De sobra es conocida la tradición coral en Navarra, expresada en la abundancia de orfeones, coros, corales. Y no digamos nada de la cantidad de escuelas de Jotas y Auroros que proliferan por todos los pueblos de la geografía navarra. Las Rondallas son el complemento, el acompañamiento inseparable de las jotas y las auroras.
PUNTO FINAL AL CICLO CORAL "MÚSICA EN RED"
Música en red es un nuevo ciclo organizado por la Federación de Coros de Navarra, en colaboración con el Ayuntamiento de Pamplona, para potenciar el intercambio y enriquecimiento entre coros de diferentes localidades, conservar y aumentar el patrimonio musical de los coros federados, dando especial presencia de compositores navarros. Favorecer la formación musical continuada y promover el acceso a la música coral de los más jóvenes desde una perspectiva más lúdica.“Música y cultura para todos”. Del 7 de octubre al 15 de diciembre, en Civivox Condestable, Mendillorri y San Jorge. Entrada libre.
PROGRAMA
II Festival de Otxotes de Navarra. Otxote Ozenki [San Sebastián], Otxote Ortzi [Baiona] y Otxote Gizonok [Pamplona]
7 OCTUBRE SÁBADO 19:30 MENDILLORRI
El Otxote constituye, quizás, el grupo coral más tí- pico y la más pura expresión del canto masculino autóctono de Euskalherria. Se trata de impulsar un certamen monográfico para recuperar la música de otxote como parte de nuestro patrimonio mu- sical y coral y relanzar la actividad coral de Otxotes.
Coro Santa María la Real de Voces Graves
13 OCTUBRE: CONDESTABLE
El Coro está formado, en su mayoría, por antiguos alumnos de la Escolanía Santa María la Real. Desde su creación en el año 2000, dirige el coro Pedro María Ardaiz.
Coro San Francisco de Asís
20 OCTUBRE: SAN JORGE.
Formado en el año 1992 por el franciscano Saturnino Urbistondo, desde 2014, dirige el coro Ana Isabel Ariño Plana.
Arturo Kanpion abesbatza y Coral Liguori
10 NOVIEMBRE: MENDILLORRI
Arturo Kanpion Abesbatza fue creado en el barrio de la Txantrea. Actualmente está compuesto por 34 personas dirigidas por Mikel Lumbreras.
La Coral Liguori se fundó en el año 1989, al ce- lebrarse las bodas de plata de la fundación de la Escolanía‘Niños Cantores de Navarra’. Dirigida por Jesús María Olite Ibiricu.
Grupo Vocal Elkhos
17 NOVIEMBRE: CONDESTABLE
El Grupo Vocal Elkhos se creó en el año 2004 por iniciativa de su fundador y director Carlos Gorri- cho Otermin y otras personas relacionadas con la música. Actualmente está compuesto por 22 personas.
IV Encuentro Coral de las Regiones: Orkatz Abesbatza [Zegama], Choeur Itsasoa [Biarritz], Coro Divertimento [Pamplona]
18 NOVIEMBRE: JUS LA ROCHA
Uno de los objetivos de la Federación es potenciar el intercambio y enriquecimiento cultural entre los diferentes coros de Navarra y otras comunidades autónomas. Es un estímulo para dar a conocer la música coral y promover el acceso a ella desde una perspectiva más lúdica.
Presentación del Coro Lírico de la Federación de Coros de Navarra
25 NOVIEMBRE: ITURRAMA
Dirección musical: Jordi Freixa.
Coral Oberena y Coral Media Luna
15 DICIEMBRE, VIERNES 20:00. MENDILLORRI
La Coral Oberena, formada en 1990, cuenta hoy con veintiséis cantores, dirigidos por Alfonso Ortiz desde su fundación. La Coral Media Luna empezó su andadura en octubre de 1996. En la actualidad, dirige la Coral Erika Imizkoz.
La Federación de Coros de Navarra presentó en civivox Iturrama el nuevo Coro Lírico. dirigido por Jordi Freixa. Interpretaron obras de Verdi, Bellini, Wagner, Bizet, Breton, Vives y Sorozábal.
La creación de un coro lírico responde a una necesidad detectada por la Federación, siempre partiendo de la base que no es habitual este tipo de música en los coros. Por ello se realizó una convocatoria y, tras una prueba de voz, se ha creó un coro con 80 personas cuyo último fin es la formación, algo que correrá a cargo del director lírico Jordi Freixa, supervisado por Salvatore Caputo, que ya impartió el primer taller de Opera y Zarzuela y que volverá a hacerlo en mayo antes de la gala de presentación de del Coro Lírico en la sala principal de Baluarte con todos los honores como merece la ocasión..
LA MÚSICA CORAL DE GRAN ARRAIGO
El coro es una expresión
musical de profundo contenido social, por obtener su sustancia de la vida
misma, condensando en él, el espíritu de una sociedad determinada. Los coros de
aficionados donde generalmente su composición humana está formada por personas
de diversa extracción social, que desarrollan diferentes ocupaciones en la vida
diaria, aportan una serie de elementos enriquecedores, como: sus
experiencias cotidianas, diversidad de pensamiento y gusto por la música, cada
uno desde su estado – estudiante, ama de casa, obrero, empleado, comerciante,
jubilado y profesional, quienes convocados por la magia del canto coral, llegan
a formar una fraternal familia donde se atenúan – cuando no desaparecen - las
barreras de la comunicación que la sociedad ha creado artificialmente entre sus
miembros. Vale decir, que la música y en especial el canto coral articulan una conciencia común y el desarrollo armonioso de
la personalidad del corista, donde a la par de una irreemplazable vivencia
artística, se adquieren las bases de un comportamiento social de
profundas connotaciones humanísticas. Sentimientos de compañerismo,
responsabilidad, solidaridad, respeto al semejante, tolerancia y la
incentivación de los hábitos del orden, de la disciplina de conjunto y la
constancia, son algunos de los rasgos que se encuentran en la labor
coral. El cantante es el instrumento insustituible para
que las obras corales de todas las épocas y países cobren vida para
cumplir su función cultural”.
CANTAR EN CORO TIENE COMPENSACIÓN
“El canto coral adquiere
un elevando sentido social al unir en las agrupaciones corales a seres humanos
de diferentes círculos culturales, estratos sociales, ideologías, religiones,
razas, sexos y edades”
La persona que procura
pertenecer a un coro tiene en mente ante todo un objetivo: cantar con otros,
participando en actividades que le permitan expresarse musicalmente, en un
contexto de socialización y encuentro.
Los coristas no alfabetizados
musicalmente, perciben este arte como una globalidad en la que melodía,
armonía, ritmo, instrumentación, textura, color y expresividad son
indistinguibles e inseparables. La cercanía y el manejo de las partituras
corales, han permitido a los coristas, descubrir y entender todos los
elementos musicales mencionados anteriormente.
EL CORO Y SU RELACIÓN CON EL MEDIO
Se ha dicho al principio, que el coro es una
formación musical de hondo contenido social; este fenómeno se acentúa
particularmente en las ciudades y poblaciones pequeñas donde actividades como:
la coral, los grupos de baile tradicional, de bordado, gastronomía y/o de
cualquier otra actividad que tenga íntima relación con la conservación del
patrimonio cultural y tradicional intangible se consideran dinamizadoras
de la cultura y del encuentro social entre las gentes.
El proceso interno de asimilación del quehacer
musical y coral, nos permite saber las metas que se debe trazar un coro para
convertirse en un eficaz elemento de acierto cultural. Utilizar un
lenguaje apropiado al medio social al que pertenece, formando un
repertorio de obras proporcionado a las posibilidades de los coristas y de
captación de los diversos auditorios donde sea requerido.
De esta manera, se cumple con un doble propósito:
Facilitar al coro la asimilación y comprensión interna del material en estudio,
creando una conciencia auténtica de intereses entre sus integrantes y
desde otro punto de vista, transmitir plenamente el mensaje artístico en toda
su potencia expresiva, con la seguridad de que serán apreciadas sus
intervenciones musicales.
