Al acabar ‘Parte Vieja Donostiarra’ y cuando estaba recogiendo los
bártulos, vino a saludarme Maite, la nieta de Pedro Ugalde. Pero no vino sola,
sino acompañada de otra Maite, su madre, la hija de Pedro, la que veis en la
foto del brazo de su padre, el día de su boda.
Ella misma me confesó que
casi no podía hablar de la emoción que le había producido escuchar "Parte
Vieja Donostiarra". Y como yo soy, también, un sentimental, ahí estuvimos
los tres al borde de las lágrimas. Eskerrik asko etortzeagatik.
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