NO FALTA NUNCA EN LA HOJA DE RUTA
Cada año en al hoja de ruta de la Orquesta de Plectro que invitamos al Gayarre con motivo de la Concentración anual de Rondallas "Memorial Manuel Turrillas", siempre incluímos una recepción en el AyuntamienTo con visita guiada por consistorio para continuar con el recorrido del encierro de la mano del fuera de serie de ponerse en las astas del toro en el tramo Telefónica-Callejón, Juan Pedro Lecuona y terminar en la Plaza Monumental donde no hay mejor cicerone que el conserje Mariano de la Iglesia Peña. Este año ya hemos hecho la reserva turística para la expedición cordobesa de Peñarroya-Pueblonuevo para el sábado 4 de junio a las 13,30 horas a través de Miguel Ángel Alústiza de la Casa de Misericordia, que es quien corta el bacalao en este capítulo de la Meca.
MARIANO, EL GUARDIÁN DE LA PLAZA
Lo
que muy poca gente sabe es que tras la
Plaza de Toros
de Pamplona se esconde una figura en la sombra que hace que la
Plaza esté
siempre a punto. Estamos hablando de Mariano de la
Iglesia Peña, conserje de la
Plaza, que con una labor constante y callada consigue que la
Plaza esté cada
año en condiciones para ser disfrutada por todos los pamploneses y visitantes
en San Fermín.
- ¿Cómo conseguiste este trabajo en la plaza?
- Yo soy salmantino, pero me fui de Salamanca con 16 años. Después estuve 18 años viviendo en San Sebastián y las circunstancias laborales en el año 79-80 estaban como ahora o peor. Estuve tres años en paro, hasta que me cogieron en la Casa de Misericordia a trabajar. Allí estuve trabajando como auxiliar de enfermería y como cuidador general de la casa. Y lo de venirme a la plaza fue algo casual. Mi antecesor se jubiló y me dijeron: “Mariano, tu que pareces trabajador y tienes cabeza, a la Plaza de toros.” Y aquí vine. No sin antes consultarlo con la familia. Ya que es un puesto de trabajo que no depende de ti mismo. Aquí una persona sola no hace nada. Y aquí me vine con mi mujer y mis dos hijos. Y ya llevamos viviendo 12 años en Pamplona y 18 en la plaza.
- Yo soy salmantino, pero me fui de Salamanca con 16 años. Después estuve 18 años viviendo en San Sebastián y las circunstancias laborales en el año 79-80 estaban como ahora o peor. Estuve tres años en paro, hasta que me cogieron en la Casa de Misericordia a trabajar. Allí estuve trabajando como auxiliar de enfermería y como cuidador general de la casa. Y lo de venirme a la plaza fue algo casual. Mi antecesor se jubiló y me dijeron: “Mariano, tu que pareces trabajador y tienes cabeza, a la Plaza de toros.” Y aquí vine. No sin antes consultarlo con la familia. Ya que es un puesto de trabajo que no depende de ti mismo. Aquí una persona sola no hace nada. Y aquí me vine con mi mujer y mis dos hijos. Y ya llevamos viviendo 12 años en Pamplona y 18 en la plaza.
- ¿Entonces tu mujer e hijos también sienten ese amor por el
toro?
- No tiene que ver nada que sientas afición por el toro o no la tengas. Esto es un trabajo al fin y al cabo. Tampoco tiene por qué gustarte.
Además aquí el trabajo es muy amplio y muy variado.
- ¿Que se hace exactamente aquí en la plaza?
- Pues todo el mantenimiento de la plaza. La pintura, la
electricidad, la limpieza de la plaza, escayolar… ante cualquier desperfecto
que se ocasione durante el año soy yo quien se encarga. Si que es verdad que
las fechas justo antes de Sanfermines la Casa Misericordia me manda un par de
profesionales, un fontanero, un electricista… para realizar una revisión de la
plaza y su puesta a punto.
Aparte de ello me encargo de organizar y supervisar todos los
demás eventos que hay en la plaza a lo largo del año: como la feria de navidad,
la feria de la cerveza, la vuelta ciclista que terminaba en la plaza me
dio mucho trabajo…
- ¿El resto del año también trabaja mucho? Hay mucha actividad?
- Sin ir más lejos, el mes que viene se celebrará la Feria
de Abril aquí en la plaza me suelo acostar a las 4 de la mañana. Cada vez más se están
popularizando este tipo de eventos que hacen que esté ocupado. Pero no me
quejo, me considero una persona muy activa.
.- ¿Cuantos eventos de este tipo se celebran actualmente?
