miércoles, 26 de diciembre de 2018

LA BOMBA DE ESTAS NAVIDADES: ANDREA JIMÉNEZ ESTE FIN DE SEMANA EN SARRIGUREN, VILLAVA Y PAMPLONA



"Andrea Jiménez nos enamoró a todos. Merece capítulo aparte que se lo dedicaremos antes de que se vaya a Suiza a un master de ópera. A sus 28 años dejó tarjeta de visita de gran profesional cantando Je veux vivre de la ópera Romeo y Julieta de Charles Gaunod. Con mucha pasión y glamour".


Esto escribía yo un viernes 24 de junio de 2016 a raíz de un festival fin de curso de la Escuela de Canto "Ahots" en el Nuevo Casino, la primera vez que le oía cantar.



Desde entonces éste es el recorrido que ha hecho hasta llegar este fin de semana a hacer triplete en Sarriguren (viernes), Villava (sábado) y Pamplona (domingo). A través de este blog Andrea me ha invitado personalmente a verle y claro que voy a estar para contaros sus pogresos y encantos, que ya hace tiempo me fascinaron...




VEAMOS SU TRAYECTORI

Empezó a tocar el violín con 7 años y a los 9 ya estaba cantando en la Escolanía de la Escuela de Música de Barañáin. “En mi casa siempre he mamado mucha música clásica y desde los 8 años ya sabía que me quería dedicar a este mundo”, cuenta la soprano pamplonesa Andrea Jiménez, de 30 años. Estudió a la vez violín y canto: “Ser instrumentista me ha servido mucho para lo segundo”, señala.

Desde 2013 está volcada en conseguir dedicarse profesionalmente al canto. En los últimos años ha acumulado experiencia en varios escenarios navarros, interpretando papeles como el de Giannetta en la ópera L’elisir d’amore o el de Linda en Linda di Chamounix, ambas de Donizetti. Las pasadas Navidades debutó en el Teatro Gayarre como Pamina en La flauta mágica de Mozart.



Antes de terminar su formación como cantante lírica en el Conservatorio Superior de Navarra, Andrea ya tenía claro que quería marcharse al extranjero. “Necesitaba un método de trabajo más exigente y una buena formación escénica”, comenta.


El año pasado viajó por varias ciudades de Europa para probar con distintos profesores y acudir a jornadas de puertas abiertas en diferentes centros. “Estuve en Londres, Cardiff, Austria y Alemania”. Alguien le sugirió que probase con Suiza y se decantó por el Swiss Opera Studio, donde está cursando un máster en interpretación de ópera desde el pasado septiembre. “Aquí he encontrado lo que buscaba. Además, creo que es muy importante salir fuera. A mí me ha hecho madurar mucho como artista”, asegura.



Perteneciente a la Universidad de Berna, el Swiss Opera Studio tiene su sede en la localidad de Biel, a 30 kilómetros de la capital suiza. Biel es conocida por su casco viejo y porque allí se fundó la famosa compañía de relojes Omega. Exactamente, Andrea reside en las afueras de Biel, en Nidau. “Tuve la suerte de encontrar una casa que estaba bastante bien de precio”. Paga 520 euros por una habitación en un piso compartido. Situada a una hora de la frontera con Francia, en Biel se habla tanto francés como alemán, una ventaja que Andrea está aprovechando al máximo.

“Tengo a una compañera de piso encantadora, que es suiza pero habla español y además me enseña alemán”. En la calle habla francés y en el Opera Studio se maneja en inglés, “pero el año que viene ya tenemos que empezar a hablar en alemán, ¡un jaleo!”, se ríe. La vida en Suiza es cara.
Afortunadamente, recibió una beca de la Universidad de Berna. “Solo pago 100 euros por curso. Lo que no me dieron en España me lo dieron aquí”, dice con ironía. “El transporte es muy bueno, pero muy caro. Entre semana no gasto nada en transporte. Vivo a 30 minutos y siempre voy caminando”. De haberse alojado en Berna, el desplazamiento a Biel le hubiese supuesto 20 euros diarios en transporte, “algo que no me podía permitir”. Un viaje de ida y vuelta en tren entre Berna y Zurich, de hora y media, cuesta unos 100 euros si no se dispone del bono anual. Por otro lado, destaca que Suiza es un país para madrugadores. “Es un ritmo de vida totalmente diferente al que tenemos en España. Por ejemplo, los supermercados abren a las siete de la mañana”. Eso conlleva que a las siete de la tarde ya esté todo cerrado. Andrea Jiménez acude a las clases del Opera Studio “en horario continuo”, de 10 a 17 horas. “Voy a las 9.30 a vocalizar, porque a las 10 ya solemos estar cantando”, cuenta. Los fines de semana se dedica a estudiar y aprovecha para quedar con algún compañero del Opera Studio. “Ir a tomarme un café es un lujo”, señala.
Asegura que solo echa en falta cosas puntuales: “Soy feliz, porque estoy a lo mío. Necesitaba centrarme en mi formación y lo estoy agradeciendo mucho, hasta el punto de que no me ha dado tiempo a sentirme fuera de casa”


 DE VUELT A CASA EN BALUARTE



La ópera L’elisir d’amore de Gaetano Donizetti es el título elegido para inaugurar la nueva nueva temporada de Fundación Baluarte. Es también el regreso de la ópera escenificada a la programación, además de ser una ocasión para ver a dos sopranos navarras en el escenario y una regidora que, oculta tras el telón, supervisará todos los detalles del espectáculo. Ellas son Sabina Puértolas, Andrea Jiménez y Eva Asurmendi. Las tres, junto al resto del equipo artístico y escénico, los técnicos de montaje, las maquilladoras y responsables de vesturio, vivieron este domingo en los camerinos de Baluarte el ajetreo previo a un estreno.
L’elisir d’amore es una ópera bufa en dos actos que fue estrenada en Milán en 1932. En su época fue un rotundo estreno y, desde entonces, se ha convertido en una de las óperas más interpretadas de Donizetti. Junto a El barbero de Sevilla de Rossini y Las bodas de Fígaro de Mozart, es la ópera cómica más conocida y puesta en escena del repertorio. Esta semana llega a Pamplona (20 y 22 de septiembre) en una producción que fue diseñada por Adriano Sinivia para la reapertura del Teatro de la Ópera de Laussane (Suiza) en 2012.
Junto a Sabina Puértolas y Andrea Jimenez, el elenco artístico se completará con los tenores Antonio Siragusa y Enmamuel Franco y el barítono Pablo Ruiz. También participarán la Orquesta Sinfónica de Navarra y el Coro Lírico de la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera dirigido por Íñigo Casalí. Los protagonistas ultiman los últimos días de ensayo antes de abrir el telón a una de las óperas más famosas del mundo. Y la versión de Adriano Sinivia será la primera vez que podrá ver en España.



LA OPINÓN DE LA CRÍTICA ESPECIALIZADA

Merece una mención especial la Gianetta de la soprano navarra Andrea Jiménez. Su calidad vocal e interpretativa dio un resultado muy por encima de lo esperado en este personaje. 

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