domingo, 26 de febrero de 2017

RAFA MARAÑÓN VUELVE A LA DIRECTIVA DEL ESPAÑOL JUNTO A LARDÍN Y TAMUDO



EL  ARQUITECTO 
DEL GOL



Hablar de Marañón es decir gol en la historia del Espanyol. Con 144 goles en partidos oficiales es el máximo goleador hasta la fecha del conjunto perico de toda la historia. Pese que en Liga lo superó Raúl Tamudo que pulverizó su marca de 111 dianas. En el global de todas las competiciones oficiales del club, el de Olite mantiene intacto su record, el de hombre gol del club y es que decir Marañón en el Espanyol es sinónimo de gol.




Marañón marcó una época como blanquiazul

SUS INICIOS

Rafael Carlos Pérez González, conocido en el mundo futbolístico como “Marañón”, nació en la ciudad navarra de Olite el 23 de julio de 1949.  Su padre fue un destacado futbolista de la Real Sociedad que estuvo tres años o también su tío, Adolfo Pérez Marañón que jugó en Osasuna, Oviedo o Levante. Esa tradición familiar le llegó a Rafa y empezó a dar sus primeros pinitos futbolísticos en los Salesianos de Pamplona, de allí pasó al Club Deportivo Oberena de Pamplona, donde conoció con otro ilustre jugador espanyolista que marcó una época, Amiano. Sus buenas actuaciones en el cuadro navarro hicieron que el Real Madrid se interesara en sus servicios y él no dudó en aceptar la oferta madridista, a pesar de que en su infancia su equipo era el Atlético de Madrid.

DEMUESTRA SU VALÍA EN SEGUNDA DIVISIÓN

En las categorías inferiores blancas estuvo dos años, ya que en la temporada 1968/69 fue cedido al Ontinyent de la segunda división. En el cuadro valenciano demuestra su gran olfato goleador, marcando 15 goles. El conjunto consigue la permanencia, no sin sufrimientos, ya que tuvo que hacer la promoción. Su buen hacer en la división de plata, hace que el Sporting de Gijón pida al Real Madrid del joven delantero navarro, junto a otros dos madridistas más, Tejada y De la Fuente.





Marañón vistiendo la zamarra rojiblanca junto a Quini

En el cuadro asturiano, el de Olite forma una delantera excepcional y que fue el terror de la segunda división junto a Quini, Churruca, Herrero y Valdés. Los asturianos dirigidos por el técnico Carriega ascendieron de manera brillante a tres jornadas del final, donde el conjunto rojiblanco marcó la friolera de 77 goles, y Marañón colaboró marcando 16 tantos en 29 encuentros.

EN EL REAL MADRID CASI EN BLANCO

Las dos grandes campañas que hizo en la división de plata y sobretodo en el Sporting, donde el navarro logró el ascenso con el conjunto gijonés, el Real Madrid no dudó en repescarle para su proyecto. Con Miguel Muñoz apenas tuvo ocasiones de demostrar sus cualidades. A pesar de que el “9” blanco Grosso sufrió una lesión de menisco y se perdió buena parte de la temporada, pero los Amancio, Manolín Bueno o Planelles están por encima de Marañón en los planes del mítico míster blanco. El ariete navarro en Liga juega 11 partidos y no logra ningún tanto.






Amancio, Pirri, Marañón, Velázquez y Gento en el Madrid

Donde pudo demostrar más su calidad futbolística fue en la Recopa de Europa, donde jugó 3 encuentros y logró marcar su primer gol oficial con la elástica blanca fue en el partido de vuelta celebrado en el Santiago Bernabéu frente al Hibernians Valletta de Malta, donde sustituyendo a Pirri en el descanso, consiguió a los cinco minutos de entrar en juego el tercer tanto madridista, el resultado final fue de 5 a 0 para los blancos. La trayectoria blanca los lleva hasta la final, el partido disputado en Atenas les enfrenta al Chelsea inglés, ambos equipos empatan a uno, gracias a un gol salvador en el último instante de Grosso que lleva el partido a la prórroga donde ambos equipos no logran deshacer las tablas. Dos días más tarde se celebra el desempate en el mismo escenario, ya que en aquella época no existían las tandas de penalti. Finalmente, los ingleses se llevan el gato al agua al vencer por 2 a 1. Marañón no tiene minutos en ninguno de los dos partidos. El Madrid de Marañón no logra ningún título esa temporada.
La segunda temporada, la cesión al Castellón de Planelles, el camino para Marañón podía allanarse, pero su gozo en un pozo. El panorama para el navarro empeora, ya que el fichaje de un joven cántabro procedente del Racing de Santander irrumpe con fuerza en el Real Madrid, Carlos Alonso Santillana, pese su juventud, se hace con el “9” del Madrid y Marañón “chupa” más banquillo que nunca con Miguel Muñoz, sólo juega 8 encuentros ligueros, pero por fin consigue estrenarse en la Liga, su gol es frente al Granada en Los Cármenes el 16 de abril de 1972, aunque su tanto no es suficiente para evitar la derrota merengue por 2 a 1. En Europa, Copa de la UEFA, no dispone de minutos, el Madrid cayó en segunda ronda frente al PSV holandés. Donde Miguel Muñoz le dio confianza y pudo brillar más fue en la Copa, el delantero navarro consiguió dos tantos en los seis partidos que disputó el conjunto madridista, pero los blancos cayeron en semifinales frente al Valencia. Marcó contra el Sant Andreu y contra el club que le dio la gloria, el Espanyol, ambos goles en el Santiago Bernabéu. Los madridistas esta vez pueden cantar el alirón de la Liga, con Marañón en su plantel.


El delantero de Olite, afrontaba su tercera temporada con la ilusión de ir entrando más en los planes de Miguel Muñoz, pese que la presencia de Santillana era complicada de desbancar. Así fue, Rafa volvió a tener un papel marginal, jugó 9 partidos de Liga sin poder marcar ningún tanto. En la Copa caen frente al Sporting en la primera eliminatoria, donde el delantero navarro jugó ambos encuentros. La decepción para Rafa era máxima, ya que era la competición que solía jugar más minutos. Al menos, a nivel personal tuvo la satisfacción personal de jugar por primera vez y sería su única ocasión, la máxima competición continental, la Copa de Europa. Su debut es en el partido de vuelta disputado en el Santiago Bernabeu contra el IBK Keflavik, en una eliminatoria que ya estaba resuelta en la ida, al vencer los blancos por 0 a 3. Marañón disputó la segunda parte y los blancos ganaron por la mínima gracias a un gol de otro futuro espanyolista, Juan Verdugo. Posteriormente disputó los encuentros frente al Arges Pitesti rumano y en la despedida del Madrid en la Copa de Europa frente al que era en aquel entonces rey de Europa, el Ajax de Amsterdam. Ambos partidos que disputó fueron en el Bernabéu, sin poder perforar la portería rival. Otra vez, el madridismo se fue de vacío esa temporada.





