El Giro del
centenario, fue presentado el martes 25 de octubre en Milán, mostró su
"respeto y amor" por el navarro Miguel Induráin, dos veces ganador de
la carrera rosa (1992 y 1993), quien recordó sus batallas en las carreteras
italianas con los ídolos locales de su época, Claudio Chiapucci y el 'Pirata'
Marco Pantani.
El recuerdo del Giro en relación al
campeón navarro lo resumió el presentador cuando 'Miguelón' subió al escenario
del Palacio de Hielo de Milán.
"Admiración y amor por Induráin, un
caballero cuando ganaba por su respeto al contrario. Tenía rivales, no
enemigos". Fueron las palabras que escuchó el también ganador del Tour de
Francia en cinco ocasiones.
Induráin, ganador de la ronda italiana
dos veces, en un país que adora y cuida a sus campeones, recordó ante la
audiencia que es posible compaginar la amistad con la rivalidad deportiva.
Admiración y amor por Induráin, un
caballero cuando ganaba por su respeto al contrario. Tenía rivales, no
enemigos"
"Tuve grandes peleas deportivas con
ellos, pero luego también había amistad, ya que coincidíamos en muchas
carreras, en los hoteles...Yo tenía que correr a mi estilo. Si eras fuerte en
contrarreloj, tenías que coger tiempo para defenderlo en la montaña. Trataba de
controlar el pelotón y guardar para la subida, donde marcaba mi ritmo",
explicó.
Salió a relucir el episodio del Giro de
1994, cuando Induráin sufrió una terrible 'pájara' en el Mortirolo ante el
acoso de Pantani, gran animador de aquella edición, que luego se prolongó en
Aprica, donde el español se despidió de ganar su tercer Giro consecutivo.
"Pantani era un gran escalador,
explosivo, que luego mejoró contrarreloj. No tenía nada que ver con mi estilo.
Yo iba a mi ritmo. Recuerdo que se escapó en el Mortirolo, le alcancé bajando y
luego no pude comer y sufrí en Aprica cuando atacó de nuevo", comentó.
Preguntado por el significado del Giro
en su trayectoria profesional, Induráin se refirió a sus recuerdos de
aficionado y a los intereses de su equipo.
"El Giro era importante para el
equipo porque todos los patrocinadores menos Banesto eran italianos: la
bicicleta, la ropa, componentes... Era una carrera que seguía por televisión,
había visto a campeones con Merckx o Hinault y sentía atracción por las grandes
vueltas, y el Giro era una de ellas", concluyó.
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