Con el apoyo que algunos Ayuntamientos
han brindado a los grupos corales ha logrado su formación musical y su
participación en variados eventos musicales de orden provincial, nacional
e internacional, que enriquecen el espíritu, el buen sentido de amistad y
compañerismo que los caracteriza. El cantar algunas obras conjuntamente con
otros coros, el compartir experiencias musicales,
conocer nuevos repertorios corales y departir un rato socialmente, ha
sido y será siempre una experiencia única.
La práctica coral puede constituirse en un
instrumento de Educación musical y de desarrollo cultural grande, de
notable trascendencia y eficacia dentro de una comunidad. El coro de
aficionados, debe ser auténtico, disfrutar de la actividad musical, no cantar
con un único objetivo competitivo y ser consciente de sus posibilidades
artísticas, las cuales vienen dadas de acuerdo a su formación, disciplina de
conjunto y años de entrenamiento.
“No compitas con nadie,
No tienes que demostrarle nada
a nadie
No tienes que llegar a donde
otro llegó
Sólo tienes que superar tus
propios límite
No sólo tienden a moverse irresistiblemente
al unísono al ritmo de la música, sus corazones laten también a la vez. A los
pocos minutos de empezar a cantar su pulso se acompasa y como consecuencia “el canto crea un patrón emocional compartido
entre los miembros del coro”.
La
investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de Gotemburgo y está
liderada por Björn Vickhoff, del Instituto de Neurociencias y Fisiología de la
Academia Sahlgrenska, que además de neurocientífico es cantautor. Su grupo
investiga las respuestas biológicas de las personas a la música y cómo ésta
afecta a su salud, como parte del proyecto “Las partituras del cuerpo”.
Es conocido que cantar en un coro es muy saludable y promueve
el bienestar, comienzan diciendo los investigadores en su
artículo. El motivo del efecto saludable puede deberse a que “cantar supone llevar un ritmo de respiración
más lento de lo normal, lo que a su vez repercute en la actividad cardiaca”.
Y es que “acoplar el ritmo cardiaco a una respiración lenta tiene un efecto subjetivo y biológico calmante y es
beneficioso para la función cardiovascular”, explican.
Que la respiración nos ayuda a calmarnos no
es nuevo. Los psicólogos se sirven de ese efecto cuando enseñan a sus pacientes
a controlar la ansiedad haciendo
respiraciones lentas y pausadas. El mismo resultado se consigue
con el Tai-Chi, que acompasa movimientos lentos y respiración, como muy bien
saben quienes lo han practicado. Y cantar es otra forma de respiración guiada
capaz de modificar la tasa cardiaca. La longitud de las frases de la canción
conduce la respiración, que se vuelve regular, lenta y profunda, explican los
investigadores.
Para comprobar
cómo la estructura musical influye en el ritmo cardiaco de los miembros del
coro, en diciembre de 2012 Björn Vickhoff y su grupo de investigación reunieron
a quince estudiantes de 18 años de ambos sexos de una escuela secundaria de
Gotemburgo, que llevaron a cabo tres ejercicios corales: un zumbido monótono,
interpretar un conocido himno sueco y cantar un mantra lento. En cada caso se
registró el ritmo cardíaco de los miembros del coro.
Los resultados mostraron que cantar al unísono tiene un efecto de
sincronización del ritmo cardíaco de los cantantes, que tiende a aumentar y
disminuir al mismo tiempo al ritmo que marca la música. “El
canto regula la actividad del nervio vago, que está implicado en nuestra vida emocional y la comunicación con los
demás y que, por ejemplo, afecta a nuestro timbre vocal. Las canciones con
frases largas logran el mismo efecto que los ejercicios de respiración en el
yoga. En otras palabras, a través del canto podemos ejercer cierto control
sobre los estados mentales”, explica Vickhoff.
