Licenciada en INEF y Magisterio, el sueño de la defensa azulgrana, reciente campeona de España, es entrenar algún día a un equipo masculino: “Espero que las chicas logremos entrar en este mundillo”
En su primera temporada en el Barça, Ane Bergara aporta la experiencia y el aplomo que
el equipo de Xavi Llorens necesitaba
para convertirse en un referente en defensa. La jugadora navarra de 29 años (ex Lagunak, Espanyol y Real Sociedad
e internacional absoluta) es una garantía en la retaguardia.
Tiene como
referentes a Puyol y Piqué, pero además se ha
destapado como goleadora ocasional. “Mi objetivo es mantener la potería a cero, pero si veo que puedo
anotar en algún corner no lo voy a dejar escapar”, apunta.
Su pasión por del deporte la ha
llevado a practicar natación, waterpolo, atletismo, karate y pelota vasca,
hasta que se decidió por el fútbol. Comenzó a jugar en su población de origen,
Bera (Navarra), pero tuvo que emigrar a Francia porque el fin de semana no
había partidos y ella lo que quería era jugar.
Así, fichó por el Englantis
masculino. “Eran todo chicos y yo tenía un vestuario sólo para mi. En los
desplazamientos, me tenía que cambiar en las casetas de los árbitros... pero me
integré muy bien y me sentía muy respetada”, recuerda.
Su sueño, desde que tiene uso de razón,
es ser deportista de elite y vivir del deporte. Gracias a que el Barça se ha profesionalizado, Ane ha conseguido que “mi hobby sea también mi
profesión. Soy una privilegiada y juego a fútbol porque me apasiona, no por
dinero”, sostiene.
Su reconocida trayectoria ha
llegado a un punto culminante en el equipo azulgrana, donde no descarta apurar
sus últimos años como jugadoras. Después, su futuro parece bastante encaminado
hacia la docencia deportiva tras haber estudiado Magisterio, INEF y un curso de
entrenadora.
Ya ha ejercido de monitora deportiva en una escuela en Oiartzun y
“tengo muy claro que cuando se me acabe el fútbol, me gustaría dirigir de
entrada a un equipo de niños. Después, no me cierro puertas a nada”.
No obstante, sabe que el ámbito de los
banquillos la mujer aún tiene mucho camino que recorrer. En la Liga Femenina
sólo hay una entrenadora esta temporada, Milagros Martínez,
del Fundación Albacete, en un terreno dominado aún por hombres.
Acostumbrada a ver sus sueños
cumplidos, incluso los más inverosímiles, confía en que “en unos años veremos a
varias mujeres en los banquillos de fútbol masculino y, ¿por qué no? también en
el Barça, pero para eso aún falta un poco más”, exclama entre risas.
Elogia los sistemas de
entrenamiento novedosos y pioneros que utiliza el cuerpo técnico azulgrana, con
tecnología GPS y con sesiones monitorizadas:
“Es muy positivo para todas poder
ver las velocidades y las distancias que recorremos en los partidos y en los
entrenamientos, tener el máximo control porque nos acerca a la exigencia del
deporte masculino. Si queremos crecer, tenemos que exigirnos el máximo nivel y
a veces ves que no has hecho lo suficiente”, concluye esta jugadora incansable,
que siempre aspira a más y que se perfila como una futura entrenadora de primer nivel.
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