miércoles, 30 de mayo de 2018

LAS OBRAS REALIZADAS EN EL TEATRO GAYARRE LE HACEN MÁS ACCESIBLE



INSTALACIÓN DE UN ASCENSOR, ADECUACIÓN DEL ZAGUÁN Y APERTURA DE UNA NUEVA TAQUILLA, ENTRE LAS OBRAS REALIZADAS



El Teatro Gayarre ha emprendido unas obras que van a eliminar los problemas de accesibilidad que ahora plantea. Los responsables de la institución han abierto la posibilidad de que, mediante mecenazgo, las personas o empresas interesadas puedan hacer una aportación para ayudar a sufragar las reformas, que han cambiado el aspecto del zaguán exterior.
Las actividades del Teatro Gayarre ya fueron declaradas en su día proyecto Mecna al quedar amparadas por la Ley Foral de Mecenazgo Cultural de Navarra, con lo que las donaciones que reciba de particulares o empresas se benefician de ventajas fiscales. “Al tratarse de un proyecto de eliminación de barreras arquitectónicas que va a posibilitar que cualquier persona pueda acceder a cualquier lugar para disfrutar de nuestra programación cultural, un proyecto por tanto de interés social, solicitamos que la obra también fuera reconocida como proyecto Mecna por el Gobierno de Navarra, y la petición ha sido atendida”, explica Grego Navarro, directora gerente del Teatro.


Se abre así la posibilidad de que cualquiera pueda convertirse en mecenas de la reforma realizando una aportación. Si el dinero aportado está entre los 6 euros (el mínimo que puede donarse) y los 150, los particulares se deducirán el 80% de lo aportado en su declaración de la Renta, y partir de 150 la deducción es del 40%. En el caso de las empresas, la donación es un gasto fiscalmente deducible que permite reducir la base imponible del impuesto, con el límite del 3% de la cifra de negocio o del 30% de la base imponible previa a la reducción. Por otro lado, las empresas pueden deducir el 30% de la donación en la cuota líquida para los primeros 300 euros, y si se supera esta cantidad la deducción es del 20%.
El coste de los trabajos se va a financiar con cargo al presupuesto de la institución, abono que se reducirá con la cantidad que aporten quienes deseen colaborar como mecenas. El lema del proyecto es ‘Del Gayarre al cielo’, combinando las ideas del ascensor que sube “y que aquí se pueden ver disciplinas y actuaciones con las que disfrutas y te pueden llevar a otros mundos”, comenta Grego Navarro.



El objeto principal de las obras es instalar un ascensor que posibilite a las personas con discapacidad o con movilidad reducida el acceso a los palcos y anfiteatro. “Disponíamos de un espacio en la sala reservado para quienes venían con silla de ruedas, pero había otras personas con dificultades para subir escaleras que se veían obligadas a pagar las entradas de sala porque no podían llegar a un palco o al anfiteatro, que son más baratas, y si se habían agotado las butacas de la sala se tenían que ir”, señala la directora gerente, quien muestra su satisfacción porque todo el mundo tenga las mismas posibilidades de acceso a los diversos espacios del edificio.
El pasado 17 de julio dieron comienzo las obras de instalación del ascensor, dando cumplimiento a un histórico anhelo de los responsables del Teatro. Está en la parte derecha del zaguán, donde estaban las ventanillas de las taquillas que van a ser sustituidas por un mostrador situado en el lado izquierdo. “Hemos aprovechado también para contar con una rampa en condiciones porque la anterior era una solución provisional adoptada tiempo atrás y que ni siquiera cumplía la normativa”, señala Navarro. El acceso general se realizará por la nueva puerta que se abre en la pared que ocupaban las taquillas. Los arquitectos autores del proyecto son Rakel Arbizu y Fermín Ibarrola, que también han intervenido en la escalera y han habilitado una terraza en la azotea apta para la realización de eventos.



Las obras finalizarán a mediados de noviembre y durante las mismas el Teatro ha mantenido su programación sin interrupciones. Están siendo meses de incomodidades, ruido y polvo, pero el público los soporta de buen grado, sin duda por tratarse de una institución tan enraizada en la ciudad, comenta Grego Navarro, quien confía en que esa circunstancia hará que sean numerosos los mecenas. 

Y para que nadie se quede sin disfrutar de los espectáculos, se va a sustituir el actual sistema de audio, que data de 2003, por otro que incluye auriculares que amplifican el sonido, adaptables a personas con audífonos e implantes cocleares, mientras que las personas invidentes podrán seguir lo que ocurre en el escenario con aparatos de audiodescripción.

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