QUERER, SABER Y PODER
"Todo parece imposible hasta que se hace" (Nelson Mandela).
"La música expresa todo aquello que no puede
decirse y no puede quedar en el silencio" (Vìctor Hugo).
Son dos frases preferidas del tenor navarro Igor Peral, que
un día abandonó la carrera de química cuando estaba al final del camino para
elegir una carrera de fondo, la música, donde son muchos los llamados y pocos
los elegidos que triunfan por la dificultad que entraña, los obstáculos que hay
que salvar en manos siempre de programadores y productoras.
JUVENTUD , TALENTO,
TRABAJO
Igor Peral Goldáraz ha elegido ser cantante de música
clásica, principalmente ópera y zarzuela (lo que conocemos como género lírico)
y está así mismo especializado en música de cámara para voz y piano con su
amigo Gonzalo Trevijano. Atrás quedan los primeros estudios en el Conservatorio
Julián Romano de Estella de solfeo, materias teóricas y Txistu que inició
cuando contaba 8 años.
- Formé parte de la Coral Ereintza hasta que a los 18 años
me fui a San Sebastián a estudiar una carrera universitaria. En cierta medida
siempre se ha tenido en España, la tendencia a ver la música como una ocupación
“de segundo nivel”, una profesión de futuro incierto, poco probable y demasiado
aventurada. Por ello se creía que había que estudiar antes, algo “serio” que
pudiera ofrecer mayores garantías de futuro. Yo tenía facilidad para la rama de
ciencias y cursé casi toda la carrera de Química. Me enrolé en el Orfeón
Donostiarra, pues tenía verdadera pasión por la música, más que por la química
... Perfeccioné el uso y manejo de la voz y en 2009 decidí volver a Navarra
para trabajar ya como cantante.
Analizando tu biografía vemos que ingresaste en la
Agrupación Profesional "Nova Lux Ensemble" de la Coral de Cámara de
Pamplona, ya desaparecida, víctima de la crisis económica.
- En 2011 me traslado a Madrid para trabajar en el Coro
Titular del Teatro Real donde permanecí hasta agosto de 2014, año en que
decido aventurarme para emprender mi carrera en solitario como cantante. Me
siento realizado, disfruto de lo que hago, meto todas las horas que hagan falta
para hacer de mi profesión un trabajo estable, con aspiraciones. Cada día
aprendo algo nuevo.
Ahora viene a Navarra a cargar las pilas, a llenar de
oxigeno Sus pulmones siempre que encuentra un hueco en su agenda de ensayos y
conciertos. No como cuando era chaval que pasaba largas temporadas en
Cirauqui, el pueblo de su madre.
- Ahora mandan los viajes, los hoteles, los aviones, el ir
de aquí para allá con la maleta siempre preparada y la voz a punto. Sacrificio,
disciplina, compromiso son las armas para llegar a la meta que me he marcado.
Se es cantante las 24 horas del día aunque sólo ensayes 8 diarias. Para mí
dedicarme a la música es un privilegio, aunque tengas implícitamente que
renunciar a algunas cosas y debas cuidarte física y mentalmente mientras tus
amigos se divierten de forma despreocupada . Si quiero vivir de la música, debo
ser consciente de que es algo difícil (o incluso más complicado hoy en día)
como consecuencia de los recortes impuestos por la actual coyuntura económica,
el famoso 21% de IVA que se nos impone, que han obligado a apretarse el
cinturón a los programadores a la hora de contratar. Me dicen que en Navarra
pasa como en todos los sitios que visito. Se han reducido casi a la mitad los
presupuestos que se venían dedicando desde los Ayuntamientos e Instituciones
públicas a cultura, festejos , música y pelota … tan arraigados en Navarra.
DEBE PRIMAR LA VOZ SOBRE
EL ESPECTÁCULO
Parece que es una tendencia de los críticos especializados
en música lírica, la creencia de que debe primar la escenografía, el
espectáculo global, sobre la voz de los cantantes para llevar a los teatros ese
público que se resiste a volver.
