domingo, 19 de julio de 2015

EL ENCIERRO DEL HUARTEARRA AITOR ARÍSTREGUI, UN ESPECTÁCULO CON CARÁCTER

AITOR, CON SU CAMISA A RAYAS, ES UNA FIGURA DEL ENCIERRO
TODAS LAS FOTOGRAFÍAS CORRESPONDEN A ESTE AÑO 2015
El que se levante para las seis, el encierro correrá, San Fermín que todo lo ve, lo bendecirá”… Así rezaba un viejo cántico pamplonés llamando a los mozos a despegarse de las sábanas y acudir al encierro, hace decenas de años. Hoy la carrera comienza a las ocho, pero el “sprint” es parecido. Seguramente más apretujado que entonces pues la masificación hace que la carrera discurra entre empujones y codazos. Antes se cantaba aquello de “…las alpargatas ya puedas atar, que cuando tiran el chupinazo viene los toros….”. Hoy no se usa la alpargata blanca de suela de esparto, ahora se anudan los cordones de la zapatilla deportiva y a volar por las calles… Digo a volar porque los toros zumban que da gusto y el recorrido se cubre en un santiamén.


 El primero de ellos, el del sábado, no llegó a los tres minutos. Pero la pelea no es entre toro y mozo, no.  Se trata de “coger toro”, de “tocar pelo”  en medio de una pelea entre “corredores-combatientes” para intentar ponerse ante los astados. Y cuando lo logran, aspiran fuerte, corren con la mirada hacia atrás y sueltan el aire al salir del lance. En ese momento, se puede decir que han obtenido su trofeo y levantan la cabeza esbozando una sonrisa de satisfacción. Es como si se hubieran hecho los deberes del día. El encierro, al final, es casi casi un arte. Hay que saber esperar el momento y entrar al toro con la limpieza que los codazos permitan y seguir hacia adelante con valor y temple para irse de la cara del morlaco con gallardía. ¡Así se corre el encierro!. De esta manera entraban, hace unos años, los Atanasio, Eguiluz, los hermanos Etxaniz, Jokin Zuasti, “Boti”, Iñigo y compañía. Y así continúan haciéndolo los corredores, los buenos corredores. 


El encierro es valor, serenidad, entereza, energía, carácter,…arte, talento, genio, facultad, destreza,…sudor, sangre, lágrimas,…Muchos conceptos para unos segundos de gloria. Pero así es el encierro, así hay que aceptarlo y así hay que vivirlo. “Levántate pamplonica, levántate y pega un brinco, mira que ya son las cinco y el encierro es a las seis…”. Las viejas canciones continúan vigentes. Cambia la hora, pero el brinco, pienso yo, será igual el de hoy que el de ayer o anteayer. El encierro es gloria para el corredor y espectáculo para el que lo presencia.


























PRÓXIMO CAPÍTULO:  AITOR SE RECUPERA PENSANDO EN SAN SEBASTIÀN DE LOS REYES

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