El nervio vago forma parte del sistema
parasimpático, que tiene una acción relajante sobre el organismo.
Y su función es enviar señales para ralentizar los órganos que inerva, entre
ellos el corazón y los pulmones. Al inspirar, el nervio vago provoca un ligero
aumento de la tasa cardiaca y una disminución al expulsar el aire. El
Acoplamiento de la variación del ritmo cardíaco (VRC) a la respiración se denomina
arritmia sinusal respiratorio (RSA), y es una variación natural en la
frecuencia cardiaca que se produce durante un ciclo de respiración. Es también
una medida de la actividad del sistema nervioso parasimpático. La arritmia
sinusal respiratoria es más
pronunciada en personas jóvenes con buena condición física y no sometidas a
estrés, destacan los investigadores. El canto coral, al pautar
la respiración, produciría un aumento de la RSA, responsable de la sensación de
bienestar.
Emociones
compartidas
Pero los beneficios no se quedan ahí. Cantar
unidos, según los investigadores, hace que las emociones también se “sintonicen”. De
hecho, un tono vagal alto se asocia a emociones positivas. “Cuando las personas
cantan juntas, sus corazones empiezan a latir al mismo ritmo. Más exactamente,
el nervio vago, que va desde el tronco del encéfalo hasta el corazón, se activa
de manera similar a una bomba. Expulsar el aire al cantar es lo que activa el
nervio y reduce la frecuencia cardíaca. Puesto que esto a su vez provoca una
respuesta emocional, el
canto crea un patrón emocional compartido entre los miembros del coro”,
explica Vichkhoff. Cantar en un coro es un ejemplo de acción conjunta,
continúa, ya que los cantantes tienen que adaptar sus voces, palabras y ritmo al
grupo. “Esto significa que los coralistas sincronizan los impulsos neurológicos
que regulan estos factores y, como demostramos, también sincronizan su
respiración y por tanto su ritmo cardiaco y emociones”.
“Ya sabíamos que el canto coral sincroniza los movimientos
musculares de los cantantes y las actividades neuronales
que las hacen posibles. Ahora también sabemos que esto se aplica al
corazón", resalta. En el siguiente paso el grupo quiere investigar si la
sincronización biológica de los cantantes corales también crea una perspectiva mental compartida que
podría ser utilizada como un método para el fortalecimiento de la capacidad de
colaborar.
“La música ha
desempeñado una función importante en la vida cotidiana y espiritual de las
personas durante miles de años. Las canciones más lentas parecen tener los
mayores efectos sobre la variabilidad del ritmo cardíaco. Muchos himnos tienen
un ritmo relativamente lento, y es muy posible que esto pueda ayudar a los
miembros de una congregación a conectar entre sí. Pueden tener una función
religiosa, que les haga sentir "aquí estamos experimentando esta mañana de
Navidad juntos"”.
Y no sólo religiosa, no en vano cada país
tiene un himno que suena en las ocasiones importantes y que es capaz de
emocionar a quienes lo escuchan. “Cantar
es a menudo una expresión de una voluntad colectiva”, explica
el neurocientífico sueco. “Pensemos de estadios de fútbol, en los himnos de la
escuela, coros religiosos o desfiles militares. Nuestra investigación muestra
que ritos sincronizados contribuyen a la solidaridad de grupo”.
Los resultados de su investigación pueden
tener también aplicaciones más inmediatas, como “ayudar a reducir el dolor,
aliviar la ansiedad preoperatoria o aumentar la motivación para afrontar un
proceso de rehabilitación” por medio del canto. Y es que cantar, a partir de ahora, puede considerarse con toda
propiedad una actividad en la que “se pone el corazón”, con la implicación
emocional que ello supone, y más si se hace en compañía de
otros. No es extraño que el grupo ABBA cantara hace ya casi tres décadas
aquello de “quiero dar las gracias a las canciones, que transmiten emociones.
Quiero dar las gracias, por lo que me hacen sentir. Debo admitir que por la
música vale vivir…” Y vivir, según este estudio, con mejor salud física y
emocional.
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