martes, 27 de junio de 2017

RAÚL GARCÍA, EL ÚLTIMO Y MÁS CARO FICHAJE DE LA HISTORIA DEL ATHLETIC



El Athletic es un club único. Su especial filosofía de jugar exclusivamente con futbolistas nacidos y/o formados en Euskal Herria le confiere un incalculable valor añadido, sobre todo en términos de identificación de la afición con el equipo y de compromiso de los jugadores con el escudo; pero también limita su capacidad de movimiento en el mercado. Solo así se puede llegar a entender que un club con unos objetivos tan ambiciosos, que una vez más buscará repetir un billete continental a través de la Liga y llegar lo más lejos posible en la Copa y en la Europa League.
El último refuerzo externo que ha recibido la primera plantilla rojiblanco es el de Raúl García. El Athletic llegó a un acuerdo con el Atlético para cerrar el traspaso del mediapunta navarro a cambio de un desembolso de diez millones, que le convierten en el fichaje más caro bajo la presidencia de Josu Urrutia. El excolchonero firmó un contrato por cuatro temporadas, de las que ya se han consumido la mitad, con una cláusula de rescisión de cuarenta millones.
Esta incorporación se anunció el 30 de agosto de 2015. Desde entonces han pasado ya, contando con el de hoy, casi dos años. Tiempo que ha aprovechado Raúl García para consolidarse como uno de los principales referentes del equipo rojiblanco tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Su presencia en el once por detrás de Adúriz ha condicionado notablemente el estilo de juego desarrollado por los leones bajo la dirección de Ernesto Valverde. Tiene menos contacto con el balón que sus predecesores en dicha posición, pero a cambio ofrece una mayor llegada y poder rematador. Por otro lado, se ha ganado al sector de la afición que era reacio a su fichaje a base de sacrificio, entrega y espíritu de lucha. Siempre priorizando el interés colectivo sobre el individual.

El del mediapunta navarro fue el decimotercer refuerzo desde que Urrutia accedió a la presidencia del Athletic, de lo cual se cumplirán seis años el próximo 7 de julio. Y resulta significativo que solo cuatro, entre ellos Raúl, eran completamente ajenos a la entidad bilbaína hasta ese momento. Los otros nueve (70%) habían pasado antes por Lezama, ya fuera en el primer equipo o en las categorías inferiores.

Las excepciones, además de la ya comentada del centrocampista formado en Osasuna antes de firmar con el Atlético, son Mikel Rico, Borja Viguera y Gorka Elustondo. El centrocampista de Arrigorriaga, por el que se pagaron 2’8 millones al Granada en agosto de 2013, fue uno de los pilares del equipo que sacó el billete para la previa de la Champions y aunque ha ido perdiendo peso en las últimas campañas siempre se ha mostrado como una opción de garantía para Txingurri. Durante la pretemporada se verá si José Ángel Ziganda comparte esta impresión. El delantero riojano, que costó un millón tras coronarse como pichichi de Segunda en 2014 con el Alavés, y Gorka Elustondo, que llegó libre de la Real en 2015, ya se han desvinculado del club.
Los otros fichajes supusieron el regreso de nueve jugadores con pasado rojiblanco. En el verano de 2012, llegaron los tres primeros retornos: Aritz Aduriz, previo pago de 2’5 millones al Valencia; Iago Herrerín, después de un paréntesis de dos años en el filial del Atlético; e Isma López, recuperado tras su buen papel en el Lugo. El donostiarra está ofreciendo los mejores años de su carrera desde entonces. El portero, tras un año cedido en el Numancia, ha cumplido como suplente de Iraizoz, primero, y Kepa, después. Y el navarro tuvo un paso fugaz.


Un año después, regresaron Beñat Etxebarria, traspasado desde el Betis por nueve millones, Mikel Balenziaga, repescado del Valladolid por 600.000 euros, Kike Sola, cuyo fichaje dejó 4’3 ‘kilos’ en las arcas de Osasuna, y Xabi Etxeita, que vino libre del Elche. Los dos primeros son titulares, el delantero afronta su última campaña con escasas expectativas tras sus infructuosas cesiones y el zornotzarra ha sido el cuarto central la pasada campaña. Por último, Eneko Bóveda, procedente del Eibar, y Javi Eraso, del Leganés, volvieron con la carta de libertad hace dos veranos y, hasta ahora, forman parte de la segunda unidad.

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