Pedro ha gastado mucha suela en escenarios de toda España, ha sido músico, voz y bajista, de tantas orquestas en pueblos y playas. Pero la primera vez que cantó en una residencia de mayores, ante personas que aplaudían en una silla de ruedas o en unos ojos añejos, se emocionó. Disimuló, baó del escenario y ofreció el micrófono a una mujer. Para salir del apuro. De eso hace casi cinco años y ahora ya solo sonríe. Disfruta. Como sus seis compañeros del grupo Solidario Irubide, siete músicos con raíces en el club de jubilados de la Chantrea que pasean sus partituras por centros geriátricos de Pamplona y la Comarca, a cambio de nada; bueno, si acaso de esas sonrisas que no tienen precio.
EN SAN FERMÍN NO PARAN DE ANIMAR LA CALLE
Pedro Gómez, el más dicharachero de los miembros del grupo, dibuja su trayectoria. en la charla del Casco Viejo. Nos acompañan Cristóbal Carrascosa y José Antonio Montenegro. Los tres rondan los 66 años. Los dos primeros, músicos profesionales, formaron durante años el Dúo Fusión. El tercero era un jotero que comenzó con los Amigos del Arte. Siempre ha vivido en la Chantrea y cuenta que el grupo Solidario nació en la Cruz Roja, de la mano de varias personas que coincidieron en un taller para aprender a manejar smartphones, los teléfonos de última generación. “Fue una casualidad, pero varios de ellos se conocían por la música y de allí salió el grupo y comenzaron a tocar en residencias...”, apunta José Antonio Montenegro.
“Pero el Club Irubide nos ha acogido siempre muy bien, nos ceden el local para ensayar, en fin, pensamos que debíamos cambiar el nombre, porque ya todos estamos vinculados al club de la Chantrea, de una u otra forma”, describe Montenegro.
Pedro Gómez, el más dicharachero de los miembros del grupo, dibuja su trayectoria. en la charla del Casco Viejo. Nos acompañan Cristóbal Carrascosa y José Antonio Montenegro. Los tres rondan los 66 años. Los dos primeros, músicos profesionales, formaron durante años el Dúo Fusión. El tercero era un jotero que comenzó con los Amigos del Arte. Siempre ha vivido en la Chantrea y cuenta que el grupo Solidario nació en la Cruz Roja, de la mano de varias personas que coincidieron en un taller para aprender a manejar smartphones, los teléfonos de última generación. “Fue una casualidad, pero varios de ellos se conocían por la música y de allí salió el grupo y comenzaron a tocar en residencias...”, apunta José Antonio Montenegro.
“Pero el Club Irubide nos ha acogido siempre muy bien, nos ceden el local para ensayar, en fin, pensamos que debíamos cambiar el nombre, porque ya todos estamos vinculados al club de la Chantrea, de una u otra forma”, describe Montenegro.
Fue en 2016 cuando el grupo echó los tejos a Cristóbal Carrascosa. Lo conocían del barrio, sabían que era un reputado acordeonista y teclista. “Que te vas a liar” cuentan que le dijo su compañero de dúo Pedro Gómez. Y se liaron. Pero los dos. Y tan contentos. “Lo más importante es que lo pasamos muy bien”, apunta Pedro. “Y que con ellos hemos ganado en calidad”, añade José Antonio. “Sí, es que voy con el látigo cada viernes por la tarde, a los ensayos”, bromea de nuevo Pedro.
Pero a continuación reconoce que son exigentes y que es imprescindible el trabajo individual de cada uno, en casa. De los fundadores sigue en activo José Luis Lacunza, guitarra. Javier Beorlegui, también guitarra; Jesús Nicolay, voz; Pedro Labari, jotero, además de los tres citados, que completan los siete componentes. “Los más jóvenes somos nosotros, Nicolay tiene 73 y los otros tres están en los 80, pero esto mantiene la mente despierta y se implican mucho”, se refiere Gómez a los que carecen de estudios musicales y ensayan duro para que en el escenario ni se note. “La música requiere tiempo, y como eso ahora tenemos”, explican el repertorio de más de 119 canciones, muchas adaptadas. Es bien variado: boleros, mexicanas, salsa, cumbia, merengue, jotas, zortzikos, música de los 60... en fin, partituras capaces de poblar de recuerdos cualquier sala.
Pero a continuación reconoce que son exigentes y que es imprescindible el trabajo individual de cada uno, en casa. De los fundadores sigue en activo José Luis Lacunza, guitarra. Javier Beorlegui, también guitarra; Jesús Nicolay, voz; Pedro Labari, jotero, además de los tres citados, que completan los siete componentes. “Los más jóvenes somos nosotros, Nicolay tiene 73 y los otros tres están en los 80, pero esto mantiene la mente despierta y se implican mucho”, se refiere Gómez a los que carecen de estudios musicales y ensayan duro para que en el escenario ni se note. “La música requiere tiempo, y como eso ahora tenemos”, explican el repertorio de más de 119 canciones, muchas adaptadas. Es bien variado: boleros, mexicanas, salsa, cumbia, merengue, jotas, zortzikos, música de los 60... en fin, partituras capaces de poblar de recuerdos cualquier sala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario