MOVISTAR y LUIS OCAÑA
Unzue movistar, Lo que hoy es Movistar es una suma de episodios cuyo prólogo se escribió hace más de treinta años.
Desde que Luis Ocaña, quien en breve tendrá una biografía del tamaño de su aureola, dejara la bicicleta, el ciclismo español entró en un periodo sombrío de escasos resultados que se alargó la última parte de los setenta e inicios de los ochenta.
Pero como todo ciclo, el periodo tocó a su fin, y éste llegó con la implosión del equipo Reynolds, principalmente, y una pléyade de ciclistas que con descaro y ganas como único equipaje dinamitaron el Tour de Francia de 1983.
Pedro Delgado, Laguía Angel Arroyo, Ciclista de siempre
Esa generación tenía un capitán, Angel Arroyo, y le seguían otros que luego harían camino dentro y fuera de las Españas, Pedro Delgado, José Luis Laguía, Julián Gorospe,… hasta entroncar con Miguel Indurain y la parte sustancial del ciclismo moderno español.
Por las huestes de la estructura navarra que pasaría por diferentes nombres echaron a andar magníficos ciclistas y pasaron otros que, aunque no formados en la casa, encontraron buenos éxitos en la misma, hablamos principalmente de Abraham Olano y Alejandro Valverde.
La sola mención de los actores de esta historia nos mete en harina y dimensiona la calidad y tamaño del grupo. Como hilo común una historia de frailes y dos hombres José Miguel Echávarri, un Dios con los pies en la tierra del ciclismo patrio, y Eusebio Unzué, su segundo, quien scon los años se ha mantenido en la primera línea.
Con Rui Costa en el Mundial de Florencia, Unzué saca pecho por firmar el único triunfo que le faltaba por asimilar: el arco iris de ruta.
En esta entrevista, Unzué repasa su excelsa trayectoria y algunos de los nombres que pasaron por sus manos. Es realmente un privilegiado, ni Cyrille Guimard puede atesorar un currículo de tal calidad y extensión.
Leyendo su palmarés y lo poco que le queda por ganar, y que poco hará por conseguirlo pues le dan alergia Roubaix y Flandes, resulta aún más terrible ver cómo malbarata las opciones de un equipo, el Movistar, que habiendo firmado un buen año, por la singular calidad que reúne, está lejos de lo que debiera ser en términos de espectáculo y resultados.
La frustración que produce ver varios hombres de azul todas las carreras, siempre en mayoría en los momentos clave, ejerciendo de mero relleno, ha sido la tónica de estos años. Lombardía, el último botón.
“Ganar con el mínimo de riesgo pues en el fondo la calidad acabará decidiendo”. Si Movistar fuera una casa, ese sería el lema del dintel de entrada.
Si vemos los mejores momentos del equipo, Rui Costa y Giovanni Visconti ganaron por que no corrieron al estilo Eusebio, y Nairo Quintana logró lo que logró por que es tan bueno que descorcha los límites tácticos de su mentor.
Eso sí, quien se ha ceñido al guion marcado, es decir Alejandro Valverde, se ha marcado una temporada gris, con resultados de mucho valor, pero muy alejados del tremendo ganador que fue este corredor.
«Un ciclista que es capaz de ganar una contrarreloj en la Vuelta a Andalucía, en una llegada en alto y en un grupo al sprint no muy amplio de corredores, es único a nivel mundial.
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