Esa situación marginal en el conjunto blanco, hizo que su futuro fuera lejos de las orillas de Chamartín y a punto estuvo de recalar en el Racing de Santander, pero finalmente la operación no fructificó y se quedó en el conjunto merengue por cuarta temporada consecutiva. Al contrario de las otras temporadas, Marañón tuvo mucha más presencia en las filas madridistas. Sobre todo cuando hubo la dimisión de Miguel Muñoz, tras 25 años en la casa blanca, debido a los malos resultados, supuso la entrada de Luis Molowny y una oportunidad de reivindicación para el navarro. Así fue, para el técnico canario las cualidades de Marañón fueron bastante más aprovechadas y jugó buena parte de encuentros del campeonato liguero, pese que tampoco era un fijo, debido a la dura competencia que tradicionalmente ha tenido el conjunto madridista en sus filas. El navarro disputó 19 encuentros y marcó 4 dianas, siendo sus mejores registros en el campeonato doméstico. En la Copa de la UEFA, disputó los dos encuentros que jugó el Real Madrid, pero el Ipswich Town del legendario Sir Bobby Robson los tumbó a las primeras de cambio, todo un duro revés en la aventura continental. En la Copa para el cuadro blanco, las cosas marcharon muchísimo mejor, ya que los blancos se alzaron con el título al vencer en el Vicente Calderón por un contundente 4 a 0 al eterno rival, el FC Barcelona. Marañón no disputó la final, pero sí que jugó el resto de eliminatorias, excepto el partido de ida de los cuartos de final frente al Granada. Disputó un total de 5 encuentros, marcando un único gol frente al Betis en el partido de vuelta de los octavos de final en el Santiago Bernabéu.



SALIDA DEL MADRID

El técnico de la casa Luis Molowny dejó de ser entrenador del Madrid y el club blanco anunció la contratación del laureado técnico macedonio, otrora yugoslavo, Miljan Miljanic, que venía de realizar un brillante mundial de Alemania con la selección plavi. La contratación por unos 15 millones de las antiguas pesetas del espanyolista, el oriundo Roberto Martínez, y la incertidumbre por el cambio de técnico planteaba una más que posible salida del navarro de la casa blanca. En pretemporada, el técnico balcánico le comunicó que lo consideraba transferible y que su futuro blanco tenía una caducidad próxima. Además, Marañón tampoco gozaba de los favores del gran patriarca blanco, el presidente Don Santiago Bernabéu, que una vez afirmó del navarro que “un delantero con el culo bajo no puede meter goles”. Evidentemente como pitoniso, el presidente madridista no se ganó la vida.
Esa situación hizo que varios clubes se interesaran por el ariete navarro, sobre todo, Zaragoza y Espanyol. El club blanquiazul buscaba un relevo a su gran referencia ofensiva, el oriundo Roberto Martínez que como hemos citado acababa de fichar por los blancos, por lo que el interés espanyolista estaba más que justificado. Además el cuadro perico contaba con la pequeña ventaja que Marañón conocía tanto al técnico blanquiazul Santamaría, que lo había tenido en el juvenil madridista y congeniaron a la perfección, y a ex compañeros como Borja, De Felipe o Amiano, con el que coincidió en el Oberena. Por el contrario, el Zaragoza tenía la ventaja que ese año disputaría competición europea y eso para un futbolista siempre suele ser goloso.
El jugador llegó a un acuerdo con la entidad blanquiazul en plenas vacaciones en Cubelles, donde paseando por la localidad vecina de Coma-ruga se encontró a un viejo conocido suyo en el Madrid, Pedro De Felipe, que dos años había dejado la nave blanca para desembarcar en la perica. El central le animó a fichar por el Espanyol y poco después se encontraba en la finca del presidente Manuel Meler, situada en la misma Coma-ruga, para sellar el acuerdo total entre club y jugador. Sólo faltaba el acuerdo entre clubes. El dirigente blanquiazul, José María Villegas, que años antes ya había traído de la capital a jugadores como Borja o De Felipe, viajó a Madrid para encontrarse con su homónimo blanco, Antonio Calderón, para sellar el traspaso de Marañón. Los blancos exigían unos 12 millones de pesetas, los blanquiazules no querían dar más de 8. El Espanyol partía con la ventaja que el Zaragoza, tampoco quería llegar a esa cifra exigida por la entidad madrileña y la propuesta madridista de rebajar el precio a cambio del medio zaragocista Planas II, no era del agrado del conjunto aragonés, por lo que el acuerdo entre merengues y pericos era inminente, ya que el Madrid no le interesaba mantener a Marañón y Santamaría le agradaba mucho tener en sus filas al ariete navarro.
Finalmente, hubo fumata blanca por unos 8,5 millones de las antiguas pesetas. El presidente blanquiazul, señor Meler, anunció el fichaje el 29 de agosto de 1974 y que las negociaciones se empezaron a fraguar con el traspaso de Roberto Martínez al Madrid, y que finalmente fructificaron con éxito. Marañón firmó por 3 años a cambio de unos 2 millones de pesetas anuales.




Marañón por fin de blanquiazul

ESTRENO A LO GRANDE CONTRA EL SANTOS DE PELÉ

El ariete navarro poco tardó en ofrecer alegrías a la parroquia perica. Su debut fue en el prestigioso Trofeo Ramón de Carranza, tan sólo dos días después de su firma con el club blanquiazul. Su estreno nada más y nada menos fue contra el Santos de Pelé, donde los catalanes se impusieron con todas las de la ley por un claro 2 a 0, donde el navarro fue una de las figuras indiscutibles del match con el pase del primer gol a Manolín Cuesta y marcar el segundo, como un auténtico depredador del área, al aprovechar el error en el blocaje del cancerbero brasileño Wilson. Marañón, escorado a la banda izquierda, formando un triplete atacante con Amiano como delantero centro y Manolín Cuesta como extremo diestro, con Solsona y José María como interiores. Esperaba en la final el conjunto carioca del Palmeiras que se había deshecho del Barcelona, también por 2 a 0.

ESPANYOL: Borja, Ramos, De Felipe, Ochoa, Molinos, Ortiz Aquino, Manolín  Cuesta, Solsona, Amiano (Aslund, 56’), Marañón y José María (Romero 68’). 

SANTOS: Wilson, Marinho, Ze Carlos,  Wilson Campos, Leo, Carlos Alberto, Mazinho (Mifflin, 56’), Brecha (Adao, 56’), Clayton, Pelé y Edu.
Goles: 1-0: Minuto 40, Manolín Cuesta. 2-0: Minuto 58, Marañón.
Árbitro: Michelotti (Italia).
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la vigésima edición Trofeo Ramón de Carranza, donde el Espanyol defendía título.
El Espanyol no pudo reeditar éxito en la final y cayó por 2 a 1 frente al Palmeiras de los Luiz Pereira o Leivinha, que en un futuro no muy lejano desembarcarían en la liga española, concretamente al Atlético de Madrid.




ESCORADO A LA BANDA IZQUIERDA

Rafa que venía precedido de una buena fama de hombre gol, sobretodo adquirida, en su año en el Sporting, donde demostró su capacidad realizadora, formando un tridente demoledor con Quini y Churruca. Los cuatro años en la casa blanca fue un freno a su proyección deportiva y su paso al Espanyol era un acto de reivindicación deportiva. Pero para sorpresa de muchos, Santamaría le colocó en la banda izquierda, pero el navarro supo adaptarse a esa demarcación, pese que su posición favorita era la de “nueve” clásico. En esa demarcación le tocó realizar una misión sacrificada para un jugador acostumbrado a moverse por el centro y pensando sólo en el gol. En su nueva misión, Marañón no sólo tenía que marcarlos sino también fabricárselos a los demás. En su primer año, el de Olite rindió en un óptimo nivel, aunque aún sin explotar sus dotes goleadoras, aportó una más que aceptable cifra de 7 goles en 29 encuentros.






Sus galopadas por la izquierda fueron un clásico en Sarriá

IMBORRABLE PRIMER DERBI

Para el navarro, el Barcelona ha sido un rival predilecto y lo demostró ya en su primer enfrentamiento frente a los azulgranas en Sarrià. El Barcelona de Cruyff, vigente campeón de Liga, venía a Sarrià lleno de estrellas y con un claro objetivo, conquistar su primer Copa de Europa en su 75º aniversario. Para ello contaban, a parte del citado astro holandés, con jugadores de una talla indiscutible como Marcial, Neeskens o Rexach. Era un derbi y en Sarrià, por lo que las espadas estaban en todo lo alto, ya que nunca los barcelonistas se sentían cómodos en ese feudo.

