viernes, 12 de agosto de 2016

SOBRE ENTRENADORES "GANA PARTIDOS" Y "TRÁFICO DE NIÑOS" EN EL FÚTBOL BASE


Se debe acabar con la mala praxis a la hora de reclutar chavales en edad escolar priorizando el resultado sobre la formación



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La pertinaz mala praxis en el fútbol base modesto a la hora de reclutar niños priorizando el aspecto competitivo sobre el formativo y educativo ha llevado a una cincuentena de clubes del País Vasco a dar un sonoro golpe sobre la mesa cuyo fin último no es otro que tratar de acabar con los trasvases indiscriminados de chavales en edad escolar, por desgracia tan al orden del día en estos últimos años.
La decisión ha sido el resultante de una larga serie de conversaciones entre técnicos preocupados por el peligroso devenir de un modo de actuación que amenaza muy seriamente el tradicional proceso formativo apoyado en valores como el compañerismo, la solidaridad o el crecimiento aritmético, para fiarlo todo al resultado, tan al uso en el mundo profesional.  
Una primera reunión, llevada a cabo a fines del pasado mes de abril y a la que acudieron 22 clubes vascos, sirvió de piedra fundacional a una iniciativa sin precedentes en todo el territorio patrio a la que se han ido sumando diferentes clubes hasta alcanzar el medio centenar.



Todo empezó con el WhatsApp que tienen los coordinadores de los clubes para intercambiar información o acordar amistosos. Algunos mostraron su malestar con ese mercadeo de niños por parte de ciertos clubes y se lanzaron varias ideas. Se acordó hacer una primera reunión informal, que dio paso a otra en la que se sentaron las bases. Se decidió que había que protegerse contra esta praxis habitual de muchos clubes, que consiste en quitarse jugadores casi en cadena con el pretexto de mejorar la competitividad de sus equipos sin tener en cuenta al niño, al joven deportista. Lamentablemente se ha llegado a una utilización indiscriminada de esos niños por parte de los propios padres y de los clubes con la única meta de ganar partidos, restando todo valor a la relación del chaval con su club de procedencia. En no pocos casos se le lleva de una entidad a otra poniendo como excusa que es lo mejor para él, sin ni siquiera tener en cuenta su opinión. Es por eso que el objetivo es el de acabar con ese modus operandi tan dañino para el fútbol como herramienta formativa y educativa.
El acuerdo firmado por los cincuenta clubes vizcaínos les obliga a cumplir y respetar de manera estricta una normativa relativa a menores entre los 8 a 14 años (categorías benjamín, alevín e infantil), con independencia de la división en la que se encuentren inscritos. “El primer artículo prohíbe a cualquier representante de un club, ya sea coordinador, entrenador o directivo, ponerse en contacto con el representante legal de un jugador o con el mismo chaval, como a veces pasa, para que cambie de equipo.  
El segundo artículo hace referencia a la necesidad de hacer cumplir estrictamente las recomendaciones con respecto a la proximidad en la práctica del deporte en edad escolar.
La protección al fútbol escolar incluye también medidas coercitivas contra quienes vulneran su normativa, que van desde la ruptura inmediata de relaciones institucionales hasta las puramente deportivas. “Cuando un club denuncia a otro por llevarse o tratar de llevarse a alguno de sus jugadores, automáticamente todos los equipos reunidos rompen relaciones a nivel institucional con ese club que ha transgredido la norma. A partir de ese instante, ningún equipo puede disputar partidos amistosos ni participar en torneos que ese club organice, algo muy común, por ejemplo, en Semana Santa, Navidades o verano”.




A fecha de hoy, son nueve los clubes que han sido denunciados por mala praxis en los fichajes desde que arrancó esta singular y contundente iniciativa ‘anti-mercadeo’.


DE APLICACIÓN PARA NAVARRA


Llevo cuatro años siguiendo a mis nietos en C.D. Oberena y veo que viene al pelo la iniciativa tomada en el País Vasco. Con ser Oberena una escuela de fútbol de formación humana donde debería primar la educación sobre el resultado, en la práctica esto no siempre ocurre lamentablemente. Por eso es muy importante seleccionar bien los entrenadores y coordinadores de la cantera de los clubes porque los chavales traen un aire de formación y maneras que deben ser respetados y acrecentados. El perfil de un entrenador de fútbol de abajo debe ser con conocimientos y afición, por supuesto, pero de un talante educado, mejor si es universitario, bien hablado.




Porque los hay con unas formas y una lengua que chocan hasta a los mismos chicos que suelen ser  subsanadas en la mayoría de los casos por los padres, que suplen la falta de formación de algunos entrenadores "gana partidos". Yo asistí a un torneo amistoso en Cantabria en que el entrenador de Oberena, tras cientos de kilómetros de sus padres,  no alineó ni un minuto a algún jugador, desplazado con la misma ilusión que todos. Tras ese encuentro los padres de dos chicos decidieron abandonar el equipo para no ver amargados a sus hijos y que  fueran felices en otro haciendo lo que les gusta que es jugar al fútbol.
Las diferencias de nivel en categorías inferiores las hay pero en un equipo de once puede haber cinco de un nivel superior, el resto deben rotar con inteligencia, salero y gracia del entrenador porque eso es formación y competitividad, máxime si lo hacen todos los clubes. Seguiremos informando del trasiego de jugadores y entrenadores de fútbol base entre clubes de la Comunidad Foral, incluidos Oberena y Osasuna.

Conclusión: primero la formación del chico, luego el resultado, pero si puede ser las dos cosas a la vez, miel sobre hojuelas, mejor que mejor.

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