LOS TRANSISTORES POPULARIZARON EL CICLISMO DE LAS GRANDES VUELTAS
La llegada de los transistores a los hogares del ciudadano normal permitía seguir a través de las ondas la actualidad del ciclismo: Vuelta a España,Tour de Francia y Giro de Italia, como grandes eventos de masas. El ciclismo seguía siendo un deporte para fanáticos. "Boliche" lo pudo comprobar cuando acudió por vez primera al Tour de Francia:
-A nosotros nos parecía que la Vuelta a España era el summun, aunque al Tour se le tenía respeto. Cuando en 1960 estuve en la carrera francesa me quedé petrificado. Aquello era otro mundo, estábamos a años luz. Si no lo veo no lo creo. La organización era impresionante, los vehículos de otra galaxia, las comunicaciones nada comparables con las de la Vuelta a España. Recuerdo una etapa, Zaragoza-Bayona que pasaba por Pamplona en 1956. Bahamontes portaba el dorsal número 1 y Jesús Galdeano la corría por tercera y última vez. El pelotón entró por la Avda. Zaragoza y varios corredores se sentaron en los bordillos de la aceras. La organización les dio unos bocadillos y allí los comieron. Se hospedaban en pensiones tenían la obligación de lavarse cada dìa los maillots y tenderlos a la calle. De ahí que los directores de hotel no podían soportar un fuerte olor a linimento y ropa sucia por lo que los ciclistas eran unos apestados.
LA TELEVISIÓN LO CAMBIÓ TODO
Los ciclistas pasaron de ser considerados apestados a convertirse en los esforzados de la ruta por la dureza de este deporte y las penalidades que tienen que pasar ciclistas y espectadores. Para "Boliche" es un deporte especial por su dureza y penurias climatológicas, causadas por los rigores atmosféricos.
-La gente de este mundillo tiene una sensibilidad especial. No recuerdo haberme ganado ningún enemigo. Los ciclistas agradecen que les eches una mano cuando van fundidos en una escapada de cientos de kilómetros. Me han llegado a decir: "Oye, Boliche, no podía más, gracias por animarme. Eso no se paga con dinero. Por eso siempre he pensado que el ciclismo es diferente.
En Navarra sólo se programaban unas 20 carreras en los años 50. Por aquel entonces despuntaba un chavalín llamado José Miguel Echávarri, muy rápido en las llegadas pero al que el faltaba fondo para conseguir metas más altas.
EL DEBUT DE JOSÉ MIGUEL ECHÁVARRI
El joven de Abárzuza había fichado por el BIC en noviembre de 1968. El equipo era una mezcolanza de corredores españoles, franceses, holandeses, belgas, alemanes y hasta luxemburgueses. El BIC contaba con tres ganadores del Tour (Jacques Anquetil, Jan Janssen y Lucien Aimar y por otro famoso, Jean Marie Leblanc. El debut de José Miguel Echávarri tuvo lugar en la Vuelta al País Vasco, que fue el preludio curiosamente, años después, al paso por Guetaria cuando Echávarri no pudo más y reventado se bajó de la bicicleta junto a su compañero Jan Janssen, que le arropó en el último suspiro como profesional con "Boliche" como testigo de excepción.
CAMPEONATO DE ESPAÑA EN ESTELLA
Con victoria de Pérez Francés. "Boliche" era muy querido en tierra Estella. De hecho el Club Ciclista Estella le concedió la insignia de oro y brillantes cuando Jesús Galdeano ocupaba la presidencia. En Estella siempre se ha entendido mucho de ciclismo y en la Merindad siempre le han tenido un cariño especial a "Boliche".
-Cuando voy por Estella, Luquin, Oteiza, Villatuerta, Dicastillo, Abárzuza...me siento como en mi propia casa.
EL PATER SIEMPRE AL QUITE
En las vueltas no faltaba el pater, que incluso se atrevía a lanzar juicios a través del micrófono de "Boliche". Nunca faltaba un sacerdote en las carreras lo que demuestra cómo han cambiado los tiempos. El pater daba consejos, apoyaba en lo que podía con su asistencia espiritual siempre portando los santos óleos por si había algún accidente. El pater estaba acreditado como cualquier otro miembro de la organización. "Boliche" tenía por costumbre dejarle hablar al final de cada carrera lo que aprovechaba el pater para dar las gracias por no haber acudido y no tener que relatar ningún accidente.
Próximo capítulo:
Mariano Díaz, Federico Martín Bahamontes...
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