El
técnico navarro Enrique Martín, llegó ayer por la noche a un
acuerdo con el Córdoba para dejar el banquillo blanquiverde
después de nueve jornadas en el Grupo IV de Segunda B. Aseguró que las razones
de su marcha son "personales" y que tiene los "'muelles" en
buen estado, por lo que seguirá entrenando.
El
veterano preparador navarro afirmó en rueda de prensa que su marcha no se debe
"a ningún problema físico". "Voy a seguir entrenando porque mis
'muelles' están bien", insistió en referencia a los estents -prótesis
intravasculares- que tiene colocados tras el síndrome coronario agudo que
sufrió en mayo de 2015.
Martín,
de 63 años y que llegó al Córdoba después de haber dirigido al Nástic de
Tarragona la pasada campaña en Segunda División, recalcó que su estado de salud
es óptimo.
El técnico navarro, al que
caracteriza su pasión en los banquillos, se somete de manera regular a
reconocimientos médicos para mantener el control de su estado cardíaco y se
despidió de la afición del Córdoba dando las "gracias a todos por el
respeto" y deseando "suerte y salud".
"A
partir de ahí, cada uno se lo tiene que pelear", añadió el hasta ahora
entrenador del Córdoba, uno de los candidatos al retorno a Segunda División y
que marcha en la octava posición en su grupo de Segunda B con 13 puntos,
gracias a tres victorias, cuatro empates y dos derrotas.
La derrota del Córdoba
en Cartagena provoca el adiós anticipado e inespèrado del veteramo técnico navarro
Enrique Martín se
despidió en una rueda de prensa en la que no admitió preguntas, y en la que se
limitó a decir que "prácticamente estaba decidido, hablé con el club y
arreglamos el tema", después de enviar multitud de "agradecimientos a
la afición", al margen de a los empleados del club. Ningún miembro de la
dirección deportiva estuvo presente en la sala de prensa.
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