ELCABALLO ALADO COMO REFERENCIA
El caballo alado de la mitología griega da título a una de las más importantes colecciones de música sacra del compositor del siglo XVII Tarquinio Merula, que "Anima e Corpo" nos presenta por primera vez grabada en su totalidad.
Es éste ya el cuarto lanzamiento del sello discográfico creado por Raquel Andueza en el año 2010. Anima e Corpo surgió como iniciativa personal de un grupo de artistas con unos objetivos muy claros: realizar grabaciones de la más alta calidad, respetando los valores de la música antigua, dando a conocer repertorios recuperados del barroco español y europeo del siglo XVII y aportando la visión personal de sus creadores, al margen de las tendencias que otros sellos discográficos imponen a sus artistas. Siguiendo esta línea de pensamiento, han salido al mercado Yo soy la locura (2011), In Paradiso (2012), Alma mía (2013) y este Pegaso, trabajo que reúne a un gran número de artistas en comparación con los anteriores, tanto en la parte instrumental como en la vocal.
La soprano Raquel Andueza, directora artística del proyecto, es ya bien conocida por su trabajo en el campo de la música antigua, especialmente del siglo XVII, y por dar a conocer repertorios poco habituales que, gracias a ella, están ganando muchos aficionados y nuevo público. Ha colaborado con algunas de las más importantes agrupaciones especializadas en música antigua (L’Arpeggiata, Gli Incogniti, La Tempestad, Al Ayre Español, El Concierto Español, Private Musicke, Conductus Ensemble, La Real Cámara, Hippocampus, B’Rock, Orphénica Lyra, etc.), forma parte del cuarteto vocal La Colombina y es la fundadora de La Galanía, así como del dúo junto a Jesús Fernández Baena, siendo estos dos últimos los grupos representados por Anima e Corpo.
Junto a ella escuchamos las voces de Monika Mauch (soprano), Marta Infante (alto), Íñigo Casalí (tenor), Victor Sordo (tenor) y Hugo Oliveira (barítono), todos ellos grandes profesionales del repertorio barroco. En la parte instrumental, el grupo La Galanía, acompañante habitual de Raquel Andueza, que en esta ocasión cuenta con un amplio número de integrantes: José Manuel Navarro (violín), Pablo Prieto (violín), Vega Montero (violone), Miguel Jalôto (órgano), Manuel Villas (arpa), César Hualde (tiorba) y Jesús Fernández Baena (tiorba), que es además el coordinador de este proyecto. La obra que nos presentan destaca por ser una colección poco conocida e interpretada, pero también por su indudable calidad musical. Tarquinio Merula nació en 1595 en Busseto, componiendo sus primeras obras a los veinte años. Trabajó como organista, maestro de capilla y compositor, pudiéndose comparar su obra, según Pieter Mannaerts, con la de algunos de los mejores compositores del momento como Giovanni Gabrielli y Monteverdi. Compuso tanto música instrumental, (en la que fue pionero de algunas técnicas compositivas muy innovadoras que después serían desarrolladas por grandes músicos como Corelli) como vocal. En este último campo trabajaba en la línea de las innovaciones venecianas (la seconda prattica de Monteverdi) y de los madrigalistas. A pesar de todo ello, Merula es un músico en la actualidad bastante desconocido y sobre el que existe un vacío de información que, afortunadamente, se está en parte remediando gracias a recientes investigaciones.
Pegaso, opus 11, es una de las principales colecciones de música sacra de este compositor (género que supone casi la mitad de la obra total de Merula), impresa por primera vez en Venecia en el año 1640. Obtiene su título del caballo alado que en el Renacimiento pasó a conocerse como el caballo de las musas y que, según la mitología griega, hizo brotar la fuente Hipocrene, de la que las musas recibían su inspiración. En sus dieciséis piezas vocales, Pegaso, utiliza textos litúrgicos destinados a las distintas celebraciones del año, que trata mediante variadas técnicas compositivas como la imitación o la técnica del bajo ostinato, muy popular en la época y que podemos apreciar en el “Confitebor tibi”, construido sobre un bajo de chacona. Como eje central de la colección aparece la canzona instrumental “La Vesconte” que actúa a modo de intermedio entre las piezas vocales. Era éste, el de la canzona, un género en el que Merula destacó especialmente, y por el que es habitualmente conocido.
Las piezas que componen Pegaso son pequeñas joyas del repertorio del primer barroco italiano, resultado de un conocimiento profundo por parte del compositor de las técnicas del momento y de su aportación y genio personal. Obras cargadas de modernidad, espiritualidad y sentimiento, que no podían haber encontrado mejor vehículo de expresión que el del equipo que aquí nos lo presenta. Una compenetración total entre voces e instrumentos que nos permite captar hasta el último detalle de esta maravillosa obra de arte inspirada por las musas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario