Rayo
Vallecano 1972-74)
At. Madrid (1974-78)
C.D. Burgos (1978-79)
C.D. Mallorca 1981-84)
C.D. Lorca (1985-86)
Rayo Vallecano (1985-86).
At. Madrid (1974-78)
C.D. Burgos (1978-79)
C.D. Mallorca 1981-84)
C.D. Lorca (1985-86)
Rayo Vallecano (1985-86).
A los
20 años debutó con el Rayo
y a los 31 se retiró en Vallecas.
Disputó un total de 283 partidos
entre los 5 equipos en que militó.
y a los 31 se retiró en Vallecas.
Disputó un total de 283 partidos
entre los 5 equipos en que militó.
En la
Selección Nacional Juvenil
tuvo de suplente a LuisArconada.
tuvo de suplente a LuisArconada.
A propósito de la reciente muerte
de Fernando, dos años mayor,
me parece bien sacar a relucir la
carrera
deportiva del portero,
que
pudo ser una figura si no hubiera
sido
tan "golfo", él mismo lo reconoce.
Así
va a quedar demostrado a las claras
en el
reportaje que ofrecemos de mi amigo
Mariano
Tirapu y amante de los toros.
Otrs aficiones: la
pintura,
la naturaleza, los perros
la naturaleza, los perros
y la juerga con una fuerte
alergia al trabajo, que lleva
con salero de guaperas.
La primera noticia de
la que tengo razón es que empezó jugando en el colegio en Pamplona, luego al
Infantil Pamplona y luego después al Osasuna. Enseguida llamo la atención de
los ojeadores del Atlético de Madrid que le ficharon para el filial del
mismo, el Atlético Madrileño, donde sus buenas actuaciones le valieron el
llamamiento de la Selección española de categoría juvenil. Seguidamente fue
cedido al Rayo Vallecano a mitad de temporada, donde cuajo unas buenos partidos
y contribuyo a paliar los apuros del equipo vallecano. Nada más llegar se
hizo con el puesto, que solo perdió a causa de una lesión. Seguidamente regreso
al Atlético Madrid de la máxima categoría, donde ganaría con el equipo
rojiblanco una Copa del rey en la temporada de 1975/76. Paso por el Burgos con
un resultado amargo, ya que curiosamente le dejaron la ficha sin pagar.
Portero según crónicas de la época
de una gran tranquilidad y aplomo en la portería. Trabajador incansable de los
tres palos se marcha por una temporada al Terrassa. En el año 1983 ficha por el
Mallorca y al final de esa temporada colgó los guantes en el futbol
profesional.
De familia de grandes
futbolistas, ya que su hermano Fernando Tirapu jugo también a un gran nivel en
el Valencia, Athletic Club (gran recuerdo nos quedo ya que participo en la
consecucion de una Copa del rey) y Osasuna.
«Todo lo que ha manifestado en un diario madrileño el jugador Tirapu es
incierto, todo cabe achacarlo a su fantasía. Esto no se arregla ya con
palabras. Responderá en los tribunales.» Son palabras que corresponden al
doctor Ibáñez, el médico del Atlético, que se encuentra, más que enfadado,
auténticamente indignado con las declaraciones realizadas por Tirapu ayer en el
diario As. En ellas, además de exponer sus quejas contra Luis, Tirapu afirmaba
que hace dos años el doctor Ibáñez le había dicho que no tenía nada en lo
referente a determinada lesión y que, sin embargo, estuvo a punto de morirse.
«Sé que lo que voy a exponerle -nos dice el médico del Atlético- es muy
fuerte y puede perjudicar al jugador, porque es un profesional del fútbol, pero
vistas las circunstancias no tengo más remedio que explicar la auténtica
realidad de los hechos, y no sólo los recientes, que en otras circunstancias
permanecerían en el más estricto secreto.»Acerca de lo que Tirapu afirma en el
sentido de que hace dos años casi se muere «es mentira. En el mes de diciembre
del 75 se le diagnosticó "bursitis trocantérea", que son unas
pequeñas dolencias en la cadera. Sin embargo, lo que inhabilita al jugador en
este tipo de molestias es el dolor, y como éste existía el doctor Garaizábal le
operé, y la intervención constituyó un éxito. Sin embargo, los días posteriores
se le apreció que tenía «febrícula», es decir, una fiebre no muy alta, que nos
dejó sorprendidos. Le volvimos a ingresar y se le tuvo en observación un día
completo. La flebre desapareció con esas veinticuatro horas de completo
reposo».