- Este año: el 15 de julio se terminaban los Sanfermines, para
el 18 de agosto teníamos el evento de la vuelta ciclista imagínate…Luego tuvimos un evento de salto de motos el 10 de
septiembre. Después comenzó la feria del marisco que duro 2 semanas, nada más
terminar esto empezaba la feria de navidad y a montar todos los puestecillos de
regalos. Esto estuvo hasta el 20 de enero, 3 semanas duró. Después hemos
tenemos esto de la feria de abril. Y por ultimo nos queda la fiesta de la
cerveza que se celebra en junio y luego ya estamos en Sanfermines. Es un no
parar.
- ¿Y cuándo se empiezan a preparar los Sanfermines de un año para
otro?
- Los Sanfermines si terminan el día 14 de julio, tienes que
empezar a prepararlos el día 15. Si quieres que toda salga bien y perfecto
debes hacerlo así. Tú ves una corrida, ves cómo pasan los Sanfermines y parece
que no ha pasado nada, que todo se hace solo. Pero no, hay mucho, mucho trabajo
detrás. Debes organizarlo y planificarlo todo milimétricamente. Por que claro,
todos estos eventos a lo largo del año te quitan mucho tiempo.
- Y una vez ya llegan los Sanfermines, ¿cómo es un día para
Mariano de la Iglesia?
- Pues un día son 24 horas sin parar. Son 7 días de 24 horas
sin descanso. Estoy todo el día trabajando. No creas que tengo comida por aquí
comida por allá. Yo aquí dentro no soy un relaciones públicas. A mí siempre me
gusta estar en la sombra, como un trabajador más, pero no se mueve un
ápice sin que yo lo sepa. Una cosa es vivir la fiesta y otra vivir para la
fiesta. Yo me considero de este segundo grupo.
Yo controlo desde corrales, a caballos, a toros, a personal
de servicio, como almohadillas, mulilleros…todo.
- ¿La relación con toreros o altos cargos que se pasearan por tu
casa en Sanfermines?
- La relación la tienes, pero intento que sea una relación casi
profesional. Me gusta pasar desapercibido. Los toreros realmente son de las
personas que más poquito tiempo están en la plaza, vienen, faenan y se van. Tengo más relación con mayorales o ganaderos. Además aquí a Pamplona, no sé
a otras plazas, pero aquí viene toda la familia de la ganadería. Y aquí
naturalmente se les recibe y se les hace un aperitivo, una comida…
- ¿Y en Sanfermines tu presencias las corridas de toros?
- No. No tengo tiempo. Creo que en 18 años que llevo en la
plaza nunca me he sentado a ver una corrida, como mucho habré visto un toro
entero. Y mi misión repito es vivir para la fiesta y controlar y supervisar la
labor de un equipo de 300 personas.
- ¿Te quejas de que es un trabajo duro y sufrido?
- No para nada. Esto es un trabajo duro, pero que lo cojo con
gusto. Si no lo aguantara no llevaría 18 años aquí, lo habría mandado a freír
puñetas hace mucho tiempo. Lo que hago lo hago por que creo que es mi deber y
mi responsabilidad hacerlo.
Además yo me siento muy bien y muy orgulloso cuando ves que
un año más los Sanfermines han salido bien y nadie se ha quejado.
- Por último, ¿has recibido alguna vez algún premio o algún
reconocimiento aquí en la plaza?
- SI… Pero no me gustan mucho los premios. Me dieron el Bombo
de Oro que lo otorga la Peña La Jarana, era la primera vez que este premio se
lo otorgaban a un trabajador de la plaza. El premio era en honor a todos los
trabajadores de la plaza que posibilitan las corridas pero lo recibí yo.
LA PLAZA DE TOROS DE PAMPLONA SE ABRIRÁ
A LAS VISITAS Y CONTENDRÁ UN MUSEO
la idea podría ser una realidad en
primavera
Experimentar en el callejón de la plaza lo que sucede en un encierro cuando los toros van a entrar al ruedo, poder recorrer los rincones más significativos del coso pamplonés con todo tipo de explicaciones y datos, y visitar en una de las cuadras del patio de caballos un museo con las piezas más significativas de la plaza. Como el buen aficionado taurino diría, la Casa de Misericordia de Pamplona se ha dispuesto finalmente a coger el toro por los cuernos para hacer realidad un proyecto que barajaba desde hace tiempo: abrir la plaza de toros a las visitas turísticas y hacerlo además con la oferta añadida de acceder a un museo taurino. El proceso ya está en marcha. De hecho, esta semana se conocerán las ofertas al concurso que se ha convocado para adjudicar los audiovisuales que se van a proyectar durante las visitas.
“Queremos tener el resultado antes de San Fermín para que la
adjudicataria tenga tiempo durante las fiestas para grabar el material que
necesite”, explica Fernando Redón, autor del proyecto, además de arquitecto y
miembro de la Junta de la Casa de Misericordia, gestora de la plaza. Por lo
demás, no hay mayor prisa que la que comenzará a marcar el calendario cuando
pasen el otoño y el invierno, y la primavera de 2016 se vaya acercando.