El festival de los de Santamaría fue arrollador, ganaron por 5 a 2 a los de Rinus Michels, donde brillaron con luz propia muchos espanyolistas como Manolín Cuesta o el incombustible Amiano, ambos marcaron a pares y donde Marañón cerró el célebre marcador de 5 a 2 para el gran festín de los locales, recogiendo un balón en posición, más que dudosa, para encarar a Mora y batirle de tiro cruzado. Una de las mejores tardes del espanyolismo en lo que a los derbis se refiere.

RCD ESPANYOL: Bertomeu; Ramos, De Felipe, Ochoa, Molinos, Ortiz Aquino, Manolín Cuesta, Solsona, Amiano, José María y Marañón.

FC BARCELONA: Mora; Rifé, Torres (Martí Filosia, 65), De la Cruz, Neeskens, Quique Costas (Juan Carlos, 43), Rexach, Migueli, Cruyff, Marcial y Clares.
Goles: 1-0: Manolín Cuesta, min. 27. 2-0: Manolín Cuesta, min. 31. 2-1: Migueli, min. 35. 3-1: Amiano, min. 42. 3-2: Clares, min. 56. 4-2: Amiano, min. 58. 5-2: Marañón, min. 82.
Árbitro: Sánchez Ríos (Colegio Andaluz). Amonestó a Amiano, De Felipe y Manolín Cuesta por parte del Espanyol y a Neeskens por parte del Barcelona.
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada del Campeonato de Liga, disputado el 24 de noviembre de 1974. Casi lleno en el estadio de la Carretera de Sarrià.




NO SIEMPRE FUE FÁCIL

La estancia en el club blanquiazul del delantero navarro. En su segunda campaña, Santamaría contaba con él de manera intermitente, la llegada de Jeremías y Caszely y su irregularidad, debida en buena parte al acoplamiento que debía hacer estando en una posición, extremo izquierdo, que a él no le acababa de agradar hizo que su segunda temporada como blanquiazul fuera bastante pobre. Su crisis de juego y anímica provocó que se planteara su posible marcha al Alavés, su descontento era más que evidente por su situación personal y más cuando el año pasado era un fijo para los onces del míster, pero una conversación con el presidente Manuel Meler, calmaron los ánimos del ariete navarro. Santamaría en la recta final de temporada finalmente fue contando con el delantero y marcó sus únicos dos tantos en el campeonato liguero, donde los blanquiazules hicieron un más que meritorio cuarto puesto en el año del 75 aniversario, clasificándose de esta manera para la Copa de la UEFA.
Donde sí Santamaría confió con el de Olite fue en el torneo del KO y jugó todos los encuentros coperos, excepto el primero en Sarrià frente al Elche. Marañón marcó 5 tantos, todos ellos en la eliminatoria de octavos de final frente al Málaga, dos en Sarrià donde los periquitos vencieron por 3 a 2 y un hat-trick en la Rosaleda, donde los espanyolistas volvieron a ganar por 3 a 4. En los cuartos de final, el rival fue el Betis, donde los blanquiazules cayeron en el Benito Villamarín por 3 a 1 y en Sarrià los blanquiazules ganaron de manera insuficiente por 2 a 1. Marañón, falló un penalti con el 0 a 1 en el marcador, lastimosamente lo lanzó fuera.







EXPLOTA COMO GOLEADOR Y ROZA EL PICHICHI



El extremo izquierdo navarro desde la pretemporada demostró a Santamaría que nada tendría que ver la temporada anterior con la venidera. El de Olite con goles y extraordinarios encuentros se iba ganando el cariño de la afición y el temor de las defensas rivales. Marañón jugó todos los minutos posibles y estuvo en la brecha para lograr el pichichi hasta el final con el valencianista Mario Alberto “Matador” Kempes, el canario argentino “Puma” Morete y el barcelonista Manolo Clares. A falta de una jornada, Marañón y los argentinos llevaban 22 dianas y Manolo Clares 21.
            




 Clares, Morete y Kempes pugnaron con Rafa por el Pichichi

El Espanyol iba al Sánchez Pizjuán, Kempes visitaba el Calderón, con un Atlético ya campeón de Liga y Clares jugaba en casa frente al Betis. Lamentablemente, el ariete navarro se quedó sin marcar, al empatar a cero en Sevilla. Morete tampoco mojó en su visita a San Mamés. Clares igualó a Marañón al marcar un gol y Kempes finalmente se llevó el Pichichi, al marcar dos tantos. Un triste final liguero, ya que además de la pérdida del Pichichi, el Espanyol perdía también sus opciones europeas al no ganar en Sevilla, condición sine qua non, para clasificarse para la Copa de la UEFA. Pese a ello, la temporada liguera de Marañón fue extraordinaria. Disputó todos los encuentros y minutos del campeonato, marcando un hat-trick de nuevo contra el Málaga y tres dobletes, uno de ellos frente al Barcelona, para hacer un total de 22 goles, igualando la plusmarca de Juncosa en la temporada 1942/43, siendo el record de un jugador en el club blanquiazul.

Marañón acabó con 22 dianas

En la Copa, los blanquiazules se quedaron a las puertas de la final, al caer otra vez frente al Betis. Los blanquiazules consiguieron una corta renta de 1 a 0 en Sarrià, gracias al gol del chileno Caszely, pero en Sevilla, los de Santamaría volvieron a mostrar su cara más conservadora y cayeron por 2 a 0 en la prórroga. El drama se vino hacia Barcelona, ya que los espanyolistas tuvieron la final muy cerca, pero un error garrafal del portero Echevarria, a falta de tres minutos para el final, envió el partido a la prórroga, donde los béticos acabaron imponiéndose.
En Europa, el Espanyol no hizo un papel muy brillante, al no pasar de los octavos de final, al perder contra el Feyenoord holandés, ambos partidos por 1 a 0. Marañón en esta competición marcó dos goles, frente al Niza en Sarrià y el Eintracht Braunsweig en Alemania.




DEBUT INTERNACIONAL CON LA SELECCIÓN

Su fabulosa temporada no pasó inadvertida para el seleccionador español Ladislao Kubala, que el 18 de marzo de 1977 anunció la convocatoria del navarro por primera vez en un partido de la selección española absoluta, en esa lista, también se encontraba su compañero de equipo Dani Solsona. El partido frente a Hungría en un amistoso en la ciudad de Alicante.
El encuentro no fue muy brillante, España jugó muy imprecisa, y sólo el talento de Juanito pudo hacer frente a la rocosidad magyar. Marañón disputó la segunda mitad, y dio más capacidad al ataque español, con su agilidad y mordiente.
Los húngaros se avanzaron en una acción de córner y esta situación espoleó a los locales. Primero, Marañón desperdiciaría una maravillosa ocasión de empatar al cabecear el balón fuera cuando tenía toda la portería para él después de una ligada jugada entre Solsona y Juanito. Y sería finalmente Juanito, el que lograría el gol hispano tras una pared con Marañón. El burgalés se metió decidido en el área con el balón pegado a sus botas y chutó raso engañando al portero, que se quedó clavado.
 Tras el partido, Marañón se mostró satisfecho por su actuación individual en el día de su debut. “Bastante contento, contribuí al tanto sus nos dio el empate y creo que cumplí”, afirmaba el ariete navarro. Pero estas sensatas declaraciones del navarro, no concordaron con las críticas que recibió de la prensa madrileña por el error que tuvo en la clara ocasión que gozó, sin dudas, unas injustas críticas hacia el debutante espanyolista.
 ESPAÑA: Miguel Ángel (Arconada, 45’), Capón, Benito, Camacho, Pirri (Cortabarría 45’), Del Bosque, Juanito, Villar, Satrústegui (Solsona, 45’), Churruca y Rojo (Marañón 45’).

