JAIME SÁNCHEZ, UN ENTRENADOR CON MUCHO GLAMOUR

CON CARNET NACIONAL DE ENTRENADOR

Jaime Sánchez, entrenador del Huarte, es el más joven de los banquillos de Tercera, con 31 años. Si ha llegado a entrenar a tan tierna edad es porque sufrió una lesión que le obligó a colgar las botas.

-En junio de 2013 sacaste el carnet de entrenador nacional de fútbol. ¿Motivo?

-Siempre he vivido mucho el fútbol. Mientras era jugador entrenaba a niños de 6 años en el club. Después me luxé la rótula y es una lesión que me ha dado guerra. Nunca pude hacer un año seguido jugando. Con 27 años me retiré en el Huarte, pero era entrenador del cadete y me había sacado el carné nacional.

UBASOS LE DIO LA OPORTUNIDAD

Cuando hace tres años Javier Ubasos te ofreció ser su ayudante en el Huarte,¿cómo reaccionaste?.

-Es un entrenador por el que ya tenía admiración y suponía entrar en un vestuario de Tercera en el equipo de tu pueblo. No podía pedir más. Además ese año la directiva optó por un nuevo proyecto con gente de casa y me dio la oportunidad de coger el equipo con Alberto Artigas, porque conocíamos la cantera. En Navarra la Tercera parece algo inalcanzable para un entrenador que empieza. Tenía ganas de dar el salto a un vestuario de adultos y me veía en algún pueblo, entrenando a algún equipo de Regional. Ser de Huarte me abrió puertas y estoy agradecido.

UN HOMBRE DE CLUB CON ASPIRACIONES

-¿Ya te ha dado tiempo a conocer bien la categoría desde dentro? 

-Se sufre mucho más de lo que se disfruta. Pero de todo se aprende. En el equipo se fueron jugadores veteranos, pero quedaron diez chavales con menos de 22 años. Entonces comenzamos una nueva etapa y ahora seguimos en fase de crecimiento. Estoy encantado con la plantilla, pero no me olvido que estuvimos muchas jornadas sin ganar. Es duro. Igual con el tiempo aprendes a dar la vuelta a las situaciones, pero cuando lo preparas a concienca y lo vives tanto, te afecta casi en lo personal, porque te quedas hasta sin muchas ganas de ir a cenar con los amigos después de perder. Eso sí, para el siguiente entrenamiento ya estás otra vez ilusionado.

DE LA ESCUELA DE BEBETO
Y SERGIO AMÁTRIAIN

-Si tienes que mencionar a un entrenador navarro en el que siempre te has fijado, ¿destacarías a Alfredo Ibero Bebeto, del San Juan?

-Es un referente como entrenador de un equipo no puntero. Hace cambios cada año, muchas rotaciones, pero tiene al equipo convencido de lo que hace. Y también a Sergio Amátriain y César Monasterio, con otra forma muy personal e interesante de ver el fútbol. 

-Te confiesas “culé hasta la médula”...

-Pero capaz de dejar de ver al Barça en la tele por un partido de la cantera del Huarte: juvenil, regional, femenino... Y me gusta ver partidos en campos donde he jugado, o coger el coche e ir a Cintruénigo o Sangüesa. Tal vez los nuevos entrenadores le damos más importancia a la preparación táctica y motivacional y algo menos al aspecto físico. 

-Por afición, tu padre te graba los partidos. ¿Una buena herramienta de trabajo a la altura de los grandes clubes? 

-Se me enfada porque dice que alguno ni lo veo. Debería aprovechar mejor este recurso.

JAIME SÁNCHEZ TARJETA DE VISITA

Fecha y lugar de nacimiento: 1-6-1986, Huarte. Tiene 31 años.

Trabajo: Control de calidad en Grafpech Ibérica

Trayectoria: Como entrenador, cuatro años con los benjamines del Huarte, dos con los cadetes, segundo de Javier Ubasos en el Tercera, con Alberto Artigas y definitivamente solo al mando de un plantel de jóvenes.   
Como jugador: Oberena, Amigó y Beti Onak hasta juveniles, donde debutó en Tercera con Jose Mari Albisu. En Tercera jugó en el Huarte con Patxi Ilundáin y después tres años en el Urroztarra y vuelta al Huarte en Preferente.

SU ÚNICO Y GRAN AMOR: EL FÚTBOL

Le gusta tanto el fútbol que no le queda tiempo para atender a sus muchas admiradoras por lo que decimos que es un entrenador que promete, que va para figura, que tiene mucho glamour. Aunque le va a costar a su padre Antonio pasarlo por la vicaría porque su único y gran amor, de momento, es el fútbol, deporte  que vive como nadie las veinticuatro horas del dia apasionadamente, "full time".