“Estamos dando los pasos con tranquilidad, sobre todo porque buena parte del recorrido de las visitas va a transcurrir a la intemperie, por el ruedo, y por eso tenemos pensado comenzar en primavera, aunque se trate de dar uso a la plaza durante todo el año”, añade Redón.
“Estamos dando los pasos con tranquilidad, sobre todo porque buena parte del recorrido de las visitas va a transcurrir a la intemperie, por el ruedo, y por eso tenemos pensado comenzar en primavera, aunque se trate de dar uso a la plaza durante todo el año”, añade Redón.
Atractivo al visitante
Únicamente algunos privilegiados consiguen actualmente que la
Casa de Misericordia les permita visitar la plaza de toros, en grupos reducidos
y acompañados siempre por el conserje. Son muchas sin embargo las personas,
generalmente turistas, que se interesan por entrar en ella, muchas veces para
culminar un recorrido que han iniciado en los corrales de Santo Domingo, en el
mismo punto donde comienza el encierro.
“Lo que se pretende es abrir la plaza, superar la actual infrautilización del edificio y darle un atractivo más a ese trayecto que muchos días recorren cientos de personas. Pensamos que puede funcionar bien y, además, todos los beneficios se destinarán a sufragar los gastos de funcionamiento de la Meca”.
Ante esa posibilidad Fernando Redón preparó hace tiempo un boceto, un anteproyecto que presentó a los miembros de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia y que recibió el visto bueno. Ahora todas aquellas ideas están tomando cuerpo y van surgiendo algunas nuevas que podrían llegar a completar el proyecto. No se descarta por ejemplo estudiar la posibilidad de abrir el bar del interior de la plaza o habilitar una tienda de venta de recuerdos en el interior, bajo los tendidos.
“Lo que se pretende es abrir la plaza, superar la actual infrautilización del edificio y darle un atractivo más a ese trayecto que muchos días recorren cientos de personas. Pensamos que puede funcionar bien y, además, todos los beneficios se destinarán a sufragar los gastos de funcionamiento de la Meca”.
Ante esa posibilidad Fernando Redón preparó hace tiempo un boceto, un anteproyecto que presentó a los miembros de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia y que recibió el visto bueno. Ahora todas aquellas ideas están tomando cuerpo y van surgiendo algunas nuevas que podrían llegar a completar el proyecto. No se descarta por ejemplo estudiar la posibilidad de abrir el bar del interior de la plaza o habilitar una tienda de venta de recuerdos en el interior, bajo los tendidos.
No más de una hora
Lo que sí tiene bastante claro Fernando Redón es que la visita
no tiene que prolongarse por espacio superior a una hora. “Barajamos de momento
los 50 minutos, que es un tiempo adecuado, sobre todo si tenemos en cuenta que
solamente durante 10 minutos el visitante estará sentado para ver un
documental”.
“La visita podría comenzar en el callejón por el que entra el encierro al ruedo, con un audiovisual envolvente que recrearía la llegada de los toros a la plaza y los mozos corriendo delante, pero sin entrar en el morbo, destacando la belleza de la carrera y la bravura de los toros. Luego se atravesaría el ruedo para entrar a los corrales y al apartado, y enseñar también la enfermería”.
Habría también dos importantes referencias, ambas en las cuadras del patio de caballos. La más pequeña se adaptaría como sala de proyección para un audiovisual de no más de 10 minutos de duración, sobre la historia del toro de lidia. La segunda cuadra, la de mayor tamaño y también la más destacada arquitectónicamente, se acondicionaría como sala de museo de la plaza.
“La visita podría comenzar en el callejón por el que entra el encierro al ruedo, con un audiovisual envolvente que recrearía la llegada de los toros a la plaza y los mozos corriendo delante, pero sin entrar en el morbo, destacando la belleza de la carrera y la bravura de los toros. Luego se atravesaría el ruedo para entrar a los corrales y al apartado, y enseñar también la enfermería”.
Habría también dos importantes referencias, ambas en las cuadras del patio de caballos. La más pequeña se adaptaría como sala de proyección para un audiovisual de no más de 10 minutos de duración, sobre la historia del toro de lidia. La segunda cuadra, la de mayor tamaño y también la más destacada arquitectónicamente, se acondicionaría como sala de museo de la plaza.
“Debemos de tener claro que todas estas estructuras que se
requieren para las cuadras tienen que tener una característica indispensable, y
es que tienen que ser fáciles de quitar y poner porque a finales del mes de
junio habrá que desmontar todo”, recuerda Redón. (Koldo Larrea)
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