HUNGRIA: Gujdar, Torok (Martos, 45’), Balint, Toth, Zomborl, Kerekl, Fazekas, Nyllasi (Nagy, 62’), Kovacs (Puztay, 58’), Pinter y Varady
Árbitro: Michel Vautrot, Francia. Amonestó a Benito y a Balint.
Goles: 0-1: Minuto 58, Puztai. 1-1: Minuto 68, Juanito.
Incidencias: Casi tres cuartos de entrada en el Rico Pérez de Alicante en el encuentro amistoso, disputado el 27 de marzo de 1977.




RATIFICA SU GRAN MOMENTO

Marañón, tras prolongar su contrato con la entidad blanquiazul tres años más. En la temporada 1977/78 volvía demostrar que su olfato goleador seguía intacto y era la gran referencia ofensiva del cuadro de Santamaría, pero los resultados colectivos del equipo eran muy mediocres y eso generó muy mal ambiente tanto en la plantilla, donde se vieron algunos capítulos de indisciplina contra el técnico uruguayo. Tampoco ayudó, una fisura en el riñón que sufrió Marañón, que le tuvo apartado un mes de los terrenos de juego y agravó más el mal juego del equipo. La afición también estaba muy descontenta y cansada de los métodos de Santamaría, que era acusado de no confiar con la gente de casa y dar mucha cancha a los jugadores extranjeros que tampoco daban un salto cualitativo a la plantilla, tal y como reflejaban los resultados. Finalmente, tras seis temporadas y media, el técnico fue cesado al caer estrepitosamente en el Sardinero por 4 a 0.
Marañón seguía con su buena racha goleadora

La situación del equipo no mejoró con la contratación de Heriberto Herrera, el hombre que 15 años antes ya ascendió el equipo a primera división en su primera estancia en la división de plata y que venía de hacer una brillante carrera en el Calcio italiano, donde entrenó a equipos como la Juventus o el Inter de Milan.
El ambiente con el técnico no mejoró, su fama de sargento y sus entrenamientos exigentes, hizo que tuviese muchos roces con algunos jugadores, sobre todo con Ortiz Aquino, Fernández Amado, Caszely y Jeremías. Además algunas relaciones no eran muy fluidas, sobre todo entre el chileno Caszely y Marañón, por las declaraciones del  “Gerente” que afirmaba que el tridente Caszely, Jeremías, Flores sería el ataque ideal, hecho que sentó a cuerno quemado al navarro, como así lo manifestó en el Mundo Deportivo: “Yo no quiero entrar en polémicas. Me parece muy bien que un jugador se autopromocione mientras los demás se lo acepten, pero que desacredite a los compañeros no lo puedo aguantar de ninguna de las maneras. Repito que no quiero entrar dentro de una polémica que lo único que haría es perjudicar al club, al que yo me debo y que tan bien me ha tratado en los años que he estado enrolado en sus filas, pero a partir de ahora no voy a soportar ninguna manifestación más de este tipo”.




El final para los blanquiazules fue dramático, por una racha final muy mala que no logró sentenciar la salvación matemática que tenía a la mano a falta de cuatro jornadas para el final. Pero sendas derrotas en casa frente Racing y Las Palmas, más el empate a uno en el Rico Pérez. Esa terrible situación, hizo que hasta cinco equipos, Espanyol, Burgos, Hércules, Racing y Betis, se jugaran el último puesto del descenso. La única combinación fatal para los blanquiazules era la en el Helmántico frente al Salamanca, sumada al triunfo del Real Betis en casa frente a la Real Sociedad y el empate del Racing de Santander en casa frente al Sporting de Gijón. Burgos y Hércules jugaban entre ellos y con un empate se salvaban ambos, por lo que el Hércules igualaría a puntos con el Espanyol, si los blanquiazules caían en Salamanca. En esas circunstancias se alcanzaría un cuádruple empate a 30 puntos que condenaría a los de Sarriá.

Marañón era el sostén de los blanquiazules

 El Espanyol cayó de manera justa en Salamanca por 1 a 0, por lo que estaba a merced de terceros resultados. Afortunadamente, el Racing ganó por la mínima al Sporting, por lo que evitó el temido cuádruple empate que condenaba al Espanyol. Finalmente, el damnificado fue el Betis que no le valió la victoria en casa frente a la Real Sociedad. La Liga 1 977-78 fue una fuente de angustias y desvelos para los blanquiazules, pero al final todo quedó en un gran susto. Un susto mayúsculo que no debía caer en saco roto.





El Espanyol vivió un drama mayúsculo en El Helmántico

Si colectivamente la temporada se catalogaría como decepcionante, para Marañón de manera individual le fueron bastante mejor, ya mantuvo sus buenos registros goleadores con 18 tantos en 30 jornadas. Así también lo consideró el seleccionador Ladislao Kubala, que se lo llevó para el Mundial de Argentina. 

MUNDIALISTA EN 1978

España por fin volvía a un Mundial tras haber faltado a las dos últimas citas, no participó en México 1970 ni en Alemania 1974. El combinado de Kubala llegó a la cita de Argentina con muchos apuros, tras ganar por 0 a 1 en el pequeño “Maracaná” de Belgrado a Yugoslavia con el histórico gol de Rubén Cano. En el recordado “botellazo” a Juan Gómez “Juanito” cuando se dirigía hacia el túnel de vestuarios, al hacer con el dedo la señal de la derrota al siempre caliente público plavi. Marañón vivió ese partido desde el banquillo español, aunque no disputó ningún minuto.

Ladislao Kubala, convocó a Marañón y a también espanyolista Urruti, aunque ninguno de ellos cumplió el sueño de poder debutar en dicho campeonato. Desde 1950 que ningún blanquiazul iba convocado para un Mundial con España. El combinado nacional quedó encuadrado en el grupo C junto a Austria, Suecia y Brasil. La lógica decía que brasileños y españoles pasarían a la segunda fase pero todo empezó mal desde la concentración. Nada más lejos de la realidad. El debut fue contra Austria de los Krankl, Prohaska y Jara entre otros, en el José Amalfitani (Estadio de Vélez) de Buenos Aires.
La selección centro europea fue muy superior, un tempranero gol de Schachner, al que respondió el jugador del Athletic de Bilbao Dani, hizo que se mantuvieran las tablas durante mucho tiempo del partido. A 10 minutos del final Krankl deshizo la igualada y España comenzaba con una derrota su participación en el Mundial. El segundo partido, en Mar de Plata, se presentaba a cara de perro y el rival era nada más y nada menos que Brasil. Una equipo venido a menos, pero Brasil al fin y al cabo. Era una selección de transición, con algún veterano ilustre como Rivelino y jóvenes muy prometedores como Zico o Toninho Cerezo, pero todavía en su etapa jovial. El partido no fue brillante, empate a cero, pero para la historia quedará por el calamitoso error de Julio Cardeñosa “el gol de Cardeñosa”, que salvó el defensa Amaral bajo palos, cuando ya se cantaba el gol. Con todo casi perdido, y dependiendo de una carambola, España se la jugaba frente a Suecia, nuevamente en el campo de Vélez. Un solitario gol de Asensidio a los de Kubala el único triunfo, pero fue insuficiente para pasar a la siguiente fase y se cayó eliminado. Era una nueva decepción de la selección en los Mundiales.
Curiosamente, tanto Marañón como Urruti, pese no jugar en dicho Mundial, han sido los últimos representantes del Espanyol en los Mundiales con la selección española, cosa que no deja de sorprender, y que constata el continuo maltrato de los seleccionadores nacionales con el club blanquiazul. Marañón finalmente fue cuatro veces internacional y no tuvo la suerte de estrenarse como goleador.



