una interpretación y valoración de conocimientos del lenguaje musical. Ocho personas acudieron a la convocatoria y, según las mismas fuentes, todas ellas la superaron con éxito, de manera que en breve comenzarán a cursar los estudios. El jurado estaba conformado por Ángel Casero, Toñi Llinares, Felipe Sanchís y Maryla Díaz; esta última será profesora de la nueva especialidad musical.
El director del Conservatorio se felicitó de que la inclusión de los instrumentos de pulso y púa en la oferta de estudios oficiales permite incrementar las especialidades posibles, al tiempo que se deja paso a un perfil de instrumentos más tradicionales, como bandurrias y laúdes, cuya enseñanza hasta ahora no estaba reglada. Por ello, consideró que esta especialidad tiene también una «función social». Además, se da la posibilidad de que personas que han aprendido a tocar en academias, rondallas y orquestas «puedan lograr una convalidación de estudios elementales» en la materia.
También se mostró contento por esto Miguel Ruiz, músico veterano de esta disciplina que aún participa en algunas agrupaciones musicales, y que acudió a seguir las pruebas. «Es una suerte que se hayan preocupado por estos instrumentos, y esperemos que siga adelante su estudio», dijo.
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