Obituario
ROSARIO BAIGORRI GALDEANO, fundador de los grupos musicales “Jaialdi”
y “Solidario” de Villava
“Compañero, profesor, amigo. ¡qué suerte haberte conocido!”
ha sido el encabezamiento de la esquela de sus alumnos de acordeón. Y éstos los
cinco sentidos que han guiado sus pasos: "escuchar con vista, hablar con tacto,
decidir con olfato, observar con oído y elegir con gusto”.
El pasado 20 de marzo a los 80 años de edad decía adiós a
este mundo Rosario Baigorri Galdeano, un hombre nacido en Mañeru que ha pasado
toda su vida en Villava donde se casó con Martina Mayo, que falleció hace
cinco años y con la que tuvo un hijo, Patxi, que murió hace cuatro en accidente
de tráfico. Desde entonces Rosario se entregó más que nunca a la música.
Rosario era el mayor de 5 hermanos. Su hermana Marina lo
definía así: “ha luchado como un titán
con una gran resignación al final cuando me decía: “de esta no salgo”
para preguntarme a continuación “¿qué día es hoy?”. Al decirle lunes me salta
“venga, dile al médico que mañana tengo ensayo con el Grupo Solidario y tenemos
varias actuaciones estos días...”
Una fibrosis pulmonar oculta ha sido la culpable principal
de que no superara la intervención quirúrgica de cadera a que fue sometido tras
un resbalón. Tres semanas saliendo milagrosamente de la UCI para finalmente
sucumbir.
Para Rosario la música ha sido el mejor instrumento para
conseguir ser feliz. En su juventud recorrió toda la geografía foral con su
acordeón “Paolo Soprani”. Para él no había pueblo ni persona mala. Tuvo la suerte
de aprender a toca el acordeón de manos del gran músico de Burlada Ataulfo
Gainza.
Hace cuatro años con su amigo José Luis Lacunza puso en
macha el Grupo Solidario. El 2 de
febrero de 1982 fundó el Conjunto de
acordeones “Jaialdi” , que significa fiesta, que es lo que entraña el grupo
pues está considerado como “la fiesta de Villava”. En el Olentzero, Cabalgata
de Reyes, Carnavales, fiestas del Rosario en el pueblo. O cuando visitan
residencias y clubes de jubilados con sus biribiltekas, pourrusaldas,
zortizikos, dianas y sobre todo habaneras y el pasodoble “No te vayas de
Navarra” que le encantaba y con el que terminaba siempre todos los conciertos.
En el tanatorio pudimos saludar a sus pupilos de “Jaialdi”, muy emocionados: Angelines Alústiza, Yolanda
Méndez, Noelia Telletxea, Gerardo Mayo, Antonio Mendive, Jesús Mari Neri,
Martín Barbarin...y a los componentes del “Grupo Solidario”Jose Luis Lacunza,
Fernando Garayoa, Jose Antonio Montenegro, Javier Beorlegui, Segundo, Aguinaga,
Pedro Labari, Jorge, Jesús Nicolay, Jose Ramón Sánchez,
Pascual...entremezclados con la familia. La sobrina Nieves se quedaba con esta
impresión de su tío Rosario: “un hombre de apariencia sencilla pero muy
inteligente, intuitivo. Para lo mayor que era tenía un espíritu joven. Sabía
adaptarse a nosotros como una persona encantadora donde la bondad era su mejor
virtud y la música su refugio feliz". El jotero de la Chantrea, Fernando
Garayoa, acudió a despedirse con su esposa Mila y me decía: "una de las mejores
personas que he conocido, muy comprometido y ordenado, de una sensibilidad
exquisita. Cuando el médico le dijo que no podía tocar el acordeón, el mundo se
le vino abajo, pues era el móvil de su vida, dentro de su modestia pero siempre
con rigor y buscando el mejor nivel artístico como lo demuestra que el Grupo
Solidario, bajo su dirección, hemos
pisado los mejores escenarios de Navarra como Civicán, Civivox, Gayarre,
Clínica Universitaria, Casa de Misericordia , Rastrillo Nuevo Futuro..."
Ya no le veremos más al bueno de Rosario recorriendo las
calles de Villava ni dando clases a quienes en su día recibieron las primeras
lecciones de labios de Antonia y Lourdes. Rosario es el símbolo del músico
hecho a sí mismo, que ha gozado de la música popular hasta el último momento y por
eso ha sido despedido a ritmo de jota, interpretadas por sus amigos al admirado
y querido profesor.
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