MARAÑÓN CAPITANEA EL EQUIPO

José Antonio Irulegui se hizo cargo del equipo en la temporada 1978/79, iniciada con renovadas ilusiones y una plantilla remozada, cuyo resultado fue más que aceptable, acabado la Liga con un punto positivo, clasificados en octavo lugar. Marañón bajo sus registros goleadores, quedándose con 11 dianas. Eso le acarrearon algunas críticas de la afición, que pedían que se diera paso al canterano Ángel, un prometedor extremo zurdo que tenía las puertas vetadas, por la presencia del navarro. El de Olite se lo tomaba con filosofía, esas críticas. “He pasado malos ratos como supongo que todo el mundo. Cuando vienen me refugió en mi familia, en mi vida privada, una buena ayuda. Ahora cuando me hablan, por ejemplo, de este chico, Ángel y de que le cierro el paso, pienso que yo estuve cuatro meses sin ir ni concentrado y que me hubiera llegado a desesperar si no me hubiera cargado de paciencia y volcado en otras facetas de mi vida”.

Marañón en la 78/79 fue nombrado capitán del Espanyol

La temporada acabó con mal sabor de boca, ya que en el torneo del KO, el conjunto blanquiazul cayó muy pronto ante el Valladolid que militaba en segunda división, que sumado a derrotas de bulto como un sonrojante 8 a 1 en la Romareda frente al Zaragoza. Eso provocó que el técnico vasco hiciera las maletas a final de temporada.



MARAÑÓN DE GOLEADOR A PORTERO

Un hecho destacable en esa temporada estuvo en la jornada 5 del campeonato liguero. La anécdota se escribirá a partir de las 21.15 horas del 07-10-1979 en la Carretera de Sarrià. El rival era el Zaragoza del prestigioso técnico serbio Vujadin Boskov. Por coincidencia de colores con el RCD Espanyol, los aragoneses saltan al terreno de juego con camiseta roja y pantalón blanco. Tras unos minutos de titubeo y un fuerte ritmo de juego, fueron los aragoneses los que tomaron la iniciativa, destacando la actuación del líbero serbio, Radomir Antic, que fue el jefe de operaciones del cuadro de Boskov. El mucho fútbol de ataque zaragocista, iniciado casi siempre por el extraordinario líbero Antic, con unos cambios de profundidad de una precisión y malicia asombrosa, alcanzó a marear a la cobertura espanyolista que pasó por no pocos momentos de agobio, pero en el ataque aragonés le faltó punch.
El partido, que fue duramente disputado; corrió el riesgo. En varias ocasiones, de adentrarse por terreno de pura violencia. Y el colegiado Acébal Pezón no fue desde luego extraño a ese proceso de exasperación que puso en peligro el encuentro. Una de las situaciones que dieron paso al juego antirreglamentario fue, sin duda, un derribo dentro del área al blanquiazul José Manuel Casanova, que no fue sancionado, a los 27 minutos, originando un ambiente de crispación en la grada que durante siete largos minutos hizo degenerar el partido en auténtica batalla. El colegiado pudo haber mostrado dos e incluso tres tarjetas rojas, pero precisamente en esta fase pareció que ignoraba lo que sucedía en el terreno de juego. El Espanyol que estaba nulo en ataque, se defendió como pudo y en el último minuto, quiso el azar, que en una de sus escasas llegadas. Díez corrió hasta a línea de fondo, centra desde allí ajustadísimo y pasado, y Marañón, habilísimo y desde un ángulo inverosímil, cabecea a la red, 1-0. Un tanto de muy bella factura.




Marañón dio el gol del triunfo

La segunda mitad, Irulegui quiso dar más mordiente ofensivo y puso a Pavón por Flores, pero el guión fue el mismo, dominio agobiante de los maños. La angustia local, se agravó aún más, cuando el espanyolista Díez se lesionó al sufrir un tirón muscular, una vez agotados los cambios, hecho que le obligó a permanecer en el campo, pero de una manera muy mermada. El partido se complicaba por momentos y el cuadro de Irulegui apeló a toda clase de recursos para defender la mínima renta que estaba en grave peligro, siendo Urruti el auténtico héroe de los blanquiazules. El seguidor periquito volvió a vivir momentos de sobresalto y alarma. Por si algo faltaba, para aumentar todavía el clima de drama imperante, se lesionó a falta de tres minutos el guardameta Urruti, que a la vez fue expulsado por el colegiado asturiano. Por lo que el Espanyol tuvo que improvisar un portero y Marañón se ofreció a suplirle bajo los postes. El dramatismo final se convirtió en jubiló, cuando se pitó el final, donde Marañón vivió una jornada atípica, ser el goleador y portero del equipo, como si de un patio de colegio se tratara.

Rafa como portero de urgencia

ESPANYOL: Urruticoechea, Molinos, Canito, Verdugo (Huertas, 60), Lanchas, Longhi,  José Manuel, Díez, Flores (Pavón, 45), Fernández Amado y Marañón. 

ZARAGOZA: Nieves, Lasa, Camús, Antic, India, Oñaederra, Pichi Alonso, Pérez Aguerri, Amorrortu, Víctor y Juanjo.
Goles: 1-0: Minuto 44, Marañón.
Árbitro: Acebal  Pezón (Colegio Asturiano). Mostró tarjetas amarillas a Molinos, a Amorrortu y a Camús. Tarjeta roja a Urruti y también a Nieves, éste una vez finalizado el encuentro.
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada del Campeonato de Liga. Buena entrada en el estadio de la Carretera de Sarriá.




LA INSPIRACIÓN GOLEADORA DE MARAÑÓN EVITA EL DRAMA

Con un nuevo inquilino en el banquillo blanquiazul, el cántabro y hasta aquel momento segundo entrenador del seleccionador Ladislao Kubala, Vicente Miera. Las cosas no podían empezar mejor para el Espanyol y para Rafa Marañón, el extremo zurdo hizo una auténtica exhibición, marcando cuatro goles al cuadro almeriense de Maguregui. Un logro en el club que igualaba el record de Iriondo, Martínez Catalá, Gonzalvo y Grau, este último fue el último en lograr la hazaña de marcar cuatro goles en un partido con el Espanyol, y 30 años después, Marañón se unió a este selecto club de la historia del club.
ESPANYOL: Urruticoechea, Molinos, Verdugo, Huertas, Lanchas, Ayfuch, Fortes (Díez, 75), Amarillo, Bio (Longhi, 80), Fernández Amado y Marañón.

