ARTÍFICE PRINCIPAL DEL ACTUAL OSASUNA
Fermín Ezcurra, nacido en 1922, en Oricáin (Navarra),
conocido por ser el Presidente de Osasuna más longevo de su historia, con 23
temporadas al frente del club rojillo, superando las 11 de Jacinto Saldise. Durante su mandato el club inició igualmente la marcha más longeva de su
historia en Primera División con un total de 14
temporadas.En 1971 fue designado presidente de Osasuna, a fin de tutelar el crédito que había otorgado al club la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, de la que era ejecutivo. Si
bien dados los buenos resultados económicos y deportivos obtenidos se mantuvo
en el cargo hasta su dimisión en el año 1994. También es recordado por crear durante su
mandato las Instalaciones de Tajonar, en las que se da cabida a todo el fútbol
base y profesional del club. Gracias a la buena gestión económica que hizo de
Osasuna durante su mandato, en 1992 Osasuna fue uno de los únicos cuatro
clubes de la Primera División Española, que no fue obligado por ley a
convertirse en Sociedad Anónima Deportiva siguiendo
hasta la actualidad siendo asociación deportiva no mercantil.Actualmente ostenta el cargo de Presidente de
Honor de Osasuna y el Consejo de Ministros le otorgó la medalla al Mérito
Deportivo por su labor en el club rojillo. Durante su mandato se creó el Torneo Interescolar durante las navidades del año 1982.
UNA OPINIÓN EN SU 90 CUMPLEAÑOS
Leo en el periódico que hoy, 12 de septiembre,
don Fermín Ezcurra cumple 90 años. No me une nada con este señor, ni he hablado
jamás con él, pero siento mucho respeto por el presidente ejemplar que era
cuando yo empecé a mamar esto del fútbol y, más concretamente, del osasunismo.
De vez en cuando le veo pasear por Pamplona, y cuando sucede me acuerdo de los tiempos en los que bajaba al estadio de la mano de mi padre y me contaba las historias de Osasuna cuando él era pequeño. Me decía que era un lujo tener un presidente que parecía serio y que había logrado mantener a Osasuna en Primera División tantos años.
Sin más, que seguro que no me lee... ¡¡Felicidades, don Fermín!!
PD: Esperará Osasuna a que fallezca Ezcurra para hacerle el homenaje que merece. Creo que en vida se disfrutan más de las cosas...
De vez en cuando le veo pasear por Pamplona, y cuando sucede me acuerdo de los tiempos en los que bajaba al estadio de la mano de mi padre y me contaba las historias de Osasuna cuando él era pequeño. Me decía que era un lujo tener un presidente que parecía serio y que había logrado mantener a Osasuna en Primera División tantos años.
Sin más, que seguro que no me lee... ¡¡Felicidades, don Fermín!!
PD: Esperará Osasuna a que fallezca Ezcurra para hacerle el homenaje que merece. Creo que en vida se disfrutan más de las cosas...
El Osasuna de Fermín Ezcurra: Pepe Alzate y Pedro Mari Zabalza
Las personas de alguna edad recordarán sin duda que
antes de este Osasuna descendido, arruinado y moroso hubo un Osasuna que no
sólo luchaba por los primeros puestos de la liga en Primera y jugaba la UEFA,
sino que además estaba bien gestionado y perfectamente saneado. Naturalmente nos referimos a aquel Osasuna de tiempos de Fermín Ezcurra.La gestión estaba basada en un
principio muy simple: no gastar más de lo que se ingresaba.
De CLUB MODÉLICO A CLUB EMBARGADO
Desde la marcha de Fermín Ezcurra y
el descenso a la Segunda División. El encargado de coger el timón fue el
segundo de a bordo de Ezcurra, Javier Garro, pero las inversiones que realizó,
el proyecto deportivo con Chechu Rojo y hasta su propia junta directiva le
dieron la espalda. De hecho uno de sus directivos encabezó una rebelión a bordo
que acabó con la marcha de Garro y la entrada de Irigaray, Senosiain y Oteiza.
Con ellos llegó el conflicto económico y deportivo, que explica la actual deuda
de 672 millones. Se pagaron 6 millones a un amigo del directivo Pedro Senosiain
por un informe económico que vale tan sólo uno; se pagaron cifras altas por
traspasos, con comisiones abultadas a representantes, véase Ion Becali,
apoderado del delantero rumano Gane y que cobró él la mitad de los 83 millones
de traspaso para dárselos al club de origen, la Universidad de Craiova.