-
Yo pienso que más que una labor o empeño de los críticos,
emerge como una aportación de los directores de escena. Históricamente podemos
decir que en la época dorada de la ópera los “dioses” o aquellos a los que se
vanagloriaba más y en quienes recaía el peso, eran los cantantes, los llamados
"divos". Primaba la belleza de la voz por encima de otros parámetros.
De ahí viene el "bel canto" que nos ha llegado como definición de
entonces. Primaba la belleza del canto, no tanto la riqueza en la orquestación,
sino que todo estaba al servicio del canto. Después viene una época en que la
hegemonía de la ópera pasa a los directores de orquesta, que son quienes ocupan
el liderazgo, cobrando a su vez las orquestas una mayor importancia y
visibilidad. Las producciones se montan en función de los más afamados
directores musicales. Finalmente ese protagonismo ha pasado hoy día en gran
medida, a los directores de escena, que son los que han tomado el relevo de ser
los renovadores del género. Algunos de ellos se han erigido a sí mismos como
salvadores de la ópera. Yo pienso que renovar o actualizar las formas y moldes
con los que se sirve la ópera hoy día, no está mal, siempre y cuando se consiga
acercar a públicos nuevos y se haga con sumo respeto a las obras e intérpretes.
La renovación del género, ese “cambio de ropajes” debe hacerse sin que se
pierda la verdadera esencia de la ópera. El cantante, cuando llega a una nueva
producción, viene con una buena parte del trabajo ya hecho a los primeros
ensayos. Por tu cuenta has trabajado tu personaje situándolo en el contexto
histórico, dentro de los valores sociales, morales y educacionales que se
tuvieran en la época, entrando en el personaje, tratando de entenderlo y
concebirlo como se haría en aquella época en la que fue escrito el libreto. Por
eso es conveniente leer y trasladarse al tiempo que le tocó vivir, ver
cómo se le ha “retratado” en el cine, las costumbres sociales de la época
… No basta con leer el libreto, hay que ampliar el contenido y ver la manera de
pensar de entonces, cómo se entendía y concebía ese personaje. Luego cuando
llegas a la producción tienes que ser una esponja para asimilar lo que los
directores de escena y musical quieren conseguir de ti, ser dúctil y flexible y
empezar a moldear el personaje en base a la propuesta que ellos hayan ideado
para la producción. El cantante no deja de ser un mero intérprete de la obra,
dándole vida al personaje que canta, siendo la música la verdadera obra de
arte. Al director de escena se le da hoy día la potestad de poder
contextualizar la obra. Por ejemplo plantear un “L’elisir d’amore" en un
contexto actual, trasladando el contenido del libreto a un momento nuevo,
actual. En mi humilde modo de ver, los grandes directores de escena son
aquellos que siendo comprensivos y empáticos con las necesidades del cantante,
trabajan junto a él codo con codo, para conseguir un objetivo común sin
renunciar por ello a la propuesta escénica que ellos quieren lograr; En
ocasiones se admiten desencuentros entre ambos, sin que ello suponga un
problema sin solución. Aunque no se esté totalmente de acuerdo con decisiones
aisladas, el cantante predispuesto puede tratar de asumir lo que el director de
escena plantea y al menos intentar probarlo, antes de negarse a ello en
rotundo.
LA COMPAÑERA DE VIAJE DE IGOR ES LA MÚSICA, LE ESPERA SAN
SEBASTIÁN PARA SEGUIR LOS ENSAYOS DE LA COMEDIA "CASADO Y SOLTERO", LA ZARZUELA "LA
DEL MANOJO DE ROSAS", LA ÓPERA "LA TRAVIATA", SIN OLVIDAR "EL
CASERÍO"... Y MÁS.
Hacemos un alto en la entrevista y seguimos mañana con un
nuevo capítulo.
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