AL ROJO VIVO: EL ESTILO VILLAREJO LLEGA AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº 5 DE PAMPLONA

Al siniestro comisario jubilado Villarejo le bastaba un micrófono oculto y a un expolicía nacional de Pamplona una grabadora que dicen lleva siempre encima. Es el estilo Villarejo que como una sombra alargada ha llegado al Juzgado nº 5 de la vieja Iruña para chantajear a jueces y ciudadanos.

.Ahora va hacer dos años que sufrí un atentado contra mi persona protagonizado por un policía nacional de 69 años, jubilado, M.F.L., por una serie de cartas que él inició en un periódico local en las que menos bonito me decía de todo como organizador de un evento musical que trató de hundir sin conseguirlo pues va por la quinta edición. Su reacción, la de un energúmeno, como un obseso se lanzó sobre mí, logrando escapar mientras me decía "te voy a matar", "te voy a matar"... En esa huida desesperada con el expolicía tratando de darme alcance, al límite de mis fuerzas, caí y me fracturé la muñeca. Al ver que no daba señales de arrepentimiento el agresor sino todo lo contrario, a los días presenté denuncia de tan bochornoso episodio en la Comisaría de la Guardia Civil, pidiendo medidas cautelares de alejamiento.

Curiosamente el juicio sufrió dos aplazamientos y una vez celebrada la vista oral del Procedimiento 365/2018 tardó cinco meses en dictarse sentencia sin incluir el contundente y riguroso informe de la médico forense, Dª Mónica Boillos Villar (que me hizo cuatro seguimientos), solicitado por la propia magistrada del Juzgado nº 5, Dª Rebeca Esther Alonso Adrián. En el informe de la médico forense, que tuvo que interrumpir sus vacaciones para presentarlo a tiempo, se evaluaba una indemnización de 12.000 euros por los daños y secuelas causados. Por cierto que se suspendió el acto de conciliación porque las mediadoras desconocían la existencia de dicho informe forense. Hasta aquí podría ser la historia de uno de tantos casos que pasan por el Palacio de Justicia de Navarra. Pero lo más llamativo fue que la prueba del expolicía fue una burda grabación, que haría reír a carcajadas a la policía científica en cuanto escucharan el audio,

Las denuncias por amenazas son muy difíciles de probar, máxime cuando el denunciado no está obligado a decir la verdad, o sea que puede mentir, que es lo que hizo mi agresor como un bellaco, sobre todo en el montaje grotesco de la ridícula grabación, que atentaba a la inteligencia.

Es por lo que, antes de conocer la sentencia absolutoria, le mandé un correo diciéndole "Eres un pobre hombre, ojalá la vida te pase factura".

Conocida la sentencia, crecido, dada su bajeza moral, vuelve a chulearme calificando de espectacular la huida cuando -según dice- sólo trataba de aclarar contigo unos temas pendientes". Y tiene la caradura de pedirme una rectificación después de haber tenido la muñeca dañada durante largo tiempo con rabia por no poder tocar el órgano y otros instrumentos musicales por su conducta violenta, propia de un psicópata, vulgar matón o descerebrado.

Es por lo que a este alumno del siniestro Villarejo le contesté ayer así: "Como sigas haciendo el payaso voy a publicar el audio completo del juicio oral con la`prueba fonográfica". Por cierto y para terminar esta lamentable crónica de sucesos, para que se vea que no exagero en la descripción de este individuo, que no tiene sitio en un club de jubilados y menos en un coro parroquial, yo declaré ante él en el juicio oral abierto al público "que si llega a llevar una pistola, me pega dos tiros"... El uniforme a algunos les desnaturaliza y pueden llegar a ser un peligro público.

P.D.

He de confesar que me he inspirado en el ensayo de Vargas Llosa titulado "La verdad y las mentiras". La próxima vez lo haré con pelos y señales, pensión de jubilación, etc., que constan en el audio del juicio, auténtica chapuza procesal.

DE MI CORREO ELECTRÓNICO

UN MÚSICO LODOSANO ME OFRECE NUEVO HIMNO PARA LODOSA, SU PUEBLO NATAL

Buenos días Sr. Inda: me permito escribirle para hacerle llegar una composición mía sobre el pueblo de Lodosa, con el ruego de que le eche un vistazo y me dé su valiosa impresión, por si mereciese la pena de ser interpretado por la Rondalla de dicho pueblo, cuyo contacto desconozco.
Además de la partitura que le adjunto, dispongo de otra para piano y otra para Banda de música completa.
Agradeciendo su atención le envío un cordial saludo.

Manuel Fernández López de Estrada

(22 de octubre de 2016)