Se
pidieron créditos a entidades bancarias y se abrieron cuentas a nombre del club
donde se colocaba el dinero cobrado por traspasos, como los de Pollock o
Ullathorne, a las que sólo tenían acceso el presidente y sus directivos de
confianza. Muchos millones de deuda, operaciones extrañas y un declive
económico que buscaba la salida de la presidencia ante el clamor generalizado,
eso sí, intentando salvar los millones avalados para llegar a la presidencia.
Los acreedores no sólo era la Hacienda foral, sino personas tan diferentes como
un ex directivo que sustentaba económicamente el club hasta la marcha de Javier
Garro, Javier Bacaicoa, o el propio Peñarol de Montevideo. La caída económica
osasunista ha hecho que pase del todo a la nada. Fue uno de los cuatro equipos
que no tenían obligación de hacerse Sociedad Anónima Deportiva, junto al
Barcelona, Athletic y Real Madrid con una economía ejemplar y quedando, por
ello, fuera del plan de saneamiento. De ahí pasó a tener que pedir un crédito
para pagar sueldos a los jugadores.
Este declive ha sido muy grave, ya que Tajonar, la gran obra que acometió Fermín Ezcurra,
no sólo es una gran instalación futbolística con cinco campos (dos de hierba
natural y otro de artificial) y múltiples instalaciones, sino que afecta
a aproximadamente 200 jugadores de diferentes edades. Pero
aún hay más. Se trata de la seña de identidad del club y de una buena fuente de
ingresos en los últimos años. Las ventas de J. A. Goikoetxea, Unzué, Ziganda,
José Mari, Nagore, Lacruz o Ezquerro han proporcionado una buena cantidad de
millones, que sirvieron para que Fermín Ezcurra pudiera tener una economía
saneada y Juan Luis Irigaray pudiera conseguir los avales que prestó al entrar
a la presidencia y poder marcharse al final. Además, Tajonar es el punto de
referencia de la afición rojilla, que ve cómo los principales jugadores y la
mayoría de la plantilla actual proviene de estas instalaciones. Los López
Vallejo, Palacios, Yanguas y Ziganda comenzaron a dar sus primeras pasados en estos campos de Tajonar ahora propiedad Gobierno de Navarra. Deuda, hipotecas y embargos le han llevardo a perder su joya
más preciada junto con el Estadio del Sadar.
UNA PROPUESTA DE JUSTICIA
CIUDAD DEL FUTBOL D. FERMÍN EZCURRA ESAÍN
SERIA BONITO Y A LA PAR RECONOCER SU GRAN LABOR.
Aunque para los jóvenes de ahora es un nombre que les pueda parecer lejano, en el espacio y en el tiempo, deciros que para los de mi generación es la figura más legendaria de Osasuna. Pensaréis que son exageraciones, pero seguid leyéndome y me decís después.
Fermín Ezcurra asumió la presidencia a principios de los años 70, es decir hace unos 40 años. El equipo, con muchas dificultades económicas, deambulaba de 2ª a 3ª, y viceversa.. Entonces no había 2ªB, y la 3ª eran dos grupos, norte y sur, es decir una 2ª B actual pero con la mitad de equipos, mucho más exigente. Casi siempre nos paseábamos por 3ª, nuestros rivales solían ser Logroñés y Leonesa, pero en 2ª no solíamos dar la talla y volvíamos a descender. Todo cambió hacia el año 77. Con Gª Verdugo subimos y nos mantuvimos un par de años, pero su ciclo acabó. Desde el punto de vista económico la máxima fundamental de Ezcurra era no gastar nunca más de lo que se tiene, así que poco a poco iba enderezando nuestra economía. Su saber como director de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona lo aplicó con buen tino en nuestro club, director de los de antes, nada que ver con lo que vemos ahora.
En el verano del año 79 contrató a un balcánico, Petkovic, para mantener el equipo estable en segunda, el mal recuerdo de la tercera estaba aún muy reciente. El croata no consiguió los permisos diplomáticos pertinentes - estábamos en la guerra fría- así que aprisa y corriendo se tiró de la solución B, un joven entrenador que había hecho campeón al Sangüesa, Pepe Alzate. Alzate trajo nuevas ideas, sistema de juego, sofrólogo, calderetes de confraternización entre semana, navarrización. Eran otros tiempos... Los resultados, fantásticos: ascenso el primer año y 4 permanencias consecutivas. Después de 16 años entre 3ª y 2ª, Ezcurra condujo a Osasuna a la élite cuando su objetivo era básicamente sanear las cuentas y consolidarnos en 2ª.