El doctor Ibáñez encuentra una explicación rotunda al porqué de esa fiebre.
«Estando ingresado en la clínica Covesa, nos quedamos de una pieza cuando el
administrador de la misma, el señor Arce, nos dijo que tenía que abrir un
expediente contra el jugador, y que iba a dar cuenta al club para echarle de la
clínica. No querían volver a verlo por allí, porque la había tomado «al
asalto». Venían señoritas y se consumía whisky en su habitación en dosis
importantes. Tenía en sus juergas un acompañante, otro jugador del Atlético
Madrileño al que el club echó. Los dos insultaban hasta a las empleadas. Los
enfermos de las habitaciones contiguas, lógicamente, acabaron protestando por
las j uergas organizadas. Tuvimos que advertirle, así como acelerar el que se
fuera a su casa. Fue entonces cuando le volvió la fiebre, pero no por la
herida, que presentaba un aspecto inmejorable, sino porque, al estar sometido a
medicación, si bebía y además se movía mucho en la cama... ya me contará.»
El club le abrió un expediente y el chico pareció recapacitar sobre su
conducta. Justo hasta este año, en que son de sobra conocidos sus nuevos e
inminentes problemas. Hoy, precisamente, el Atlético de Madrid adoptará su
decisión oficial sobre el nuevo expediente abierto al jugador. «En noviembre
del 77 se le operó de menisco. Tampoco hubo problemas. Pero llegó el 26 de
febrero, el domingo que el Atlético jugó en Cádiz. El no estaba convocado y
debía entrenarse en el estadio con el resto de compañeros que habían quedado en
Madrid. No lo hizo. Les dijo que los domingos no estaban hechos para
entrenarse. Dijo que le dolía una rodilla. Le vio el doctor Aparicio y no le
encontró nada. Al regreso, el miércoles, tras el partido de Brujas, le exploré
y tampoco le encontré nada. El insistía en el dolor. Le mandé a la clínica, al
doctor Garaizábal, y cuando llegó el propio jugador le comunicó al doctor que
no tenía nada, que había Simulado la lesión. No sé por qué lo hizo. Quizá
porque estaba enfadado por las 50.000 pesetas de multa que le había impuesto el
club por no entrenarse el domingo. Al día siguiente de confesar su culpa, sin
duda molesto porque el club no le perdonó la sanción, les dijo a los compañeros
que al miércoles siguiente se iba a lesionar. En efecto, al miércoles siguiente
dijo que le dolía el muslo. Le examiné y tampoco encontré nada. No obstante, y
como persistía en su actitud de no entrenarse, le quise ingresar en la clínica
para observarle mejor. No quiso ir. Y a raíz de ahí vino el expediente, donde,
además, él mismo ha declarado al club lo de su simulación.»
Tres meses de sanción
Por otra parte, el club acordó en reunión de la junta directiva de ayer
suspender con tres meses de empleo y sueldo al jugador y multarle con 100.000
pesetas. Esta sanción es la consecuencia del expediente que se le incoó por sus
acciones anteriores.
También se acordó la apertura de información sobre las declaraciones
aparecidas anteayer en el diario As.
En el Atlético, que recibe al Sevilla, en partido televisado, existe, tras
la victoria de Salamanca, un ambiente más optimista. El equipo dejó sus
negativos en el Helmántico y buscará congraciarse con su afición. Marcial
continúa ingresado en la clínica Covesa, y es baja para este partido, aunque,
por contra, podría registrarse la relparición de Leivinha. A Leal, por su
parte, le quitaron ayer la escayola del pie.
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