ALMERIA: César, Lobato, Arias, Paniagua, Piñero, Oscar López, Corral, Garay, Rolón, Vilá (Maxi, 45) y Rojas (Serrán, 64).
Goles: 1-0: Minuto 3, Marañón (p). 1-1: Minuto 43, Corral. 2-1: Minuto 51, Marañón. 3-1: Minuto 72, Marañón. 4-1: Minuto 78, Amarillo. 4-2: Minuto 85, Serrán. 5-2: Minuto 88, Marañón.
Árbitro: Merino González (Colegio Canario).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada inaugural del Campeonato de Liga. Una excelente entrada en el estadio de la Carretera de Sarrià. Con saque de honor por la reina de las fiestas de’ la Casa de Almería en Barcelona.
El de Olite tuvo una tarde extraordinaria frente el Almería

La fabulosa tarde de Marañón, no fue flor de un día y el extremo navarro volvía por sus fueros goleadores, pero ese inicio arrollador con goles de Marañón no se reflejaban en la clasificación, ya que el conjunto de Miera se hundía poco a poco en la clasificación. Además, el extremo navarro tuvo la mala fortuna de fracturarse la clavícula izquierda, que le dejó en el dique seco durante mes y medio, cosa que notó en exceso el Espanyol.
El equipo no reaccionaba, sólo la alegría de vencer en el derbi por 2 a 0, con goles de Marañón y Arabí, fueron un oasis en la travesía por el desierto que transitaba el conjunto blanquiazul en la temporada 1979/80. Cuando a Marañón se le secó la pólvora, el cuadro periquito estuvo siete jornadas sin ver puerta, de la 22ª a la 28ª jornada, en total 708 minutos, curiosamente, el último gol antes de iniciarse el maleficio lo marcó Marañón y lo rompió como no, también el navarro. Todavía a día de hoyconstituye un record negativo en la historia del club.  

Marañón rompió el maleficio ante el gol frente al Valencia

Inmersos en plena lucha por el descenso, el cuadro blanquiazul tiene un partido a vida o muerte en el Rico Pérez de Alicante frente al Hércules. El conjunto de Miera logró la victoria, gracias a un solitario gol del recién llegado, Milcíades Morel, un delantero paraguayo procedente del Club Libertad de Asunción e internacional con la selección guaraní. Esa victoria fue balsámica y el Espanyol pudo huir de la quema. Al final, el equipo acabó en una discretísima décima cuarta plaza, con 30 puntos y 4 negativos y 37 goles a favor, 17 de ellos fueron del extremo navarro, sin duda pieza fundamental para la salvación del equipo.

LOGRA BATIR A JULIÁN ARCAS

Marañón no empezó con buen pie la temporada, tras realizar en la anterior una gran campaña. Todo comenzó en el mes de octubre en San Mamés. Faltaban cinco minutos para concluir el partido disputado y Marañón intentó dar un pase con efecto. Torció el pie en el aire y oyó un chasquido. Comenzaron aquí las molestias, fue duda durante toda la semana y jugó frente al Sevilla mermado de facultades y forzado. Esas reiteradas molestias y tras varias revisiones se decidió que fuera intervenido quirúrgicamente, por el doctor Vilarrubias, para acabar con la rotura en el tendón del bíceps que le llevaba por el camino de la amargura. Esa lesión, le tuvo en el dique seco durante dos meses.
Pero ni con esas, el navarro se olvidaba con su cita con el gol, marcó 14 goles en 27 encuentros, más de medio gol por partido. De esos tantos, cabe destacar, uno frente el Barcelona, que supuso el de la victoria, en un partido marcado por la nieve que a punto estuvo de impedir la llegada del Barcelona al estadio, por culpa de las inclemencias meteorológicas. Su gol llegó gracias a una falta que sacó el Espanyol, el baión llegó a Roberto Martínez, desde su demarcación centró remató casi raso, no logrando despejar la zaga azulgrana y oportunamente Marañón desvío a la red.


ESPANYOL: Urruti, Huertas, Verdugo, Molinos, Ayfuch, Escalza, Roberto Martínez, Vilches (Carreño, 61), Fortes (Arabí, 78), Urbano y Marañón. 
BARCELONA: Artola, Ramos, Migueli, Olmo, Sánchez,  Alexanko, Simonsen, Landáburu (Esteban, 45), Quini, Zuviría, Estella (Martínez, 55).
Goles: 1-0: Minuto 8, Marañón.
Árbitro: Franco Martínez (Colegio Murciano). Mostró tarjetas amarillas a Estella, a Vilches y Olmo.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima novena jornada del Campeonato de Liga. Mala entrada en el estadio de la Carretera de Sarrià, debido a la mala climatología que azotó Barcelona. Terreno de juego en muy malas condiciones.
Otro de sus tantos más recordados en esa temporada, fue en el Santiago Bérnabeu, donde Rafa daba con su gol la victoria por 1 a 2 en el coliseo madridista. Y el último gol importante fue frente el Atlético de Madrid, donde logró superar él que era por aquel entonces máximo goleador en el campeonato liguero del club, Julián Arcas. La victoria fue blanquiazul por 2 a 0, el navarro abrió la lata colchonera, desde los once metros. Fue uno de los mejores partidos de la temporada ante un Atlético que en aquel momento lideraba el campeonato. 

Marañón pugnando con la defensa colchonera
ESPANYOL: Urruti, Arabí, Escalza, Molinos (Ángel, 79), Huertas, Padilla, Roberto Martínez, Vilches, Morel (Fortes, 45), Urbano y Marañón. 
AT. DE MADRID: Navarro, MarcelinoJulio Alberto, ArtecheBalbino (Bermejo, 72)Ruiz, Marcos, Robi, RubénCano (Villalba, 75), Quique y Rubio. 
Goles: 1-0: Minuto 56, Marañón (p). 2-0: Minuto 65, Roberto Martínez.
Árbitro: José Emilio Guruceta (Colegio Guipuzcoano).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima octava jornada del Campeonato de Liga. Floja entrada en el estadio de la Carretera de Sarrià. Fueron jaleados los goles del Salamanca contra el Barcelona. Guruceta, fue ovacionado por un centenar de aficionados al abandonar las dependencias de Sarrià, por su gran labor arbitral.
El Espanyol con Maguregui, acabó en una discreta décima posición con 34 puntos, sin positivos ni negativos. Otra vez, sin obtener el pasaporte europeo y en la Copa un K.O. doloroso e inesperado contra el Terrassa. Estos sinsabores, hizo que la afición se dividiera entorno a la figura del navarro y más cuando el delantero zurdo no estaba fino ante la puerta rival, donde los más críticos afinaban sus “dagas” para cargar contra Marañón, algo muy habitual en el Espanyol y también en este país.

LA DELANTERA CENTENARIA

En la temporada 1981-82, el Espanyol incorporó a Carlos Ruiz procedente del Athletic de Bilbao, hecho que ofrecía un dato curioso, entre Marañón (33 años), Roberto Martínez (36 años) y Carlos Ruiz (33 años), sumaban la friolera de 102 años de edad. Las lesiones de Roberto Martínez  y el pobre rendimiento del bilbaíno, hizo que el Espanyol empezara muy mal la temporada, hecho que obligó a la directiva a fichar de urgencia al paraguayo Orlando “Negro” Giménez, que estaba apartado en el Valencia. El “Negro” y Marañón fueron pilares básicos, junto a las incorporaciones invernales de Lauridsen y Miguel Ángel para reactivar el equipo en una zona tranquila y ofreciendo una enorme alegría a la sufrida parroquia perica al ganar contra pronóstico a un Barcelona lanzado hacia el título en el Camp Nou. De hecho, a raíz de esa inesperada derrota, los azulgranas cayeron en picado y dejaron el título a manos de la Real Sociedad.
Como hecho estadístico, resaltar que Marañón alcanzó el gol 100 en esa campaña, aunque fue un gol agridulce, al no poder celebrarlo con victoria, ya que los blanquiazules cayeron derrotados por un contundente 2 a 4 frente al Betis en Sarrià.

UN AMARGO FINAL

Como desgraciadamente ha sucedido demasiadas veces en este club, el final de Marañón no fue como se merecía una figura de su indudable calibre en la historia del club blanquiazul. La entrada en la presidencia de Antonio Baró en lugar de Manuel Meler y el anunciado y anhelado relevo generacional, con nuevos valores empujando fuerte que años más tarde, sería la base que lograría una de las mayores gestas de la historia del club alcanzando la final de la UEFA en 1988, hizo que Marañón siempre fuera discutido. La presencia de Jesús Orejuela I, abría el debate de quien debía ser titular.