A partir de aquí, locura en Navarra, casi 18 mil socios y 30 mil personas cada 15 días. Limpieza de deudas, y con superavit todos los años, se le ocurrió -seguro muy bien asesorado- la decisión más transcendental. Osasuna entrenaba en el Sadarcillo, en el solar que ahora ocupa ese infame edificio que todos conocemos, y no era de recibo, era un patatal de ceniza. Y se iban a correr a la Vuelta del Castillo, indecente para un equipo de primera. La decisión era comprar unos terrenos en Tajonar, lugar donde el primer equipo debería entrenar y donde se sembraría el germen del desarrollo de Osasuna como entidad. Casi nada. Hay personas que tienen una capacidad de saber leer el futuro y D. Fermín era uno de ellos, era nuestro Moisés que nos condujo por el desierto hacia la tierra prometida. Entonces esta decisión fue valorada positivamente pero nadie podía llegar a prever la repercusión tan trascendente que reportaría en el futuro. Sólo él lo vio, y aunque seguro fue bien asesorado, él fue quien lo hizo viable.
AHORA DECIMOS "BENDITA TACAÑERÍA"
Otros clubes- todos los demás- con ese superavit siguieron fichando sin parar y endeudándose hasta las cejas, nosotros pasito a pasito como la hormiguita sembrando para el futuro. Así como fuera le empezaron a valorar, en Pamplona algunos le reprochaban su "tacañería", sanbenito con el que cargó hasta el último día de presidente. En el plano deportivo tras Alzate fichó la 84-85 a Ivan Brizc, que nos clasificó por vez primera a la Uefa. Ni la clasificación europea sirvió para cambiar su política económica y seguimos como la hormiguita, sin malgastar.La primera decisión incómoda fue la destitución de Brizc, que aunque no acorde con sus formas, notuvo más remedio que adoptar ante la negrísima racha de resultados y la presión social. Su sustituto, Zabalza. Zabalza y Ezcurra, Ezcurra y Zabalza, tanto monta monta tanto. Un matrimonio sencillamente perfecto que produjo una estabilidad tal que posibilitó unos años fantásticos desde el punto de vista deportivo, y aceptables desde el punto de vista económico.
Sus peores tragos, lo que tuvo que aguantar en palcos, prensa,federaciones a raíz de las trifulcas con el Real Madrid y los 2 destierros a los que nos castigaron. Desde el punto de vista deportivo, un 4º puesto, un 5º, un 6º y una semifinal de Copa, además de 2 dignísimas Uefas.
A mediados de los 80, todos los clubs arrastraban deudas astronómicas y hubo por decreto un plan de saneamiento del fútbol español- que lo pagamos todos- . Pero había un club que no debía NADA; Osasuna. Así que nos concedieron "como premio" unos fondos con los que se construyó la grada nueva....y a todos los demás les limpiaron las deudas...Menudo país.
Decir también que para conseguir cuadrar cuentas, Ezcurra tuvo que vender a: Rípodas, Goiko, Bustingorri, Ziganda,Ibáñez, Larrainzar, Kosecki, etc,etc, así que muchos hoy mismo también le criticarían...eso ha pasado toda la vida.
La temporada 93-94 fue de nefasto recuerdo. Llevábamos unos años que no salía calidad de Tajonar, junto con la falta de acierto en los fichajes y sobre todo la larga lesión de nuestro mejor hombre, Urban, abocó a Osasuna a ser farolillo rojo destacado en diciembre. Como medida en una decisión desesperada la decisión más dolorosa que podía tomar, la destitución de Pedro Mari Zabalza, y el nombramiento de Martín Monreal como entrenador.
Agotado, presionado, incomprendido a veces, tras más de 20 años al timón de la nave rojilla, tomó una mala decisión para el osasunismo, pero comprensible desde el punto de vista personal. Su dimisión como presidente 3 meses antes de acabar la temporada nos descabezó en el peor momento, en beneficio de su entonces vicepresidente Garro. Comenzaba así la fase más oscura de la historia más moderna de Osasuna. Pero Tajonar siempre estará ahí.
La lógica dice que por cuestión de ley natural, D.Fermín Ezcurra nos faltará más pronto que tarde, y entonces muchos se rasgarán las vestiduras y le dedicarán grandes discursos y letras, pero no lo hacen en vida. Yo sinceramente, le considero merecedor de que su nombre figure como nombre de nuestro estadio.
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