Que de 2.400 personas consultadas la tercera parte diga que no debe continuar José Luis Mendilíbar entrenando a Osasuna, al técnico de Zaldíbar no le dice nada. Que su encuesta le sale uno uno a favor, es decir al 100 % afirmativo...¡Qué gracioso, tío!
El vizcaíno se nos ha puesto tieso y fanfarrón y echa la culpa a la prensa de que la grada dude de su valía.
Que consulte, como he hecho yo, el diccionario de la Lengua Española y vea lo que significa "fanfarrón" y se aplique el cuento:
-"Se aplica a persona que presume y alardea de cualidades que en realidad no tiene, especialmente de valentía y superioridad, de proezas que jamás ha hecho..."
Leemos en la prensa hoy: "Mandilíbar estalla". Y eso sin renovar, sin aplicarle el lunes la cláusula de seguimiento automático por haber conseguido la permanencia, de forma ramplona, pero conseguido con sólo 39 puntos, un hito en la hitoria de la Primera División. Sin haber hecho ninguna proeza como al hicieron en su día Pedro Mari Zabalza, Pepe Alzate, Enrique Martín, Javier Aguirre o el propio Cuco Ciganda...que también fueron en su momento cesados al haber cumplido su ciclo, sus objetivos y buscar otars metas diferentes, más ambiciosas.
Una pena que Jan Urban no quiera entrenar a Osasuna, como dice su hijo, pues sería un candidato firme al puesto que debe dejar libre ya en el banquillo José Luis Mendilíbar.
¿O vamos a tener desde el lunes, Sr. Archanco, un entrenador cabreado y fanfarrón?
Prepárese la que le viene encima, si es así, a la vuelta de septiembre, que la afición osasunista es muy buena, pero no olvida ni perdona tanto sufrimiento, tanta racanería, un año sí y otro también..
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