Pese su rendimiento, Marañón era discutido

Este encarnizado debate se encrudecía mucho más al estar Marañón en su último año de contrato con la entidad, hecho que caldeó aún más el debate sobre su continuidad o no en la entidad. Los números de Marañón, pese a todo ese debate, no ofrecían muchas dudas, 16 goles en 42 partidos oficiales, un número más que aceptable en un club como el Espanyol. El delantero de Olite, estaba sorprendido por todo el revuelo que se generaba a su alrededor y no daba crédito a las dudas sobre su rendimiento. “Quiero creer que no existe campaña en mi contra. Y con respecto a que alguien me defienda diré que son varios los medios de comunicación y aficionados espanyolistas que ven clara una realidad aplastante: soy el máximo goleador, de la temporada y de la historia en el club, además de haber jugado unos 45 partidos este año sin contar los amistosos. Ahora pregunto yo, ¿Quieren retirar a un futbolista que ha hecho todo esto? Si un jugador así no vale, ¿quién puede valer? Mi única respuesta es que alguien pretende que no valgo para el Espanyol… pero quizá sí para otro equipo. Un misterio”.

Marañón siempre un peligro por alto

Su último partido oficial con el Espanyol fue el celebrado el 08 de junio de 1983 frente a la Real Sociedad correspondiente a los octavos de final de la Copa de la Liga. El cuadro de Maguregui había cosechado un meritorio empate a 2 en Atocha, donde el propio Marañón logró marcar uno de los dos tantos. El partido de vuelta en Sarrià decidiría quien pasaba, teniendo en cuenta que el factor de los goles a campo contrario aún no estaba presente en la competición.

Marañón en su último partido como espanyolista

El partido fue muy tosco y de poca calidad, ambos equipos temían ser víctimas de descuidos defensivos. Mucha lucha y poco futbol ofrecían donostiarras y barceloneses, además el calor hacía que las fuerzas en ambos equipos flaquearan. Finalmente, los penaltis dictaron quien pasaba y quién no. Desgraciadamente, Marañón erró el último penal blanquiazul, al adivinar Arkonada su lanzamiento. Por lo que dejó la oportunidad a López Ufarte de sentenciar la eliminatoria y éste no perdonó al engañar a N’Kono en su lanzamiento. Amarga despedida de Marañón, que no pudo despedirse marcando y además falló su lanzamiento en la tanda de penaltis, condenando a su equipo. 
ESPANYOL: N’Kono, Job, Arabí (Márquez, 91), Zúñiga, Escalza, Padilla, Murúa (Mauri, 71), Lauridsen, Giménez, Corominas, Marañón. 
R. SOCIEDAD: Arkonada, Celayeta, MuriIlo (Olaizola, 91), Zubillaga, Gajate, Cortabarría, Orbegozo, Diego (Sagárazu, 106), Uralde, Larrañaga, López Ufarte. 
Goles: –
Tanda de penaltis (2-4): Cortabarría (0-1). Escalza (1-1). Larrañaga (1-1).  Lauridsen (1-1). Uralde (1-2).  Zúñiga (2-2). Arkonada (2-3). Marañón (2-3). López Ufarte (2-4). 
ARBITRO: Urízar Azpitarte, del Colegio Vizcaíno. Mostró tarjetas a Celayeta, Larrañaga, Escalza, Uralde, Giménez, López Ufarte, Job, Murillo y Lauridsen.
Incidencias: Partido disputado en Sarrià, el 08 de junio de 1983, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa de la Liga. Media entrada con unos 20 mil espectadores. La Final se tuvo que decidir a la tanda de penaltis, donde los donostiarras estuvieron más acertados.
La decisión final de la directiva fue el de prescindir de los servicios de Marañón, hecho que dejaron muy tocado al extremo navarro, que se mostró muy disgustado por el proceder de los máximos dirigentes blanquiazules. “Siento decepción, una decepción enorme. El golpe moral ha sido muy grande y no me lo merecía, ni como persona ni como jugador. No es ético el modo en que ha actuado la junta directiva. No se puede tratar así a un profesional. He sido una persona que siempre he ido de frente y diciendo las cosas a la cara. Nunca he exigido un trato de favor. Han sido ellos los que me aseguraron un trato preferente en consideración al tiempo en el club y a los servicios prestados. Hace unos días estuve hablando con el señor Carenzi y me dijo que estuviera tranquilo y no me preocupara por el asunto. Ha habido mucha hipocresía en todo esto. Aún me acuerdo cuando firmé este último contrato por tres años. Meler no me quiso renovar y alegó el problema de la nueva directiva encabezada por Baró. Yo era consciente de la situación y pedí que el tercer año me dieran una cantidad bastante menor a los dos primeros. Pero ellos cambiaron las condiciones. El primer año cobraría una cantidad que iría aumentando progresivamente. Firmé el contrato sin mirarlo y me enteré luego de ello. No entiendo por qué sale con eso de que los últimos tres años de contrato se me ofrecieron considerando mi trayectoria en el club y como favor. Incluso recuerdo ahora que cuando estampé mi firma el propio Baró me dijo: Esperemos que no sea el último contrato que firmes. Es incomprensible”. Pese que le prometieron un partido de homenaje, junto a Verdugo, este jamás se produjo, otro feo detalle de la entidad hacia su historia.

Marañón tras nueve años dejaba la entidad blanquiazul

FIRMA POR EL SABADELL

Una situación que no le sucedía desde hacía una década, el navarro debía buscar equipo para seguir su carrera futbolística. Reacio a marchar de Barcelona, porque se sentía muy a gusto con su familia y además quería compaginar su carrera de Arquitectura, Marañón finalmente decidió enrolarse a las filas del Sabadell, del presidente Rafael Arroyos, que militaba en aquel momento en la 2ª B. “He venido a fichar por el Sabadell. Son muchas las ofertas que he desestimado porque hay varias circunstancias que me vinculan a la ciudad de Barcelona. Me falta tan sólo un curso para finalizar la carrera de Arquitectura y he encontrado un trabajo muy bueno en una Caja de Ahorros que no podía desaprovechar, ya que puede significar la base de mi futuro… Además, un traslado á estas alturas, incluye una serie de problemas familiares, como el buscar colegio para mis hijos, vivienda, etc.”

Marañón firmando por el Sabadell

En el cuadro arlequinado tuvo la oportunidad de enfrentarse al Espanyol en un partido veraniego, donde el morbo estaba servido y era una manera de reivindicar su valía y el error del club espanyolista al prescindir de sus servicios. La venganza no fue posible y se quedó sin marcar y los periquitos vencieron por un cómodo 2 a 4. En el Centre d’Esports Sabadell vivió la alegría de ascender a la división de plata y en su último año como profesional pudo despedirse en la segunda división, marcando cuatro goles y consiguiendo la permanencia del club vallesano.

