UN ÍDOLO CAÍDO CON ESTRÉPITO DE LA MANO PROFESIONAL: TIENE 39 AÑOS
Un juzgado de Pamplona
ha decretado la apertura de juicio oral por dos delitos de detención ilegal,
uno de amenazas condicionales y otro de lesiones con instrumento peligroso
La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Pamplona ha decretado la
apertura de juicio oral por dos delitos de detención ilegal, uno de amenazas
condicionales y otro de lesiones con instrumento peligroso contra el expelotari Mikel Goñi y otro encausado. El Ministerio Fiscal
solicita un total de 12 años de prisión para ambos y la fecha del juicio, así como el órgano judicial en el que se celebrará
aún están por determinar. Además, mientras dure la tramitación de la causa y en
tanto no recaiga resolución firme que ponga fin al procedimiento, el juez
mantiene la prohibición de los dos acusados de acercarse a menos de 200 metros
de la víctima y requiere a cada uno de los dos procesados que presten una
fianza de 15.093 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias que
pudieran imponerse en este proceso.
Mikel Goñi (25 de abril de 1977, Oronoz-Mugaire, Navarra) fue un magnífico pelotari, aunque
su vida desordenada, sus malos hábitos y el extraño comportamiento en algunos
partidos llevaron a las empresas a terminar por cerrarle las puertas
del profesionalismo. Tras destacar en juveniles y un breve paso por el campo
aficionado, inició una prometedora carrera en la élite. Sus mayores éxitos
fueron el subcampeonato en el Manomanista de Segunda y el
Parejas de 1999. Últimamente había dado el salto a la pequeña pantalla con el concurso El
Conquistador, de Euskal Telebista, donde daba mucho juego por su fuerte
carácter.
Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos
tienen su origen en septiembre de 2014, cuando Goñi alquiló una vivienda en el
Valle de Odieta al que posteriormente sería la víctima. Más adelante, el 30 de
noviembre de 2014, el expelotari junto con el también acusado Jesús María M.B.
y una tercera persona no identificada acudieron al domicilio de otro hombre al
que acusaron de haber robado una plantación de marihuana de la vivienda
alquilada junto con el propietario del piso y el amigo común que había
propiciado el alquiler. Ésta última persona acudió al domicilio al que también
habían ido los acusados, quienes, según el fiscal, "le ataron las manos con una cuerda a la espalda y en contra de
su voluntad lo subieron a un vehículo y trasladaron a un
descampado cercano al río en Elizondo, donde le propinaron
numerosos golpes y le retuvieron hasta las 3:00 horas del 1 de diciembre".
La víctima sufrió inflamación del lado izquierdo de la
cara y una herida incisa en la cabeza a consecuencia de los golpes.
Posteriormente, con la excusa de comprobar los daños causados en un cristal de
la vivienda, el acusado Mikel Goñi pidió al propietario del piso que acudiera
al mismo el día 1 de diciembre de 2014. Cuando llegó el propietario, los dos
acusados y una tercera persona no identificada "le
exigieron la entrega de 10.000 euros mientras le decían: 'Te voy a matar, hijo
de puta, me cago en tus muertos, o me traes
mañana a las doce los 10.000 euros o tú, tu familia y amistades corréis
peligro... venga hijo de puta", según recoge el fiscal.
El escrito de
acusación añade que para conseguir amedrentar a la víctima y que entregara el
dinero "los acusados le clavaron un
destornillador por debajo de la uña del dedo índice derecho y le realizaron un corte con el filo de una navaja en el dorso de la mano
izquierda". Al día siguiente la víctima entregó los 10.000 euros. Como
consecuencia de la agresión, la víctima sufrió lesiones consistentes en
hematoma subungueal circular de 0,5 centímetro en dedo de la mano derecha y
herida en dorso de la mano izquierda. El fiscal pide una pena de tres años de
prisión para los acusados por cada uno de los dos delitos de detención ilegal,
otros tres años de prisión por el delito de amenazas condicionales y otros tres
años por el delito de lesiones. Además, por una falta de lesiones pide imponer
una multa de 600 euros.
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