Su paseíllo reúne a cientos de personas, especialmente familias con niños pequeños, cada tarde frente a la fachada del Ayuntamiento de Pamplona.
Xabier Zabalza, Roberto
Salvatierra, Juan José Berrio, José Manuel Carabia, Juan Pedro Lecuona, Javier
Erviti y Javier Insausti, parte de los mulilleros que retiran del ruedo los
toros lidiados en la plaza cada tarde. En la imagen se ausentan Julián
Azpilicueta, Imanol Rodríguez y el jefe de mulillas, Txema Zabalza.
Son los encargados de despedir a los toros que
han protagonizado el encierro y que ya han sido lidiados en la plaza de
Pamplona. El trabajo de los mulilleros, que atraen cada
tarde la atención de cientos de personas, es uno de los clásicos
de San Fermín.
Cada tarde, la cuadrilla compuesta por ocho mulilleros y un jefe de
mulillas llega a la plaza con los caballos que serán los
encargados de retirar de la arena a los toros ya
lidiados.
Su
acto más emblemático es el tradicional paseíllo que
realizan desde las 17.30 horas para recorrer la distancia que separa la Plaza
del Ayuntamiento y la Plaza de Toros.
Pero su
trabajo comienza bastante antes, en torno a las 15.30, cuando
se reúnen en el coso de Pamplona para aparejar los caballos y
tener todo listo para su salida.
En
torno a las 17 salen por el patio de caballos en dirección a la Plaza
Consistorial, donde ya cientos de personas esperan su
llegada para ver de cerca a los animales.
Sobre
todo niños, pero muchas familias y personas mayores, aprovechan la ocasión para sacarse
fotos con las mulillas e interesarse por esta tradición
tan arraigada a las corridas de San Fermín.
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