Marañón militó dos años como arlequinado

SE RETIRA Y PASA A SER TÉCNICO

Tras retirarse como futbolista profesional, Marañón enfocó su vida profesional como técnico. Su vinculación con el conjunto arlequinado no acabó como futbolista, ya que Rafa hizo las funciones de segundo entrenador de Pedro Mari Uribarri, donde se consiguió el anhelado ascenso a la primera división, todo un éxito para el conjunto vallesano. Su singladura en el Sabadell terminó allí y decidió aceptar la oferta de la Federación Catalana y fue seleccionador de Catalunya en categoría infantil, donde logró proclamarse campeón de España al vencer a Asturias por 2 a 0. En su segundo año no pudo repetir éxito y la selección catalana, esta vez Juvenil, quedó apeada en semifinales. Sorprendentemente, Marañón fue cesado de sus tareas en la Federación Catalana, las malas relaciones con el coordinador y responsable del futbol base de la Federación, Francisco Rodri propició esa decisión.
El de Olite, siguió vinculado al futbol, creó una escuela formativa para niños y también participaba con la Agrupación de Veteranos del Espanyol. En 1990 firmó con el Horta de la tercera división, pero sin demasiado éxito.

PRESIDENTE DE LA AGRUPACION DE VETERANOS A TÉCNICO DEL CLUB
En el mes de junio de 1996, Rafa Marañón que hasta entonces era vicepresidente de la Agrupación de Veteranos del Espanyol se hizo cargo de la Asociación, tras la renuncia de Molinos por entrar en el Consejo de Administración de la entidad. El navarro acogió con orgullo dicha designación.

Rafa jugando con los veteranos del club periquito

Pero esas funciones, las pudo degustar bien poco, ya que en menos de un año fue llamado de urgencia desde la entidad, para ejercer como segundo de Vicente Miera, ex técnico de la casa y del propio Rafa, ya que la situación del equipo era delicada y el fantasma del descenso llamaba a las puertas, en un año decisivo ya que aquella temporada era la de abandonar Sarrià para ir a la incógnita de Montjuic. Los resultados no acompañaron a los de Miera y el técnico cántabro fue cesado, sustituyéndole Paco Flores que era el entrenador del filial. Esta reestructuración técnica hizo que Marañón ocupara de manera interina el cargo de entrenador del filial hasta final de temporada. Su presencia en los banquillos blanquiazules no fueron muy positivos ni longevos.

Marañón como técnico de la entidad espanyolista

ARQUITECTO DE LA CIUDAD DEPORTIVA

Tras acabar la carrera de Arquitectura y practicar clases Expresión Gráfica Arquitectónica en la facultad de Aparejadores de Pedralbes, por fin pudo unir sus dos grandes pasiones en un proyecto, la Ciudad Deportiva del Espanyol. Tras abandonar de manera traumática Sarrià y no tener ningún patrimonio, el club decidió ponerse manos a la obra y construir la tan anhelada y necesaria Ciudad Deportiva en la localidad de Sant Adrià del Besós, donde el club adquirió los terrenos.

Diseñando la Ciudad Deportiva del Espanyol

Marañón fue escogido para realizar la obra magna. Con un presupuesto limitado, el arquitecto navarro decidió realizar una obra moderna y aprovechar el espacio, no muy extenso, lo máximo posible, para que las instalaciones blanquiazules fueron lo más funcionales posibles.
Finalmente, la obra fue inaugurada oficialmente el 10 de septiembre de 2000, justo en el año del centenario de la entidad. Una efeméride que llenaba de orgullo a todo el espanyolismo y en particular a Marañón, padre de la criatura.

Vista aérea de la Ciudad Deportiva de Sant Adrià del Besós

Aún así, no todo fueron alegrías para Marañón, ya que en 2004 vio como el club le demandaba de manera subsidiaria, por una mala compactación del subsuelo en que se ubicaban campos y resto de instalaciones, parte de las cuales habían sufrido pequeños hundimientos del subsuelo. La demanda principal era para la Constructora de la instalación (Agrupación Guinovart y Obras y Servicios Hispania), pero Marañón como arquitecto también debía de aparecer en dicha demanda, aunque él no era responsable de los daños que reclamaba el club. Evidentemente, este caso no gustó a Marañón, que otra vez veía como el club de su vida, no le trataba como merecía.
Este suceso, le daba pocas opciones de ganar el concurso que hizo el club para la construcción del Nuevo Estadio ubicado en Cornellà-El Prat y así fue, finalmente el proyecto ganador fue el de la empresa Reid Fenwick Asociados de los arquitectos Mark Fenwick y Esteve Gasulla, dicho sea de paso, hicieron un extraordinario trabajo y su proyecto fue fabuloso.

Marañón jugando en Cornellà-El Prat con los veteranos

MÁXIMO GOLEADOR DE LA HISTORIA

Pese que Tamudo le arrebató el honor de ser el máximo goleador en el campeonato de Liga. Aún así, el navarro sigue ostentando el ser el máximo goleador en competiciones oficiales con 144 goles: 111 en Liga, 26 en Copa, 5 en la Copa de la Liga y 2 en Europa.  Le sigue en este ranking, Tamudo con 140 goles y Arcas con 101.
Además, tiene el honor de ser el máximo goleador en el torneo del K.O. con 26 dianas, seguido del canario Jorge con 21 y Edelmiro y Prat con 17 tantos cada uno. 

PICHICHI DEL CIUTAT DE BARCELONA

De los muchos honores que ha obtenido Rafa Marañón en la entidad blanquiazul, uno de ellos es tener el privilegio de ser el máximo goleador del Trofeo organizado por el club, el Ciutat de Barcelona. Dicho Trofeo dio la casualidad que se inauguró dos semanas antes de que Marañón fichara por el club blanquiazul.
Marañón también es el Pichichi del Ciutat de Barelona. En esta imagen recibe el trofeo en manos del Molt Honorable Josep Tarradellas
Curiosamente su debut no fue hasta la edición de 1976 y sólo faltó a la cita del gol en dicho Trofeo en la edición de 1980, en el resto de ediciones mojó, haciendo un total de 11 dianas en 13 encuentros disputados, muy lejos queda el segundo goleador blanquiazul en todas las ediciones disputadas, Paco Flores con cinco goles y luego Tamudo y Amiano con 4 tantos cada uno.   

MÁXIMO ARTILLERO PERICO EN LOS DERBIS DE LIGA 

Otro honor más para Marañón es que hasta la fecha es el máximo goleador en los duelos ligueros frente al Barcelona 9 goles, 5 de ellos en Sarrià, con lo que le convierte también en el máximo goleador tanto del Espanyol como del Barcelona, en los partidos de Liga del Espanyol como local.

Marañón todo un Killer frente al Barcelona

Marañón mantiene dicho honor, en los partidos de la máxima en partidos oficiales, esta vez compartiendo este título honorífico con Julián Arcas, ambos con 9 dianas. El de Olite, todos en Liga, y el bravo Arcas repartidos con 4 en Liga y 5 en la Copa.

EL DOCTOR ARQUITECTO DEL GOL

Marañón en sus nueve temporadas como blanquiazul demostró que era un auténtico depredador del área, a pesar de jugar como extremo izquierdo, nunca perdía la oportunidad de ver portería. Su pierna izquierda era como Dr. Jekyll y Mr. Hyde, es decir, podía ser un mísil o un guante de seda, ya que técnicamente el navarro iba sobrado.
Además, como buen delantero goleador que era, iba muy bien de cabeza y no perdía la oportunidad nunca de lucir su temible remate, pese no ser muy alto. Su polivalencia hizo convertirse en un auténtico icono en el Espanyol, ser internacional y mundialista. Sin duda alguna, hablamos de uno de los jugadores más grandes de la historia del Espanyol.

Su relación con la entidad no pasó solamente a ser un legendario jugador blanquiazul, sino que también se involucró en la Agrupación de Veteranos de la entidad, relanzándola junto a su buen amigo Fernando Molinos, además colaboró como técnico del club y fue el arquitecto que diseñó la Ciudad Deportiva del club en Sant Adrià del Besós. Sin duda alguna, estamos hablando de uno de los personajes más relevantes de la historia del club blanquiazul.

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